Mirad este artículo en que se refuta la pretesión extemporánea de los circuncisos –y el chantaje moral a que están somentiendo a los católicos- según la cuál Pío XII habría mirado para otro lado ante la persecución nazi: Pío XII, un Papa contra el Holocausto
Mas: Un acto de justicia histórica hacia Pío XII o LO QUE TODOS AFIRMARON CUANDO MURIÓ PÍO XII Y QUE LA LEYENDA NEGRA HABÍA HECHO OLVIDAR A ALGUNOS.
Por cierto, la asociación judía Pave the Way, está también trabajando contra la calumnia de que es objete este papa cuyo proceso de beatificación ha comenzado: Des rabbins américains défendent Pie XII. Gracias.
Conviene saber que, según he oído decir, el rabino de Roma, al terminar la guerra, conmovido de agradecimiento hacia Pio XII, no sólo se convirtió al cristianismo sino que además eligió ser bautizado con el nombre de Eugenio, en honor a Eugenio Pacelli, es decir Pio XII. Esta conversión hel ravbino no debió gustar, evidentemente, en las sinagogas…
También hay que decir que no hay posible comparación entre la persecución que sufrieron los católicos por parte de los dos mal llamados «estados totalitarios». (Para ser exactos, el Fuero del Trabajo de España, el mismo Franco, Hitler y Mussolini siempre hablaron del Estado Totalitarioi como algo positivo; Stalin y los líderes marxistas-leninistas nunca consideraron al Estado Totalitario como algo próximo ideológicamente; es más, se consideraron siempre «democráticos», pues no en vano la constitución sovietica de 1936 fue llamada por los propagandistas soviéticos la «más democrática» del mundo. Quiero decir, que mientras la ideología marxista-leninista-stalinista era oficialmente atea y destruyó (y asesinó a mansalva) todo tipo de templos cristianos, el III Reich persiguó a clérigos más por motivos políticos que por razones religiosas, y el número de víctimas fue incomparablemente menor que las persecuciones exterminadoras anticristianas de Francia «revolucionaria»[La Vendée] , de Méjico [los cristeros], Rusia soviética o España «republicana» [más de 7000 sacerdotes y religiosos]. Creo haber leído que la mayor parte de los sacerdotes detenidos o muertos por los alemanes fueron polacos.
Por último, respecto a las víctimas judías…en campos de concentración, cualquiera que fuera el número, lo cierto es que durante la guerra no hablaron al respecto ni Winston Churchill ni Roosevelt… ¿Por qué razón iba a hacerlo Pio XII?
Lo más probable es que nadie hablaba del tema –a pesar de que hubo inspecciones de Cruz Roja en los campos…– porque… quizás no habia nada que hablar y ….hasta bien entrados los años sesenta o después, no comenzó la campaña mundiial de lo que ha sido llamado (por un autor judio americano) el «negocio del holocausto».
En definitiva, Pio XII no minimizó los crímenes nazis, quizás fue sólo prudente…
En todo caso, el Vaticano, debido a la relación con el cardenal Spellman, de USA, fue más próximo a los «aliados» … a pesar del ateismo agresivo de Stalin…
También hay que decir que la Iglesia –como ya ocurrió en 1914-18– estaba obligada a ser neutral, pues sus «hijos» combatían en ambos bandos… y…
considerando lo que ha ocurrido en el mundo después de 1945 habrá que convenir que los enemigos de la Iglesia y del Cristyianismo son hoy más fuertes y poderosos que nunca…
Y… finalmente hay que decir que Pio XII es el mejor pontífice del siglo XX (en mi opinión), fue indudablemente «antinazi»… pero, a pesar de ello es el papa más vituperado por «progresistas», «ateos», «masiones» y demás ralea, como diría Pio Baroja. Para los tradicionalistas católicos, sin duda, fué el último Papa totalmente ortodoxo…
«–a pesar de que hubo inspecciones de Cruz Roja en los campos…»
Eso es una calumnia que lleva mucho tiempo refutada, es cierto que hubo inspecciones de la cruz roja en los campos (como en Theresienstadt ), pero la cruz roja jamás estuvo en Birkenau, por ejemplo
Desconozco ese punto en concreto (la Cruz roja en Birkenau o no), pero en todo caso conviene hablar correctamente y llamar las cosas por su nombre. En este caso hablar de calumnia para designar una falsedad (supuesta o real, no me consta) es desconocer el sentido real de la palabra.
