Israel implementará una serie de medidas drásticas que empeorarán las condiciones de detención para los prisioneros palestinos acusados de terrorismo, según ha manifestado este miércoles el ministro de Seguridad Pública del país, Gilad Erdan.
De acuerdo con Erdan, se trata de un esfuerzo por disuadir a potenciales terroristas de cometer actos de violencia contra la nación y «cumplir con el deber moral para con las víctimas del terrorismo y sus familias».
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Bajo las nuevas pautas, los prisioneros ya no podrán cocinar su propia comida. Sus utensilios de cocina les serán confiscados y se les reducirá significativamente el dinero que reciben de organizaciones de derechos humanos y familiares. Las visitas de allegados serán limitadas y se prohibirá la de parlamentarios israelíes.
Por otro lado, los reos pertenecientes a las organizaciones rivales Hamás y Al Fatah (organización laica de Palestina) ya no serán separados por secciones, pese a las tensiones entre ellos. Según el ministro, mantenerlos en recintos distintos solo fortalece «la identidad» de sus grupos.
Una de las medidas más severas consiste en reducir el consumo de agua. Erdan afirma que los reclusos palestinos dejan los grifos abiertos todo el día como «acto de desafío» contra Israel y gastan «cinco veces más agua que un ciudadano israelí».
Israel endurece las condiciones de los presos palestinos para «cumplir deber moral con las víctimas»
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