Presento aquí las principlaes ideas de un artículo que de The Brussels Journal (Nations Under Construction: Defining Artificial Status). Tiene una información histórica preciosa, y unas reflexiones de filosofía política de la más rabiosa actualidad, especial para España.
Empieza el artículo con el difícil deslinde de los términos nación y estado, que termina con una propuesta para determinar qué estados son no-artificiales. Concluye que en Europa quedan dos estados artificiales, Bélgica y Bosnia-Herzegovina. Curiosamente no se cita a España ni entre los estados artificiales ni entre los no-artificiales.
El siguiente tema tratado es el del aglutinante de la cohesión social de los estados. Concluye que Bélgica es una anormalidad estatal, porque tiene dos grupos lingüísticos mayoritarios. Los flamencos, que hablan holandés, se ven como una nación aparte, mientras que los valones se ven como parte de Francia.
El Imperio Austro-Húngaro
Se pasa a estudiar la historia del Imperio de los Habsburgo. En 1526 los Habsburgo reúnen Austria, Hungría y Bohemia en una corona, pero no tiene lugar el proceso «absolutista» -acelerado por las revoluciones liberales- de homogeneización cultural del territorio. De hecho en 1867 se produce una fragmentación del imperio en dos unidades administrativas, la austriaca y la húngara. Se pasa entonces a llamar Imperio Austrohúngaro.
Funcionan como dos países con diferente parlamento y gobierno. Solo la defensa, la política exterior y algunos asuntos económicos de tratan conjuntamente. En el interior de su territorio, estas dos unidades aplican políticas opuestas con las minorías. La parte austriaca siguió funcionando de forma descentralizada, pero la parte húngara se dedicó a construir la nación häungara mediante un programa de magiarización forzada en las escuelas, a pesar de que la mitad de la población de su territorio era no húngara. Pronto, el húngaro fue la lengua oficial única, salvo en Croacia a la que se había concedido cierta autonomía.
Las minorías checa, eslovena, ucraniana y otras residentes en la parte “austriaca” tenían poco de qué quejarse. Desde principios del s. XIX, la monarquía apoyaba al checo. Incluso se intentó hacerlo co-oficial en toda Austria. Traduzco:
Los Habsburgo habían impulsado el desarrollo de la lengua checa desde principios del s. XIX. «Si Austria no existiera, sería necesario inventarla en interés de la humanidad», en palabras de Frantisek Palacky, una de las principales figuras del renacimiento checo de 1848.
El nacionalismo excluyente de Hungría volvió inestable el imperio. Las minorías de Hungría pedían apoyo al emperador contra Budapest… Los eslovacos, una minoría del área de Hungría, quisieron tener un estatus similar al de los checos, lo que fue considerado por Hungría como “separatismo”.
Esta historia se parece demasiado a la de la actual desmembración asimétrica de España. Por cierto, el nacionalismo húngaro se dirigió contra las minorías, no contra la monarquía de los Habsburgo. Hay razones para sospechar que nuestro Borbón está echando las mismas cuentas.
Historia de Bélgica
Sigue la historia de Bélgica, nacida en 1830. Bélgica formaba parte de los Países Bajos. Los valones se rebelaron pues querían ser parte de Francia. En la Conferencia de Londres de 1831 se acordó crear este nuevo estado, contra la opinión de la minoría francesa y de la mayoría holandesa. Se le impuso un rey de origen alemán y la obligación de permanecer neutral. Es decir, nació como nación no soberana. El rey sigue ejerciendo una función arbitral que hace que tenga mas poder de hecho que ninguno de sus «primos”.
Contra todo pronóstico el país ha seguido adelante. Los tres primeros reyes fueron figuras de fuerte personalidad, siempre a la búsqueda de la creación de un “pueblo belga”. El primero insistió en el hecho de la catolicidad, el segundo lo intentó mediante la expansión colonial. El tercero dio en el clavo con la creación de una “cultura del bienestar”, que convirtió a Bélgica en un mecanismo de redistribución. Así se llegó en los 80 a una deuda pública del 127% del PIB en 1996; deuda que ha podido ser reducida recientemente (93,60% en 2005 y del 100% en 2012).
Al final de los años 90 del pasado siglo, en línea con las filosofías posmodernas, se ha llegado a proponer la deconstrucción nacional de Bélgica. Su identidad nacional pasaría a estar precisamente en la carencia de identidad nacional. Se propone también que esa sea la identidad europea.
En eso están nuestros señores europeos.
Bélgica es un desastre, tanto político como lingüístico : en realidad hablan en mi
paisillo (que no representa NADA en Europa y MUCHO menos en el mundo) un total
de 4 lenguas : Neerlandés (=holandés, la mayoría de la población), Francés (en el sur,
la minoría valona , teniendo todavía la utopía de crear una sociedad stalinista…roja…)
Alemán (en el este del país, es decir unos 50.000 personas que ,forzadamente, fueron
»nacionalizadas» belgas después de 1a. guerra mundial y que los valones, odiosos
como son, les llaman todavía »les boches» o los cerdos alemanes…) y el Luxemburgés
o Letzebuergisch, en la región de la Ciudad de Arlon, en el extremo sur y cerca de la
frontera del Gran Ducado de Luxemburgo, una mezcla de alemán y francés….
En realidad NUNCA me he sentido »belga» ; solamente lo está diciendo en mi
pasaporte. En realidad soy FLAMENCO un pueblo culto con una historia turbulenta,
hermanos de los holandeses, que hablan el mismo idioma….y que fueron separados
de nosotros mediante una frontera artificial en el norte, formada por una tregua
temporal entre los españoles y los »rebeldes del norte de Holanda»…
BÉLGICA : una FARSA COMPLETA ! ¿ Nuestra lema del estado ? :……
»L’union fait la FARCE » (en vez de »FORCE»)…¡ jajaja !
En realidad en 1839 se creó el Reino de Bélgica »gracias» a la codicia de los
Ingleses en Londres que NO querían que la riqueza mercantil de los Holandeses
y sus colonias se junte con la riqueza minera (ahora YA pertenece al pasado) de
Valonia : DIVIDE AND RULE ! Pobre Albion ! Pobres Flamencos, todavía portando
el bozal después de casi 180 años…. Y aparte de los 4 pueblos que viven en mi
país, TODAVÍA queda esta ¡ VERRUGA horrible de Bruselas!,sacando provecho de la
discordancia , con una megolamanía increíble, basada en la vida parisina del
putañero Leopoldo II y sus amantes en La Ville Lumière…..
Gracias por el comentario, es muy informativo.