Lo interesante no reside tanto en este punto, sino más bien en la circunstancia propiciada por los progresos del revisionismo histórico en materia del llamado Holocausto que han llevado a los «afirmacionistas» a tener que refutar detalles de tercera categoría como, por ejemplo, que si la Cruz Roja visitó o no determinado campo de concentración.
Julio Sanz
Es un hecho notable al que aludes y que amplío a continuación. En efecto, en las memorias de Winston Churchill, Einsenhower y Charles de Gaulle, tres de los más importantes protagonistas de la 2ª Guerra Mundial (un vasto e industrial pogromo según el sionismo), que dejaron para la posteridad el relato de sus vivencias en la trágica contienda, y que suman un total de varias miles de páginas entre los tomos de estos tres autores, no hay la más mínima mención a un genocidio judío, a las cámaras de gas ni a un programa de exterminio planificado y ordenado por Hitler. ¿Curioso, verdad? ¡Notable olvido, a fe mía! Y no es información necesaria y exacta la que debió faltarle a estos tres mayores protagnistas de esa historia. Todo parece indicar que no quisieron comprometer su biografía haciendose eco de lo que no fue nunca más que un episodio de la guerra propagandística contra Alemania y su régimen.
Mientras duró la contienda e inmediatamente después de la derrota de Alemanía se utilizó todos los instrumentos disponibles contra el enemigo. Terminada la guerra, a la hora de establecer sobre el papel el relato de lo acontecido durante esos años de fuego, los mayores protagonistas del bando vencedor se desmarcaron de todo aquello que no se ajustaba a la verdad histórica probada y documentada. De lo contrario ¿cómo se explicaría que el asesinato de 6 millones de personas no mereciera ni una línea en las memorías de estos tres grandes estadistas, principalísismos actores de esa guerra?
Realmente aquí hay materia para reflexionar.
Si, es mas apropiado el término falsedad, esto es un foro y uno no tiene el mismo cuidado que tiene al escribir un artículo. De todas formas me refería al hecho de que el negacionismo utilica a organizaciones que jamán han avalado los organismos a los que aluden. Además se utilizan con el fin de demostrar que los supervivientes del genocidio mienten, por lo tanto se utiliza para calumniar a toda la gente que afirmó ciertas cosas bajo juramento en los juicios que se llevaron a cabo tras la contienda.
«Lo interesante no reside tanto en este punto, sino más bien en la circunstancia propiciada por los progresos del revisionismo histórico en materia del llamado Holocausto que han llevado a los “afirmacionistas” a tener que refutar detalles de tercera categoría como, por ejemplo, que si la Cruz Roja visitó o no determinado campo de concentración.»
¿Que progresos?. El revisionismo no ha sido capaz de refutar nada y casi siempre que lo intentan terminan recurriendo a sonrojantes mentiras, como en el artículo de Ana Frank que se publicó en este blog.
«que si la Cruz Roja visitó o no determinado campo de concentración»
Esa es la diferencia, la cruz roja solo visitó campos de concetración, nunca de exterminio. Jamás hubo nadie de la cruz roja en Belcec, Sobibor, Treblinka, Birkenau, Majdanek…
El Diario de Ana Frank es un falso, eso ya nadie lo discute seriamente.
En cuanto a las refutaciones del revisionismo histórico en asuntos de la 2ª Guerra Mundial finalmente aceptadas por la historiografía oficial, la lista es larga.
Unos pocos ejemplos, ya clásicos. En el Tribunal Militar Internacional de Nuremberg quedó establecido (que no probado: importante matiz) que las llamadas «fosas de Katyn» (el asesinato de unos 20.000 polacos, oficiales del ejército y otras personalidades civiles) fueron la obra de los alemanes. Los nazis siempre lo negaron y los historiadores revisionistas también lo refutaron durante 50 años, hasta que Gorbachov, en plena perestroíka reconoció la culpabilidad soviética en aquellas matanzas. La «comunidad académica» mundial (si la expresión es correcta), y si me apuran el mundo político también, sabían desde hacía tiempo la verdad de ese asunto, pero la historia oficial mantenía la versión surgida del juicio de Nuremberg (para no indisponer a la,durante mucho tiempo, poderosa URSS). Durante 50 años todo aquél que negara en público la versión de los vencedores y señalaba a los verderos culpables de aquel crímen era tachado de nazi, «negacionista», y hasta de mofeta hedionda. Hoy en día en el lugar de los asesinatos masivos (en Rusia occidental) hay un monumento donde se rinde homenaje a aquellas víctimas. La verdad ha terminado por salir a la luz. El revisionismo tenía razón. Asunto cerrado.
