Estaba visitando un foro militar del que soy asiduo, cuando me encontré con estas fotografías, que nos muestran el lugar donde se encontraban los Budas de Bamiyán, patrimonio cultural de la UNESCO, hasta que un fatídico día a unos medievales descerebrados se les ocurrió que su visión les ofendía, y decidieron destruirlos. El resto de la historia ya la conocéis.
Sirva esto como recordatorio de lo que pasará con nuestro patrimonio histórico-artístico, si dejamos que en Europa tomen el control, y como ejemplo para esos que nos repiten como loros «el gran legado cultural y la riqueza» del Islam. Y luego algunos se ofenderán porque no les dejan construir minaretes en Suiza…
En efecto, ayer fue Bamiyán, mañana será Versalles o El Escorial, por poner un par de ejemplos.
Esta es la obra de los talibanes. Pero ese afán de destrucción no es algo privativo de las facciones más integristas del islam. Para no ir muy lejos de allí habría que asomarse a la India donde la barbarie musulmana cometió una de las más brutales destrucciones de patrimonio cultural y artístico que registran los anales de la Historia (centenares de miles de lugares y objetos de culto arrasados), además de uno de los genocidios más monstruosos de todos los tiempos (80 millones de hindúes «idólatras» asesinados en nombre de Alá es el balance del dominio musulmán de la India).
Fijémonos en el silencio de la progresía mundial proislámica acerca de este incalificable hecho que sacude la conciencia de cualquier persona bien nacida.
Nos hemos callado ante los Budas de Bamiyán, puede que lloremos algún día no muy lejano ante las ruinas de Notre-Dame o la Catedral de Santiago.
Conozco el caso de la India, se contabilizan por miles los templos destruidos, y por millones los asesinados por las invasiones musulmanas.
En el caso de Europa, recordemos la entrada sobre Kosovo del otro dia:
http://layijadeneurabia.com/2009/11/23/patrimonio-cristiano-de-kosovo-en-peligro/