Bardají el sionista que infiltró Vox

Rafael L. Bardají - Adiós América - Libertad Digital

Al fin y al cabo, cumpliendo con el islam rigorista que defienden los dirigentes del Estado Islámico, los negocios podían abrirse, las escuelas funcionaban y el temor a perder la vida mientras se hacía la compra desaparecía. El Estado Islámico no era un simple grupo terrorista, como nos gusta decir por aquí; era un aparato generador de seguridad y orden. De hecho, si se analizan las muertes causadas por el EI, son diez veces inferiores a las causadas por Asad, y la mayoría están directamente relacionadas con sus combates contra el régimen y contra otros grupos de la oposición, incluido el Frente Al Nusra.

Comentario Neo Cohn: Unas declaraciones para echarse a temblar que demuestran que a este solo le importan los intereses judíos y que la persecución de los cristianos sirios, tan protegidos por Assad, ni aparece en su radar mental. El auge de Vox no se explica sin la preceptiva bendición judáica.

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