En el Tribunal Militar Internacional de Nuremberg quedó establecido (que no probado: importante matiz) que en Aushwitz habían muerto 4.000.000 (cuatro millones) de personas de diversas nacionalidades. Durante muchos años una placa a la entrada del campo recordaba ese hecho con la contabilidad esablecida en el juicio de Nuremberg (los 4 millones). Los historiadores revisonistas han contesdado siempre esas cifras, del todo fantasiosas y carentes de la más mínima base, rebajándolas de manera sustanciosa. En los años 70 (creo, no he ido a buscar la información exacta), las autoridades del campo hicieron retirar la famosa placa y la reemplazaron por otra donde se dice que en el campo murieron algo así como 1.500.000 (un millón y medio) de personas de diferentes nacionalides. Es decir que durante años la verdad ofical fue que 4.000.000 de personas habían perecido en el campo y quien dijera lo contrario o contestara esa contabilidad era un nazi, un «negacionista» y hasta un hijo de puta. Los mismos que decian 4 millones ahora dicen 1 millón y medio. Durante años se inventaron 2.500.000 (dos millones y medio) de muertos que nunca murieron. El revisionismo tenía razón. Y el asunto no está aún cerrado, pues otras contabilidades en marcha rebajarán sin duda esa cifra hoy por hoy considerada la buena.
Un tercer ejemplo para acabar. Durante años en Dachau la puerta de una habitación del campo llevaba una placa o pancarta que decía que esa habitación era la cámara de gas del campo. Los turistas se encogían de horror al pasar ante la habitación y contaban a su regreso que habían visto la cámara de los horrores en directo. Algunos quizás hasta habían percibido el olor del gas mortífero utilizado para envenenar a las víctimas. Pasados unos años las autoridades del campo-museo hicieron retirar la famosa placa y la reemplazaron por otra que decía (¿que dice?) que en Dachau NUNCA funcionó ninguna cámara de gas. De más está decir que los historiadores revisionistas nunca dieron crédito a la versión inicial de la cámara de gas de Dachau. El revisonismo tenía razón. Asunto cerrado.
De propina te dejo el caso del «jabón de judío». Sólo te lo menciono, porque me da la risa. Es una mala ocurrencia de película de terror de serie «B». La cosa es tan truculenta y grotesca que ya nadie quiere acordarse de eso, ni los más entusiastas defensores de la versión oficial de la historia de la 2ª Guerra Mundial. Asunto definitivamente cerrado (y hasta sepultado).
«….¿Que progresos?. El revisionismo no ha sido capaz de refutar nada y casi siempre que lo intentan terminan recurriendo a sonrojantes mentiras, como en el artículo de Ana Frank que se publicó en este blog……»
¿Estás seguro de esa afirmación. No se puede refutar lo que no se ha demostrado. Sobre Ana Frank, ¿te refieres al diario escrito a bolígrafo? Y sobre mentiras, me parece que los defensores del holocausto no son los más apropiados para hablar y sino que se lo pregunten a uno de sus mayores propagandistas: Enric Marco.
Sobre juramentos, ¿recordamos las declaraciones de los ahorcados bajo juramento? ¿y el caso que se les hizo?.
Mira, este tema huele, y no precisamente bien. Principalmente porque no hay una sola prueba científica del holocausto y principalmente porque el que más interesado debiera estar en demostrarlo impide las investigaciones «por respeto». Se basa todo en declaraciones ¿quieres declaraciones contrarias, cuantos cientos?. Esto parece el cuento de la abuelita que va creciendo de boca a boca, pero de demostrar, nada de nada.
«El Diario de Ana Frank es un falso, eso ya nadie lo discute seriamente»
Pues resulta que ninguna institución seria ha aceptado esa supuesta falsedad.
«De propina te dejo el caso del “jabón de judío”. Sólo te lo menciono, porque me da la risa. Es una mala ocurrencia de película de terror de serie “B”. La cosa es tan truculenta y grotesca que ya nadie quiere acordarse de eso, ni los más entusiastas defensores de la versión oficial de la historia de la 2ª Guerra Mundial. Asunto definitivamente cerrado (y hasta sepultado).»
Yad Vashem siempre sostuvo que lo del jabón judío era una mentira, sobre todo porque no era un proceso rentable económicamente, eso lo sabe cualquiera de los que hemos estudiado química.
