Pirata somalí pasa de abordar barcos españoles a refugiado con todos los gastos pagados

Lo cuenta iskander aquí (El pirata puesto en libertad ingresa en un centro de menores):

Pedraz ordenó su puesta en libertad esta mañana después de que se le hayan realizado nuevas pruebas médicas que han establecido que ‘Abdu Willy’ tiene una «edad mínima de 17 años». pues muy menor no es el chico y además se acerca peligrosamente a su mayoría legal, sobre todo cuando las pruebas anteriores lo acercaban a los 19 años. Así que resulta que como Pedraz ha decidido entre las cuatro pruebas la que le da por menor, un acusado de delito de asociación ilícita, 36 de detención ilegal y uno de robo con violencia y uso de armas, castigados con penas que podrían sumar más de 200 años de cárcel, se nos queda en un centro de menores tumbadito y bien calentito, para que ilustre a los demás usuarios del centro en el manejo de la piratería o de las armas que a buen seguro maneja con buena soltura.

Y Fray Fanatic ha escrito un despacho sobre el asunto que no tiene desperdicio (Liberad a Willy (y haced el favor de devolverle el móvil):

Willy alega ser menor de edad. Y, al carecer de documentación alguna (y estando Somalia como para irse a preguntar a un Registro Civil  de aquel país) Garzón ordena que sea sometido a pruebas médicas en el hospital Gregorio Marañón de Madrid para determinar su edad. Y hete aquí que la ciencia médica se declara incapaz de certificar nada… más allá del hecho de que Willy es en todo caso mayor de 17 años.

Sin embargo, aún está por verse la situación en la que la medicina moderna y sus análisis de estructuras óseas se interpongan en el camino de las estrellas jurídicas. Garzón decide, mediante un Auto, que Willy es en todo caso mayor de 19 años, ordena su ingreso en Soto del Real y abandona la causa en manos del ya retornado Santiago Pedraz, quien se encuentra la difícil papeleta de que Garzón, como corolario a su Auto de ingreso en prisión, deja abierta la posibilidad de que Willy sea, de hecho, menor de edad y ha ordenado que tres forenses de la Audiencia le practiquen nuevas pruebas.

Como el análisis de estructuras óseas no ha registrado avances significativos en los pocos días que median entre prueba y prueba, los forenses de la Audiencia Nacional se ven incapaces de decir nada excepto que Willy es mayor de 17 años. Y Santiago Pedraz,  aplicando un principio jurídico-penal universal, decide que in dubio, pro reo (en caso de duda, a favor del acusado) y que el bueno de Willy debe ser considerado y juzgado como menor, ordenando su libertad  y trasladando el caso a la Fiscalía de Menores de la Comunidad de Madrid… que se descuelga diciendo que no es competente porque, como es evidente, Willy no ha cometido delito alguno en la Comunidad de Madrid.

¿Os imagináis cuánto nos han costado los reconocimientos médicos y el traslado del preso?

La historia sigue. No os la perdáis: Liberad a Willy (y haced el favor de devolverle el móvil). Además ha añadido esto: Willy y las ventajas de la globalización

La mami del preso sale en su defensa: La madre del pirata somalí: «Mi hijo tiene 16 años». Que se lo devuelvan ya.

8 comentarios

  1. 6 veces ha sido menor y otras tantas adultos. Que alguien regale un móvil a los jueces del caso para que lleguen a un acuerdo y no dejen a la justicia en más ridículo y mofa del que ya somos internacionales. Y siempre l lían con los casos de prensa mundial, pandilla de memos.
    De todas formas una de dos, o quieren marear la perdiz para distraer a los piratas y que se crean que lo van a liberar o no se quieren comer el marrón de que los piratas se mosqueen y hagan algo a algún marino.
    y, ¿qué es eso de dejarlo en España?. Si no está acusado o es menor…¡jala pallá!.

  2. El Sistema en el que todavía vivimos está claro que hace aguas y esto se encarga de hacerlo ver los propios delincuentes, cuánto tiempo más duraremos así no lo sé, pero está claro que cambiará por las buenas o por las malas.

  3. El año próximo por estas fechas tendremos 100.000 somalíes en España. Porque este Willy se queda, seguro. Después vendrán su madre, su padre, sus abuelos, sus hermanos, sus tíos, sus primos, sus cuñados, los hermanos de los cuñados, los primos de los cuñados, los cuñados de los primos, los cuñados de los hermanos, los hermanos de los primos, los tíos de los cuñados, los cuñados de los tíos, los padres de los cuñados, los cuñados de los padres, los abuelos de los primos, los abuelos de los cuñados, los primos de los abuelos, los cuñados de los abuelos… y la madre que los parío a todos y cada uno.

    Si no echamos ya a ese tal Willy, dentro de pocos días lo tendremos en los programas de moda contándonos sus peripecias. Incluso terminará escribiendo un libro que será éxito de ventas en la campaña navideña. «De pescador a pirata. No sin mi móvil». Se venderá como pan caliente en Carrefour y el Corte Inglés. Firmará ejemplares en la Feria del Libro y por Sant Jordi.

  4. Hace cinco años me tiraría las manos a la cabeza y diría ¡Increíble!
    Hoy no lo digo. Hoy digo que cada vez más, el desastre está a las puertas.
    Y no me refiero a un desastre del tipo «perder el empleo» o «coche siniestro total». Me refiero al DESASTRE.

    Ya sabéis.

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