Los que le llamábamos Adolfo (2)

Los que le llamábamos AdolfoContinúo esto: Los que le llamábamos Adolfo (1)

p. 224 «Porque no se me iba de la cabeza la idea de que si me tiraba al suelo la fotografía al día siguiente en todos los periódicos sería un primer plano del culo del presidente del gobierno». De Suárez, refiriéndose en broma a la razón por la que no se tiró al suelo en el 32F, como los demás.

p. 231: «En la primera página [del diario Mediterráneo de Castellón, del que Herrero era director] incluimos un editorial titulado «La libertad ha sido más fuerte»: «… El sentimiento democrático del pueblo español ha sido más fuerte y la involución no ha prosperado (…) Al final la libertad ha sido más fuerte….»”. Buena sarta de majaderías. Estas cosas no se piensan, si se piensan no se escriben, si se escriben no se vuelve a traerlas a la memoria, y si se hace, por razones del guión, se enmarcan con la crítica oportuna. Obviamente, la libertad es más fuerte cuando está mejor armada que la involución, pero eso no quiere decir nada. En cuanto a lo segundo, lo de la fortaleza del “sentimiento democrático del pueblo español”, mejor es que sigamos con las palabras de Herrero:

«Allí estaba [en la cafetería Virginia, donde habían ido a desayunar] como cada mañana, a disposición del público, un ejemplar del periódico (…), pero nadie lo leía. Acodados en la barra, mis paisanos comentaban los sucesos de la vida cotidiana como si nada hubiera excepcional ocurrido en España durante las últimas horas. ¡Nunca me he sentido más triste!

En efecto, el pueblo está desmintiendo los delirios de Herrero sobre su presunto «sentimiento democrático». Y el mismo -inasequible al desmentido de la realidad, que ciego de ideología es incapaz de ver- lo deja por escrito. La tristeza debería dársela su propia incapacidad para entender al pueblo. Se les llena la boca con la democracia (el «gobierno del pueblo») y cuando se dan cuenta de que la tal democracia es un mero recurso retórico de quienes realmente gobiernan, le echan la culpa al pueblo. Ah, por descontado, cuando surgen partidos realmente populares, que conectan con el pueblo les acusan de demagógicos y populistas, incluso de nazis.

p. 232. Cuenta Herrero que el diario castellonense que dirigía solía sacar en portada una foto del primer almendro florecido (lo había hecho en el 77, 78, 79 y 80), y como los golpistas utilizaron como contraseña «Los almendros florecen en primavera», se les acusó de colaboración, a pesar de que fueron el único diario de la zona que se negó a reproducir el bando de Milans del Bosch.

De lo que sigue del libro, lo más interesante para mí han sido las referencias al Rey. La historia del CDS es bastante penosa, y pone de manifiesto la ley de no-sé-quién: «Todo grupo que no se define explícitamente como de derechas, acaba siendo de izquierdas». En realidad habría que reformularla como todo lo que no es tradiución es revolución; estar la derecha o a la izquierda de la revolución es mera anécdota.

p. 264: «Yo creo que la monarquía es útil, pero también creo que corre grave peligro de desaparecer. Está seriamente amenazada. El príncipe Felipe lo haría mejor. Está más preparado. Y sobre todo, tiene algunos límites morales. El Rey no. Solo guarda algunas lealtades».

P 272: «Era uno de los documentos incluidos en el anexo documental del libro [The Sha and I], una carta del rey Juan Carlos dirigida al sha de Persia en 1997. Invocando el nombre de Adolfo y el peligro que representaba una posible victoria del socialismo español, que aun era marxista, le solicitaba un préstamos de 10.000 millones de pesetas». Creo que no fue la única que mandó el bribón; al menos se cuenta que las casas reales de Arabia y Kuwait también recibieron una.

p. 275: «El rey es una persona que te utiliza mientras te necesita y después te tira como a una colilla. (…) Desde mi dimisión apenas tuvimos contacto y no volvió a llamarme ni a demostrarme afecto hasta que se publicó el libro de Jose Luis Villalonga. (…) Entre otras cosas [en el libro de Villalonga] me llamaba falangista. Le respondí que yo nunca había sido falangista, sino del Movimiento, que no es lo mismo, y que le había sido más falangista que yo. Que sus discursos cuando era Príncipe están publicados, y que en cualquier momento se pueden recordar. A partir de ahí nuestras relaciones mejoraron.«.

p. 276: «No descarto la posibilidad de que, muy pronto, me toque ir al despacho del Rey para decirle: «Majestad, no tiene usted mas remedio que abdicar por el bien de España»».

p. 277: «Por lo que Adolfo me contó, Felipe estaba decidido a no presentarse en las elecciones de 1993, pero el Rey le convenció de lo contrario». Ni olvidan ni aprenden.

4 comentarios

  1. Gracias, he aprovechado para hacer una revista del texto y corregir cuatro cosas. Además he añadido una referencia a la ley de no-sé-quién:

    “Todo grupo que no se define explícitamente como de derechas, acaba siendo de izquierdas”.

  2. Bonita frase:
    Otras más:»Cuando el hombre deja de creer en Dios empieza a creer en cualquier cosa»
    «La libertad sólo es posible enrte iguales»
    «La guerra es el estado natural, Paz es el nombre ideal que deducimos de los intervalos»

    Y una en honor al Ex-Presidente:
    «Sigo siendo el presidente
    y usted no tiene derecho
    a romper impunemente
    las escayolas del techo..»

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