«En el Tribunal Militar Internacional de Nuremberg quedó establecido que no probado: importante matiz) que en Aushwitz habían muerto 4.000.000 (cuatro millones) de personas de diversas nacionalidades. Durante muchos años una placa a la entrada del campo recordaba ese hecho con la contabilidad esablecida en el juico de Nuremberg (los 4 millones). Los historiadores revisonistas han contesdado siempre esas cifras, del todo fantasiosas y carentes de la más mínima base rebajándolas de manera sustanciosa. En los años 70 (creo, no he ido a buscar la información exacta), las autoridades del campo hicieron retirar la famosa placa y la reemplazaron por otra donde se dice que en el campo murieron algo así como 1.500.000 (un millón y medio) de personas de diferentes nacionalides. Es decir que durante años la verdad ofical fue que 4.000.000 de personas habían perecido en el campo y quien dijera lo contrario o contestara esa contabilidad era un nazi, un “negacionista” y hasta un hijo de puta. Los mismos que decian 4 millones ahora dicen 1 millón y medio. Durante años se inventaron 2.500.000 (dos millones y medio) de muertos que nunca murieron. El revisionismo tenía razón. Y el asunto no está aún cerrado, pues posteriores contabilidades en marcha rebajarán sin duda esa cifra hoy por hoy considerada la buena.»
Y eso fue un triunfo del revisionismo, quienes publicaron esas exageradas cifras de muertos fueron los soviéticos. León Poliakov, quizá el mas importante autor judío sobre el asunto siempre situó la cifra de muertos entre cinco millones y medio y seis millones. Yad Vashem lleva mas de 30 años avalando estas cifras. Que yo sepa nadie les llamó hijos de puta.
En cualquier caso que algo sea falso no implica que todo lo sea.
«¿Estás seguro de esa afirmación. No se puede refutar lo que no se ha demostrado. Sobre Ana Frank, ¿te refieres al diario escrito a bolígrafo? Y sobre mentiras, me parece que los defensores del holocausto no son los más apropiados para hablar y sino que se lo pregunten a uno de sus mayores propagandistas: Enric Marco.»
Vale, este fin de semana antes de marchar para Alemania intentaré publicar una respuesta respecto a lo de Ana Frank, es solo que lleva bastante tiempo por la bibliografía que hay que emplear.
A todo esto hay que puntualizar una cosa que no carece de importancia. El revisionismo es un asunto de método, no de ideología. El revisionismo consiste en revisitar una y otra vez los textos y los acontecimientos, leerlos y releerlos, analizarlos y observarlos desde todos los puntos de vista posibles, no descartar ningun dato, no admitir ninguna verdad a priori, no someterse a ningún credo, pasar la historia al microscopio.
Los historiadores revisionistas no son, la mayoría de ellos personas interesadas en reivindicar el nazismo, ni en exculpar a ningún bando en especial. Muchos de esos revisionistas son incluso de izquierda, algunos han luchado o han sido víctimas de ese régimen nazi que supuestamente buscan rehabilitar. Y lo peor (para algunos) algunos son judíos.
«Muchos de esos revisionistas son incluso de izquierda, algunos han luchado o han sido víctimas de ese régimen nazi que supuestamente buscan rehabilitar»
Como Roger Garaudy, fervoroso filoislámico, por cierto.
Por cierto, Enric Marco no fue desenmascarado por ningún revisionista. Fueron historiadores serios comoBenito Bermejo y sus propuos compañeros de la asociación Amical de Mathausen que apreciaron bastentes incongruencias en su versión de los hechos.
Perfecto, el que una historia contenga algunas mentiras no hace que toda la historia sea falsa. Pero esa circunstancia tampoco la hace necesariamente verdadera. Se trata de admitir aquello que está probado más allá de toda duda. Cuando estamos hablando de una matanza de 6 millones de personas se impone hilar muy fino. Y aquí se ha dicho cualquier cosa, y de lo más inverosímil. Pero lo peor no es eso sino que se ha querido imponer esas «verdades» por la fuerza, mediante la amenaza, la persecución, la cárcel, etc… No se puede discrepar en este asunto porque te arriesgas a ir a la cárcel, así de simple. No son las mentiras y las simplezas que se dicen acerca de este caso lo más grave, sino que esto se ha convertido en una especie de religión y que los que no la aceptan son considerados heréticos y son quemados en plaza pública.
León Poliakov es un clásico de la literatura «holocaústica», pero la obra de referencia de los «afirmacionistas» es «La destrucción de los judíos europeos» de Raul Hilberg. El cual por cierto no logra llegar más allá de 5.100.000 víctimas judías. Obviamente nadie le ha echado en cara nunca de manera demasiado agresiva esa merma en la cifra mítica de los 6 millones.
