Reacciones airadas contra el libro de Gouguenheim sobre el mito de la transmisión por los árabes de la filosofía y ciencia antiguas

Escribí esto hace tiempo y lo dejé en conserva para cuando no tuviera algo más actual que contar. Mientras estaba en la bodega se me han adelantado varios colegas, lo que pone de manifiesto el interés del tema. En la actualización trato de las reacciones airadas contra el libro. Empiezo con lo que había escrito, que, como dijo Pilatos, escrito está:

Hay un nuevo libro al respecto, en francés (ARISTOTE AU MONT SAINT-MICHEL. LES RACINES GRECQUES DE L’EUROPE CHRÉTIENNE de Sylvain Gouguenheim. Seuil, «L’Univers historique», 282 p., 21 €.). Y ha tenido bastante eco, lo reseña incluso Le Monde (Sylvain Gouguenheim : et si l’Europe ne devait pas ses savoirs à l’islam ?). Sus principales tesis nos las expone el Salón Beige (Les racines musulmanes de l’Europe…):

Primero. Fueron mayormente cristianos y judíos los que transmitieron la filosofía y ciencia antiguas a los árabes. De los musulmanes que las cultivaron los más sobresalientes eran persas y andalusíes, por tanto no árabes.

Segundo. Los árabes no transmitieron nada, porque fueron los cristianos los que en todo momento tomaron la iniciativa de recuperar la filosofía y ciencia griegas. Habría además que adevertir, antes que nada, que la interrupción de la comunicación del occidente latino con el legado griego fue debida a la irrupción de los árabes. En todo caso, no hubo legado, la recuperación fue iniciativa de los cristianos. Más aún, las traducciones decisivas no fueron las realizadas desde el árabe en las áreas de contacto, como Toledo, sino en otros sitios:

Les traducteurs du Mont-Saint-Michel ont fait passer presque tout Aristote directement du grec au latin, plusieurs décennies avant qu’à Tolède on ne traduise les mêmes oeuvres en partant de leur version arabe. Au lieu de rêver que le monde islamique du Moyen Age, ouvert et généreux, vint offrir à l’Europe languissante et sombre les moyens de son expansion, il faudrait encore se souvenir que l’Occident n’a pas reçu ces savoirs en cadeau. Il est allé les chercher, parce qu’ils complétaient les textes qu’il détenait déjà. Et lui seul en a fait l’usage scientifique et politique que l’on connaît.

Con razón le dan la vuelta al argumento aquí (Les racines chrétiennes du monde arabe) proponiendo que donde los musulmanes han acabado con los cristianos, la cultura languidece y se seca en el fundamentalismo islámico.

ACTUALIZACIÓN:

Juan Pablo reseña el artículo de Crispal en Noticias de Eurabia. En él se exponen las principales tesis del libro, ampliando lo que he escrito antes.

Nuevo Digital nos advierte que las reacciones contra el libro no se han hecho esperar:

En el mismo Le Monde cuyas páginas habían dado triunfal cobijo a la revuelta contra la fabricación de la deuda histórica de Occidente con el islam, dos profesores de historia medieval especializados en la historia andalusí, Gabriel Martínez-Gros y Julien Loiseau, se erigían de forma harto agria en los defensores de los feraces huertos filosóficos y científicos de Al Ándalus como la base de un Occidente que no habría accedido al Renacimiento si alguien no los hubiera recolectado para sembrar el supuesto yermo europeo medieval. Para ello, en sutil ofensiva connotativa, los dos escandalizados profesores utilizaban en su refutación términos como “revisar” y “revisión”, en un intento de relacionar al trabajo con el malditismo del concepto de “revisionismo”, de graves asociaciones para la historia contemporánea occidental. A pesar de no entonar de forma explícita el socorrido mantra de la “islamofobia”, los dos expertos no dejaban de relacionar el trabajo de Gouguenheim con sitios en Internet de “islamovigilancia” que alertan “sin rodeos” sobre cómo “antes de que termine el siglo, los musulmanes serán mayoritarios” en Francia.

No me parece serio -aunque sí muy significativo- atacar el contenido de un libro por los sitios donde se reseña y utilizan sus argumentos.

Galia Watch tiene un artículo en que recoge el comunicado descalificador de los compañeros de la Escuela Normal Superior, en donde Gougenheim es docente. Entre otras cosas, piden que la Escuela declare que el libro no recoge la opinión de esta; por su parte ellos «declaran solemnemente» que no refleja su ideas. ¿Hace falta hacerlo? Apuntan también a lo que ya reseñaba Javier Monjas en ND, los argumentos están siendo recogidos por sitios antiyijadistas. Aquí están sus peticiones:

– We the teachers, researchers, students and alumni of the Ecole Normale Supérieure-Science and Humanities Section, solemnly affirm that the ideological positions taken by Sylvain Gougenheim in no way reflect those of the members of his school.

– By keeping ourselves detached from corporative quarrels, personal conflicts and all manner of exploitation, we hope to forcefully reaffirm our attachment to the necessary distinction between scientific research and ideological passions.

– We demand an in-depth inquiry into the points mentioned above.

– We demand that all necessary measures be taken to preserve the pedagogical serenity and the scientific reputation of the ENS-LSH.

Seguramente se escandalicen del caso Galileo…

3 comentarios

  1. AMDG: excelente artículo.
    Teniendo en cuenta esta reacción totalmente desmesurada de parte de estos «académicos, dudo que no hayan intereses de por medio, como dicen… de lo contrario ¿por qué tanta obstinación en impedir que se discuta sobre esta tesis ridícula del «renacimiento Andalusí»? No se puede negar que hay muchos petrodólares de por medio. (claro, también es posible que hayan terminado por creerse sus propias mentiras.
    En todo caso, considero que estos investigadores «políticamente incorrectos» son una buena señal, y si despiertan interés, es porque muchos llevamos pensando lo mismo desde hace tiempo.

  2. AMDG, este hecho de que los cristianos fueron los que recuperaron el saber antiguo, y no los árabes, no lo ha descubierto Guggenheim, o como se llame. Se sabe desde que el mismo s. XI. Pero sucede como con todo: hay una leyenda negra que ha enterrado esta realidad.

    Si te pasas por el FSTM y atiendes a las ocasionales intervenciones de algunos foristas en un programa que hay en Radio María los lunes a medianoche, «Diálogos con la Ciencia», podrás ver ampliada esta información de que fueron los cristianos los recuperadores del saber antiguo.

    Aún más, no sólo fueron cristianos, sino que el «boom científico» de las Universidades se produjo… agárrense, por la Cruzada de Oriente y la Cruzada del Sur (la española). El saber que descubrieron los españoles cuando conquistaron Toledo en 1085 dejó deslumbrado a Occidente. Fueron ellos, Alfonso XII con la Escuela de Traductores de Toledo la que transmitió el saber antiguo en buena parte (no solamente él, ciertamente). Para la próxima vez, atiende las intervenciones de los carcas en Radio María.

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