La Primera Yijad fue árabe; la segunda, turca. Los árabes reaccionaron contra esta segunda –no suficientemente islámica en su opinión- proponiendo una vuelta a los orígenes, al Corán. En el s. XVIII Ibn Wahhab (Beniguajabi, se diría en otros tiempos) creó una secta fundamentalista que la tribu de los saudíes adoptaría y extendería toda Arabia. Cuando Inglaterra y Francia desmembraron el Imperio otomano tras la Primera Guerra Mundial crearon los actuales países a golpe de tiralíneas, dando territorios a “los amigos”, al clan de los saudíes se les dio Arabia, que ellos bautizaron como “saudita” rápidamente. Posteriormente, los ingresos del petróleo servirían para financiar el guajabismo en el mundo musulmán y entre los infieles.
Ese es el resumen histórico, a partir de él, el artículo propone erróneamente que para moderar el Islam sería necesaria una Reforma y una Ilustración. Esto es un tópico tan repetido como falso. La Reforma cristiana también pretendía una “vuelta a los orígenes”, como el guajabismo. Hemos tratado aquí los sorprendentes paralelismos entre Mahoma y Lutero (e indignantes, como se vienen os comentarios). Así que la Reforma del Islam haría a los musulmanes más fanáticos aún, de hecho los terroristas islámicos son ya “musulmanes reformados”.
Y lo mismo cae decir de la Ilustración, que consistió en sustituir dogmas religiosos cohrentes por dogmas políticos incoherentes. No cabe ilustrar el Islam, salvo en los ensueños de algunos infieles que insisten en el autoengaño. No nos referimos a la fobia iconoclasta que siente contra las imágenes, sino a que en él lo político está imbricado de tal forma con lo religioso que no cabe la separación. Si se pudo ilustrar a la cristiandad es porque esta ya lo estaba en gran medida, pues iglesia y poder político estuvieron originalmente separados. Por el contrario, el Islam es un revuelto de código político y legal con pretensiones religiosas. Por otra parte, tampoco la Ilustración es solamente esa ficción progresista que nos cuentan. Las ideas de la Ilustración han llevado a las mayores masacres de la historia, los genocidios del s. XX. Un Islam “ilustrado” podría ser especialmente mortífero.
Por ello, ni reforma ni ilustración, sino contención. Esa de be de ser la estrategia de Occidente: dejar que la Casa del Islam se desplome sobre sus habitantes, evitando que nos afecten los escombros y recogiendo a quienes huyan de ella como de la peste. Así de sencillo sería.
Sigo sin estar de acuerdo con el paralelismo entre la reforma protestante y la vuelta a los orígenes del Islam.
Cualquier movimiento religioso que se precie debe tener muy en cuenta los orígenes.
La Iglesia Católica parcialmente ha vuelto al origen (sólo en parte), y gracias a ello se acabó la Inquisición y la simonía.
La vuelta a los orígenes puede ser buena o mala según como sean estos orígenes.
En el caso del Islam, qué duda cabe de que los terroristas son los más fieles al Corán.
Mira, aquí Gille tiene toda la razón. El origen del salafismo y el wahabismo es precisamente una vuelta a las fuentes originales que, según ellos, corrientes místicas como el sufismo habían desvirtuado.
ganas d buscar 3 pies al gato, menos mal q supere hace 20 años el seudosocialismo y la filosofía; y no pq está no m gustara sino por el sopor d la población a la q no llega. Con ello han caido muchos valores y entre otros el conocimiento; podría ser un consuelo q en el mundo musulman pasa lo mismo y es q en el fondo la peña esta anonadada por el fulgor d la hamburguesa. Y es aqui donde llegan palabras rimbombantes con menos calorias q la música clasica, como decía el cantante italiano, y si, aún hay quien se entretiene con pajas mentales sobre haber quién recuerda mejor la hª, por si acaso ese hecho pudiera por si mismo dar la razón.
Quiza quien escribe sea muy corto pero despues d tanto tiempo todo se reduce a lo q m agrada y a lo q m desagrada, esto lo estudie en sicología y esta vez si, si q tiene razón.
Efectivamente, la morisma m desagrada y pto, q no necesito q m laven la oreja con monsergas, despues d todo mi primer polvo quedo tan atras en el tiempo q casi no m acuerdo
Dejense d monsergas q sus elucubraciones no dan más clarividencia q la litrona d vino tinto, por lo q a mi respecta, creo q dan aún menos.