Este es un debate que el tiempo resolverá. Llegará un momento en que las opiniones cambien, el poder pase a otras manos, las cosas se vean desde otra óptica, las pasiones se aplaquen y los intereses sean distintos. Siempre ha sido así. y así será en este caso también.
Roger Garaudy es un converso musulmán (antes fue comunista). Todos esos datos son interesantes, pero los ataques ad hominen no invalidan las tesis que sostienen las personas. Si Garaudy dice que el agua moja, ¿hay que negarle la razón porque es un musulmán y nos desagradan los musulmanes? Sería más acertado asomarse a lo que dice para sacar alguna conclusión sobre sus argumentos.
En cuanto al tal Enric Marco (un personaje de Berlanga), hablar de «incongruencias en su versión de los hechos» es bastante suave como apreciación: es un farsante como la copa de un pino. Es curioso que cualquier espabilado pueda hacerse pasar por un sobreviviente de una campo de concentración. Aprecio que hay muchos pícaros y farsantes en todo este negocio.
En primer lugar Mathausen es un campo de concetración para prisioneros políticos, al igual que Dachau, no tenía en principio (mas tarde con la clausura de los campos orientales si) nada que ver con los judíos o el holocausto.
Marco fue al parecer detenido por la gestapo y utilizó esta circunstancia para hacerse pasar por deportado trs la guerra. En Mathausen muchos de los supervivientes no se llegaron a conocer en el campo, igual pasa con los grandes Gulags, no estamos hablando de un club social, muchos se llegaron a conocer precisamente tras la huida de los nazis. Además la tasa de mortalidad al final con las enfermedades fue muy alta, es perfectamente factible que la mayoría de sus compañeros hubiesen muerto y que no se pudiese comunicar con otros por no hablar el idioma. De todas formas, no fueron precisamente los revisionistas quienes lo denunciaron sino sus entonces supuestos excompañeros. En mi opinión esto da mas credibilidad a los hechos.
El tema del «jabón de judío» fue mencionado por primera vez por Simon Wiesenthal (un peso pesado de este negocio, que por cierto tuvo problema con la justicia en sus últimos años por no recuerdo qué asuntos poco claros con dinero ajeno, o algo así) poco después de la guerra en un periódico de la comunidad judía de Viena. Podría buscar la fuente porque el texto merece la pena leerlo, es una pieza de un comicidad poco común. Parece un «gag» de Mel Brooks.
El invento del jabón daría risa si no fuera que estamos pagando las consecuencias.
Sobre Wiesental leí esto en RC:
http://radiocristiandad.wordpress.com/2009/08/20/sobre-simon-wiesenthal/
Un vividor canalla, como Soros, que sobrevivió alzándose sobre los cadáveres de otros judíos.
Wiesenthal es una típica biografía judía, un personaje judío de cajón. A mí esas biografías de caraduras, trepadores y picaros sinvergüenzas me apasionan. Me sacan del aburrimiento. Y la tribu judía es particularmente pródiga de estos productos, que salen de la nada y llegan a las más altas cuotas de fama y popularidad debido a su falta de escrúpulos, sus ansias de poder, su mitomanía sin freno, su oportunismo desatado y sus rostros de cemento armado (¡qué digo, de kevlar!).
«Mathausen es un »
fue
Me da igual lo que haya dicho Wiesenthal (en el caso de que lo haya dicho). Aquí importa mas en esto la opinión de Yad Vashem, o sea de la gente que investiga profesionalmente sobre el asunto y siempre ha sido la misma. Esto es lo último que leí a respecto.
http://isurvived.org/InTheNews/YadVashem2NaziSoapStories.html
La recuerdo de hace 5 años. Llevan décadas sosteniendo lo mismo, los revisionistas como siempre se apropian de méritos que no les corresponden.
el problema reside finalmente en que nos pasamos la vida hablando de los «campos …[¿de qué?]» y no de los «crímenes» (si pueden llamarse así) de «los buenos». Ocurre igual en España… bla…bla…bla … sobre Garcia Lorca… y nada sobre Maeztu, por ejemplo. No me consta que los rusos, sean comunistas o demócratas, pierdan el tiempo hablando de los «crimenes» de Stalin. El mismo Putin ha dado ordenes de que no se vaya por ese camino porque daña la imagen histórica de la Madre Rusia. ¿Podríamos hacer en Europa otro tanto? Tampoco creo que los musulmanes se planteen algún sentimiento de culpabilidad por sus
«guerras santas» desde Arabia a Francia y Viena.
