He aquí un artículo que evidencia el último escándalo sobre la inmigración en Inglaterra, del cual os traduzco los puntos más representativos:
La política inmigratoria laborista de «puertas abiertas», se arriesgó conscientemente a permitir asentarse en Gran Bretaña a personas peligrosas, sin verificar sus datos, según revelan documentos que han sido vistos por el Sunday Times. De acuerdo con la información, los ministros fueron aleccionados por el funcionario más veterano del país en inmigración a que «aceptaran arriesgarse» a la hora de conceder visados, permisos de trabajo y la renovación de la residencia para miles de nuevos inmigrantes.
La ocultación de esta política arriesgada estaba tan asumida, que el por aquel entonces inspector de inormación, Richard Thomas, envió un equipo de investigadores a la Oficina de Interior (Home Office), para arramplar con todos los documentos relevantes. Previamente, ese mismo año, había abroncado a ese mismo departamento por incumplir la ley, ordenándoles que publicaran ese material al existir la ley de libertad de información. Estos documentos ayudan a explicar el brutal aumento en el flujo de inmigrantes en Inglaterra, ya que la Oficina de Interior se apresuró a acelerar los trámites de más de 45.000 casos. Los funcionarios acordaron mover por la vía rápida más de 337.000 solicitudes, con controles mínimos. Esto llevó a un aumento acelerado de la inmigración. En 1999, se concedieron 170.000 visados. En 2002, esta cantidad superaba los 300.000.
Como a los funcionarios se les ordenó tomar riesgos, esto se tradujo en la entrada varias personas potencialmente peligrosas en el Reino Unido. A finales de 2001, a más de 20 talibanes, que habían huido al Reino Unido tras sufrir la derrota a manos de las fuerzas americanas y británicas, se les permitió permanecer en el país.
Pero claro, ¿cómo se traduce esto para los políticos ingleses?. Veámoslo en el siguiente párrafo:
La semana pasada Alan Johnson fue el primer secretario de estado laborista en admitir que el gobierno había cometido errores en su política migratoria. Dijo que los ministros habían ignorado los problemas causados por solicitantes de asilo fallidos y reclusos extranjeros. El resultado de estos errores para este señor es «Que algunos de nuestros votantes de base de la clase trabajadora blanca se han visto tentados a apoyar al BNP».
Así, como se puede ver, no les preocupa que se haya convertido su país en un coladero de inmigrantes (e incluso de terroristas), sino que esto haya causado que sus votantes «emigren» (nunca mejor dicho), al «malvado» BNP.
Según se revela en este escándalo, la política imperante era la de aprobar las solicitudes, más que la de rechazarlas. Incluso, esta política tenia un nombre-código: Brace. Esta actitud estaba oculta entre un montón de documentación pública, y los ministros trataron desesperadamente de que no saliera a la luz.
Este escándalo ya tuvo un conato de erupción en 2004, cuando un trabajador que llevaba casos de inmigración, fué despedido al revelar al Sunday Times esta forma de acelerar los trámites. No sólo eso, sino que sus jefes siempre se excusaron diciendo que esta política formaba parte de errores cometidos por «funcionarios novatos», y que ellos lo desconocían. La publicación de estos documentos ha revelado que eran conscientes y lo promovieron desde altas instancias del Estado.
¿Con qué se relaciona todo esto?. Pues con la noticia que saltó hace dos semanas, en la cual un antiguo asesor de Tony Blair, Andrew Neather, escribió un artículo en el decñia que los laboristas habían permitido que la inmigración se disparase para poder hacer de Inglaterra «un país multicultural de verdad», y para «frotar los morros de la derecha en la diversidad» (clara alusión a cuando educas a un perro para que no haga sus necesidades donde quiera). El corazón de esta declaración fué que la inmigración masiva y descontrolada había sido una política deliberada y oculta para cambiar la demografía del país.
Y finaliza el artículo:
Con más del 80% de los inmigrantes votando a los Laboristas, es obvioque cuantos más inmigrantes obtengan el derecho a voto, mayor será la cuota electoral del Partido Laborista.
Para que luego algunos hablen de conspiranoias. Los hechos hablan por sí mismos. Tenía intención de hacer una entrada sobre las delaraciones del asesor de Blair, pero este artículo habla de lo mismo.
Todo por el petróleo … al final Occidente resulta que ha vendido su alma al Islam a cambio de algo material llamado petróleo cuando su ciencia bien podía solucionar la carencia con hidrógeno, vaya estupidez.
Traidores, espero que lo paguen.