Año Darwin. La materia se hizo carne y habitó entre nosotros

Utilizo esta paráfrasis de la frase del evangelio que resume el misterio de la Encarnación para titular esta reseña de un artículo de Buchanan en la que denuncia al darwinismo no como una teoría cietífica discutible y discutida, sino como un dogma cuya puesta en cuestión acarrea denuncias, repudio, anatemas, discriminación y hasta expulsión de la vida académica.

Muestra que en la ciencia hay muchas falsedades e intrigas, y muestra que el darwinismo ha resultado una teoría desastrosa. Marx, Hitler, Spencer… Todos ellos eran darvinistas convencidos. Si vivieran hoy u sorpresa sería mayúscula cuando vieran al comunismo desacreditado -a su comunismo, no al comunismo cultural gramsciano- a la raza blanca en retirada y al país del imperio británico invadido por los nativos de sus ex-colonias. El darwinismo ha sido una maldición para la civilización que lo ha elevado a la categoría de dogma. Y eso es innegable.

Se refiere también a algunos asuntos estrictamente científicos, como la rareza de las especies de transición en el registro fósil, que deberían ser muy frecuentes. De hecho, todas las especies son «de transición» según el darwinismo.

Léelo: PJB: Making a Monkey Out of Darwin

La foto es de la etiqueta de Anís del Mono, que según los rumores representa a Darwin (otros dicen a un empresario de anís de la competencia)

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