Al parecer sólo los católicos y los europeos tenemos CRIMENES históricos (genocidios, colonialismos, etc) ¡qué ingenuos!… Como le pasó al padre LasCasas… ¿nos creemos la propaganda enemiga? es decir todas las Leyendas Negras. Pero es que aunque esas leyendas fueran ciertas en su totalidad…
comparándonos con las demás religiones, razas y culturas… saldríamos bien librados… Por ejemplo, algunos » cristianos» se creen culpables por Las Cruzadas… Algunos papas piden «perdón» cada vez que viajan al muro de las lamentaciones… No recuerdo que nadie haya pedido perdón a los europeos o a la Cristiandad…a lo largo dos milenios…. Por otra parte es absurdo pedir perdón: Sólo pide perdón el culpable derrotado ante el Vencedor …Sólo a Dios se le puede pedir perdón… ¿Pero qué jefe de Estado digno puede sentirse «culpable» ante otro jefe de Estado que probablemente acumule tantos o más «crímenes»?
Hay bastante verdad en que dices JS
«De todas formas, no fueron precisamente los revisionistas quienes lo denunciaron sino sus entonces supuestos excompañeros. En mi opinión esto da mas credibilidad a los hechos.»
Lo dices con una candidez desarmante, y sin darte cuenta de la gravedad de lo que dices. Los hechos son los que son: son creíbles (pues verdaderos) o no son creíbles (por falsos), lo diga quien lo diga. Admites alegremente que si alguno del «bando contrario» hubiera desenmascarado a este farsante no le hubieras dado crédito por «mala» persona. Me alegro que no seas juez, pues si debieras juzgar a alguien siguiendo ese peregrino criterio que establece que la verdad es en función de quien la dice y que este además te simpatice, mandarás a todo el mundo al «trullo» menos a tus amigos.
Acabas de hacer una declaración de prejuicios realmente sincera. Te honra esa sinceridad pero te descalifican esos prejuicios para tratar con pretensión de equilibrio y sensatez asunto alguno. «Si no eres de mi equipo no puedes decir verdad», ese es al parecer tu lema. Eso se llama sectarismo, y es algo muy común (aunque no exclusivo) en el bando que representas.
Respecto a PioXII
http://www.aurora-israel.co.il/articulos/israel/MundoJudio/26475/
Para tí el Museo de Yad Vashem parece ser la autoridad máxima en materia de Holocausto, el depositario único de la verdad sagrada. Estás en pleno sistema judío, que no es precisamente el nuestro. Para tí el Holocausto es una religión y Yad Vashem es tu Vaticano. De ahí emana toda verdad, la doctrina indiscutible del culto al Holocausto.
En cuanto a que el museo citado viene desmintiento lo del «jabón de judío» (invento de un judío, no de un revisionista, te importe o no) eso no se corresponde a la realidad. Una vez que se ha admitido la falsedad de esa historieta ya no ha sido necesario seguir insistiendo en esa negación pues nadie sostiene lo contrario. No hay polémica acerca de este asunto. Presentas el tema como si las autoridades de Yad Vashem vinieran luchando denodadamente contra esa leyenda del «jabón de judío» desde hace décadas. Si alguien sigue propagando esa bizarra historia sería interesante saber quién es y cuales son sus motivos.
En cuanto a los méritos de los revisionistas, no creo que estos estén esperanzados en que los de tu bando se los reconozcan. El hecho cierto que no puedes refutar es que un judío lanzó el bulo del «jabón de judío», bulo aceptado en principio por no pocos correligionarios sedientos de historias macabras, inmediatamente desmentido por los revisionistas y posteriormente desmentido por los propios judíos: la cosa era demasiado abracadabrante como para insistir con esa gilipollez.
Te voy a hacer una predicción, casi una profecía (con permiso de los que tienen el monopolio de la visión profética). Algún día se derrumbará todo el mito del Holocausto y se establecerá la verdad. Cuando eso ocurra aparecerán unos judíos que se arrogarán el mérito de haber desenmascarrado esa supercheria colosal y le echarán la culpa de ese invento a otros que montaron esta historia para desacreditar a los pobres judíos. Se admiten apuestas.
