Barcelona, Bilbao y Santiago, celosos e impotentes ante la pujanza y vitalidad del idioma español

En relación con el manifiesto por la “lengua común” acabo de leer el comentario de un lector que propone que estudiemos todos catalán, vascuence y gallego. ¿Por qué habrá excluido al bable y al aranés? ¿Tendremos que aprender a hablar también con acento andaluz? ¿Y canario?.

Yo aprovecho para insistir en el acomplejamiento de los abajofirmantes, que les lleva a no llamar española a la «lengua común». La lengua común hoy en día es el inglés, llamar común al español refleja solo falta de viajes y lecturas, o de carácter, como es el caso.

Hay que advertir que no tratan tanto de defender el español, como del derecho de los padres a que sus hijos estudien en la lengua que quieran. Generalmente será su lengua nativa u otra lengua de más provecho, como el inglés.

En todo caso, para que rabien los envidiosos, y para que rabien a rabiar, les recordamos que por mucho que lo intenten no conseguirán torcer la pujanza y la vitalidad del idioma español:

El último de los directores del Cervantes con el Partido Popular, Jon Juaristi, tras manifestar su «preocupación por el acoso que padece el buen castellano» y la dificultad de que «se desarrolle como instrumento de buena comunicación y cultura» cree que en las circunstancias que se dan hoy «es afortunado que España pese poco en el conjunto global de la lengua; lo que pase en España es lo de menos». Para Juaristi «es una pena que en España se renuncie a la lengua. Por más que los nacionalistas lo quieran, no será. Barcelona o Bilbao no importan en el futuro de la lengua castellana». (Por fín! En defensa de la Lengua Castellana!)

Voy mas allá, no es que no importen, es que no pueden hacer nada. Nada de nada pueden hacer contra la que los separatistas llaman con desdén “lengua del imperio”; solo las lenguas que han tenido un imperios son “internacionales” y sobreviven, a pesar de los esfuerzos reaccionarios de un provincianismo delirante. Pueden prohibir a sus súbditos  regionales aprender a utilizarla profesionalmente, perdiendo las oportunidades que implica no hacerlo, pero nada más. El español sigue avanzando.

BNG, PNV y CiU propugnan la España plurinacional en… ¡Santiago!

 

 Ladran, luego cabalgamos.

8 comentarios

  1. Soy gallego, de abuelos y padres gallegohablantes. Estudié esta lengua, que lo es. La tuve en consideración y aprecio, pero me obligaron a elegir. Veía al gallego como una lengua que hablar y leer con la misma consideración que el castellano y así pensaba hasta que poco a poco comprendí que un idioma es un signo de patria. No quise convertirlo yo, lo hicieron ellos. Éstos que han creado una «capital» de un país que no existe, «Galiza». A los que nunca les ha interesado mi opinión, no como español, sino como gallego. Que sin merito ni respeto popular han decidido que yo ya no puedo ser español, ni hablar castellano. Me han empujado a decidir por una de las dos cosas, cuando en mi ingenuidad infantil y luego adolescente les creí personas honradas, ¡ja!. Y les digo esto no sin dolor: deseo ver desaparecer el gallego y las autonomías. ¡Vivan España y el castellano!.
    P.D.: Perdóname abuelo, tu me entenderás.

  2. Todas las lenguas, como producto de alguna tradición concreta, son respetables y dignas de cierto cuidado (como el náhuatl, el lenca -de mis tierras- y el swahili y el catalán)

    Algún día inventarán los museos de las lenguas «respetables»

    ¡Vivan España y el castellano!

    PD. ¿Todavía existe Barcelona? Creí que al igual que Managua y Cartago habia desaparecido…

  3. Risa me va dar que tus provincianos logren separarse de España.

    «Algún día inventarán los museos de las lenguas “respetables”

    Para aya va el Castellano en America Latina….muy distante al Español Mexicano u Dominicano.

    JC sabias que hoy en dia aparecen mas personas que aprenden y hablan «lenguas de tu tierra» y la mia?

    viva España y el Castellano!!! si, pero aya en españa de donde es …En America Latina lo nuestro.

    Disculpen si ofendo a algun español….pero no me agrada este criollo.

  4. Sé que pido un imposible, pero me gustaría tanto no tener que ser algo (español, catalán, vasco, gallego o valenciano) desde la oposición a otro algo……
    No sé lo que pasará en Galicia, pero ni siquiera el más cenutrio de los cenutrios de E.R. defiende la destrucción del español, se limitan a afirmar que el español y el catalán son dos idiomas distintos y que el segundo es el propio de Cataluña (lo que es difícilmente discutible) y que si uno de los dos requiere protección no es el español (precisamente por su indudable salud) y de requerirla (ante los que dicen cosas como: «autosuicidio» o que tal equipo «detenta» el liderazgo de la liga, o que CIU «vetará» los Presupuestos, entre otros ejemplos demasiado frecuentes), no es a la Generalitat a quien compete facilitarla, lo cual es igualmente lógico. Nadie pretende eliminar el español (me refiero a nadie en su sano juicio), y menos aquellos que nos consideramos genuinos bilingües, y que amamos el español más que muchos que sólo tienen el español como idioma y que lo mutilan y deforman con el inmerecido ensañamiento al que aludía antes.
    Con toda cordialidad lo digo.

  5. Carlo Gambino.
    Tú amas dos lenguas y las defiendes, las dos. Pero esta chusma de políticos que tenemos no tienen en mente respetar ninguna de ellas, ni la «ajena» ni la vernácula. Es el tipo de gente que siempre ha sabido utilizar lo que nos diferencia para que sea lo que nos separe. Yo no odio la lengua de mis raíces, pero obligado, y digo y repito, obligado me quedo con el castellano que es igual de mio. No quieren una convivencia, quieren un reino de taifas en los que gobernar como señores de la guerra y cualquier cosa les sirve: bandera, lengua, Rh…

  6. Es cierto que quien no respeta una lengua no respetará ninguna, personalmente amo todas las lenguas, -(salvo el «espinadepescadeño» que me produce gases)-, y me parece de una estupidez supina pretender mutilar la cultura de mi tierra con la segregación de uno de mis dos idiomas naturales, al que intento mimar cuanto puedo, creo que es una fiebre pasajera sin demasiado futuro y que el tratamiento que se le dá en algunos medios no ayuda a que pase la fiebre, sino a enconarla, lo que me lleva a su referencia a los reinos de taifas (impecable referente histórico), pues eso nos debilitaría a todos frente al enemigo común, que viene con la lección de la taifas perfectamente aprendida…¿formará todo ello parte del decorado ideal de los homúnculos que preparan la dimmicracia pasando por la memocracia?

  7. Carlo Gambino.
    Deseo estar equivocado sobre mi elección de una sola lengua, que no sobre mi amor a ella. Lo de usted es cordura y valentía pero, perdone que se lo diga, es un idealista. ¡Aaaah!, como desearía darle la razón. Ya no puedo dar marcha atrás, así que, siga usted adelante.
    Un saludo.

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