Testimonio personal: Inmigrantes marroquíes casan a sus hijas en edad escolar, el gobierno hace la vista gorda

Me pasa un lector el siguiente caso que ha vivido personalmente:

Se trata de una adolescente de 15 años, escolarizada en España desde los 7. Tiene 5 hermanos más, todos menores que ella. Dos de ellos varones. El mayor de 13, verdadero «dueño» y señor de la familia, pues su padre casi siempre está en Marruecos y por lo tanto al ser el varón mayor ejerce como tal, y uno de la edad de mi hijo, 5 años, además, tres niñas una de 11 por la que ya estamos empezando a preocuparnos pues es bellísima (aunque los profes progres dicen que no, que como es la más occidentalizada no le pasará como a la mayor), lo cierto es que me da auténtica pena, porque sufrirá mucho más.

Bien, pues Aisa (no es el nombre real), fue sacada a finales del curso pasado del colegio. Hasta ahí normal. Si bien en algunos casos muy especiales, se puede sacar a un crío/a un año antes (es obligatorio que estén escolarizados hasta los 16) es increíble la de pegas y problemas que te ponen si así decides hacerlo. Debes hablar con el inspector de Zona y pese a que se suele hacer la vista gorda en ciertos casos, los de Servicios Sociales te «putean» de lo lindo y cada dos por tres van a casa a «recordarte» que el nene debe ir a clase. No sé que gracia tienen los gitanos por ejemplo para eludir esas molestias, pero a los padres «normales» les ponen muchas, muchas pegas. Pero en el caso de Aisa, lo que me llamó la atención fue que su padre Mojamé (nombre falso) no se le pidiera más que el papel firmado con su consentimiento sin más. Una niña con un expediente que ya quisiéramos para nuestros hijos, repleto de sobresalientes y notables, va su padre firma y se la lleva. Un chaval o chavala español con 14 suspensos y que evidentemente no quiere estudiar puede ser un auténtico problema, pues te lo has de tragar quieras o no, y es muy raro que te dejen llevártelo a casa, eso si, si lo consigues, es bajo tu responsabilidad y blablabla… Y con Servicios Sociales tocándote las narices…

Bien, eso fue en junio. Aisa terminó su 2º de ESO (que no le sirve de nada) y su papá la sacó.

Hace un mes su padre en uno de sus viajes relámpago a España donde viene a pagar las facturas que suele acumular (nuestro colegio es privado-concertado y hay cosas que has de pagar) nos dice que va a ser abuelo. Me quedé de piedra. Nos enseñó las fotos de la boda. El novio «parecía» joven (unos 25-30, no creo que más), aunque con esa gente nunca se sabe. La chiquilla está en Holanda, preñada y si te digo la verdad, para alguien que la ha tenido 4 años en clase, mi percepción viendo las fotos, fue que no estaba precisamente «feliz». Era una niña muy risueña y en las fotos estaba muy seria.

Ahora, como ya te he adelantado estamos esperando a que en uno o dos años haga lo mismo con la 2ª, que tiene 12 años, la más occidentalizada.

El caso es que me puse a comentarlo con el director y me dejó de piedra con lo que me contó «confidencialmente». Parece ser que casi ninguna de las niñas musulmanas escolarizadas acaban la ESO. Y la administración lo sabe, bien que lo sabe. Pero lo lamentable, lo penoso es lo que te comenté. Para un niño español o musulmán abandonar el colegio antes de los 16 es legalmente imposible y en algunos casos si es varón musulmán dificilísimo. A las niñas musulmanas, en cambio, se las deja salir con 13,14 y 15 años sin problemas. «Órdenes de arriba». Y lo más sangrante es que suelen ser buenas estudiantes con expedientes magníficos. «Órdenes de arriba»…

Bueno, pues echemos del colegio a los moritos que son los que causan problemas ¿no?, le dije… Me contestó que prefieren que estén en el colegio aunque nos hagan la vida imposible a que estén en la calle pues saben que van a delinquir y claro, siempre mejor que delincan en un colegio, aunque sea a costa de la educación de los españolitos de a pie que en la calle, es una forma de retrasar el problemón que tenemos.

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Atención: Un ciudadano marroquí escolariza sus cinco hijos en España a cuenta, en gran parte, del dinero de nuestros impuestos. Dicen que nos vienen a pagar las pensiones pero de momento están disfrutando todo lo que pueden de nuestros servicios sociales.