Yo me alegro que la historia del «jabón de judío» no fuese más que un bulo. De lo contrario, ¿nos imaginamos acaso la de peliculas, series y libros que se hubieran hecho y escrito sobre los judíos convertidos en jabón (o en manteca, si a algún judío de imaginación desbocada se le hubiera ocurrido)? Y después hubíeramos tenido que aguantar durante décadas a todos esos supervivientes que no se cansarían de contarnos cómo vieron desaparecer a sus familiares en la fábrica de jabón o de manteca. Y el trauma que sufren cada vez que ven una pastilla de jabón o una tostada untada.
Gracias al cielo, Dios aprieta pero no ahoga.
«En cuanto a que el museo citado viene desmintiento lo del “jabón de judío” (invento de un judío, no de un revisionista, te importe o no) eso no se corresponde a la realidad. Una vez que se ha admitido la falsedad de esa historieta ya no ha sido necesario seguir insistiendo en esa negación pues nadie sostiene lo contrario. No hay polémica acerca de este asunto. Presentas el tema como si las autoridades de Yad Vashem vinieran luchando denodadamente contra esa leyenda del “jabón de judío” desde hace décadas. Si alguien sigue propagando esa bizarra historia sería intreresante saber quién es y cuales son sus motivos.»
Es que lo llevan. Además lo del jabón no se inventó con el tema de los judíos, es un tema que ya surgió tras la primera guerra mundial. Se acusó a los alemanes de hacer lo mismo. preséntame un solo documento de una institución judía seria que avale el asunto.
«Para tí el Museo de Yad Vashem parece ser la autoridad máxima en materia de Holocausto, el depositario único de la verdad sagrada. Estás en pleno sistema judío, que no es precisamente el nuestro. Para tí el Holocausto es una religión y Yad Vashem es tu Vaticano. De ahí emana toda verdad, la doctrina indiscutible del culto al Holocausto»
No, pero es un instituto que siempre investigó el asunto desde un punto de vista científico. Sus libros siempre son muy buenos y muy bien documentados. Del Holocausto existen tantas evidencias como de los gulags, del genocidio armenio o del Holomodor (incluso muchas mas que en los dos últimos acontecimientos que he mencionado) hay miles de testimonios, actas, fotos de las matanzas (con el sargento de las SS empuñando el arma )algo casi inaudito en cualquier acontecimiento similar), confesiones de los ejecutores del plan como Höss, ruinas de las instalaciones, lugares a los que llegaban miles de deportados pero a los que apenas llegaban víveres, testimonios que casi siempre son totalmente coincidentes (y que además coinciden con los de gente como Höss). De hecho a veces se menciona a Irving como revisionista, yo lo he leído y no creo que lo sea, el no niega las matanzas de judíos, sino que intenta liberar a Hitler de responsabilidad en el asunto, intentado echar la culpa a Himmler. Se puede cuestionar algo científicamente pero cuando alguien miente como hace Faurisson (este si que es un auténtico revisionista, pues niega la persecución homicida de los judíos en Europa) con el tema de Ana Frank y el bolígrafo pierde toda credibilidad.
Nadie ha dicho que alguna institución judía haya dado crédito oficialmente al bulo del «jabón de judío», sino que ese bulo salío de fuentes judías.
En todo caso, en 1946 o 1947 (no recuerdo la fecha) Simon Wiesenthal ofreció los detalles de este tremebundo asunto. En un artículo aparecido en el periódico de la comunidad judía austriaca, Der Neue Weg («La Nueva Vía») y titulado «RJF» escribía lo siguiente:
«Las terribles palabras «Transporte de jabón» fueron oídas por primera vez en el Gobierno General (que así se denominaba lo que quedaba de Polonia bajo ocupación alemana una vez anexionadas al Reich sus provincias occidentales) y la fábrica se encontraba en Galitzia, en Belzec. De abril del año 1942 a mayo del año 1943 900.000 judíos (novecientos mil) fueron utilizados como materia prima en esta fábrica.»
Después de la transformación de los cadáveres en diversas materias primas, siempre según Wiesenthal:
«El resto, los deshechos grasos residuales, era empleado en la producción de jabón.»
Y proseguía así:
«Después de 1942, la gente en el Gobierno General sabía lo que significaba el jabón «RJF». El mundo civilizado no puede imaginarse la alegría que ese jabón procuraba a los nazis y a sus mujeres. En cada trozo de jabón ellos veían un judío que había sido puesto ahí mágicamente y al que habían impedido de esa manera llegar a ser algún día un segundo Freud, Erlich o Einstein.»
Es como para mearse de la risa. Parece un guión de película de Mel Brooks, o tal vez de los hermanos Marx, para no salirnos de la tribu.
A todo esto, como bien dices, el museo del Holocausto siempre ha respondido que los nazis nunca fabricaron jabón con los cadáveres de los judíos.
La explicación de ese bulo, o por lo menos su origen pudiera estar en la circunstancia siguiente. Antes que nada, decir que en tiempos de guerra las imaginaciones se desatan. Durante la guerra Alemania sufría una penuria de materia grasa y la producción de jabón fue puesta bajo la supervisión del gobierno. Las barras de jabón fueron marcadas con las iniciales «RIF», las siglas alemanas que significan «Oficina del Reich para el suministro de materias grasas». Algunos leyeron por error o maliciosamente «RJF», e interpretaron «pura grasa judía» (en alemán obviamente). El rumor (que no se descarta que fuera propagado por enemigos del régimen para desacreditarlo ante la población civil y de paso desmoralizar a esta en la creencia de que su gobierno hacía cosas tan terribles como esa) se extendió rapidamente. En su momento Simon Wiesenthal vío en esa historia un posible filón para explotar y se lanzó de cabeza inventándose una novela de terror para un público ansioso de historias tremebundas acerca de la maldad diabólica de los nazis. La catadura moral de este cínico y desequilibrado personaje queda de manifiesto en el invento de 900.000 judíos transformados en pastillas de jabón. Mucho jabón me parece. Nunca se habló de champú o de crema hidratante, por cierto. De dónde sacó esta historia que ofreció al mundo como un hecho real? De un rumor primero y de su imaginación después. La cosa era tan gorda, pero tan gorda, que enseguida cayó en el discrédito. Sin embargo la historia dió la vuelta al mundo y en el imaginario de mucha gente todavía hoy algunos dan crédito a esta historia.
No deja de ser curioso el que el tal Simon Wiesenthal haya sin embargo hecho una larga carrera en el tema del Holocausto y haya sido siempre considerado una autoridad moral de primer rango (!!!). En realidad fue un bribón que terminó su vida huído de la justicia austriaca por un turbio asunto con el fisco o por unos dineros mal habidos, cosa muy rara, excepcional diría yo, en esa tribu.
El «jabón de judío» es una típica historia judía.
Antón
Tienes un conocimiento muy deficiente de lo que es en realidad el revisionismo.
El revisionismo es un asunto de método, no es una ideología.
El revisionismo preconiza, para toda investigación, el retorno al punto de partida, el examen seguido del reexamen, la relectura y la reescritura, la evaluación seguida de la reevaluación, la revisión, la refundición. Es en espíritu lo contrario de la ideología. No niega pero tiende a afirmar con mayor exactitud. Los revisionistas no son «negadores» o «negacionistas»; se esfuerzan en buscar y encontrar ahí donde, al parecer, ya no había nada más para buscar ni encontrar.
El revisionismo puede ejercitarse en cien actividades de la vida diaria y en cien campos de la investigación histórica, científica o literaria. No cuestiona necesariamente unas ideas admitidas pero lleva muchas veces a matizarlas. Busca desentrañar lo verdadero de lo falso. La historia es, en esencia, revisionista; la ideología es su enemiga. Como la ideología no es nunca tan fuerte como en tiempos de guerra o de conflictos, y como fabrica entonces falsedades a profusión para las necesidades de su propaganda, el historiador se verá conducido a redoblar su vigilancia: pasando por el tamiz del examen lo que se le ha ofrecido como «verdades», se dará cuenta sin duda que ahí donde una guerra ha provocado decenas de millones de víctimas, la primera de esas víctimas será la verdad verificable: una verdad que hay que buscar y restablecer.
La historia oficial de la 2ª Guerra Mundial contiene algo de verdad y muchas mentiras. La historia oficial retrocede a medida que el revisionismo histórico avanza.
«……..No, pero es un instituto que siempre investigó el asunto desde un punto de vista científico………..»
Con dos cojones, jajajajajajjajajajajajajajajajajjajaja y jijijijijijijijijijijijij y jojojojojojojojojojojo. La madre que me parió
Mira majete, desde el mismo instante que se prohíbe por ley y se pena con cárcel el estudiar historia, algo nos dice que se oculta la verdad, que no es trigo limpio lo que se está prohibiendo.
Tus testimonios, esas declaraciones de las que hablas, ¿quieres que mañana te lleve testigos que jurarán haber estado presentes en lo que se te ocurra? ¿quieres declarantes sobre el genocidio de quien te imagines? Todo depende del precio que se pague y creo que el No-estado de Israel está cobrando y bastante bien estas declaraciones indemostradas.