Con la disculpa de las caricaturas. El comunicado de uno de sus llamados «líderes» destila un victimismo delirante:
El escrito, dividido en doce puntos, se refiere a la magnitud de la ofensa cometida por los caricaturistas daneses y al clima general de indignación que se vive a día de hoy en el seno de la comunidad musulmana. El comunicado irrumpe con una enérgica denuncia hacia «la malévola hostilidad» y «la infinita lluvia de agravios» procedentes de «unos medios de comunicación que suscriben una acción militante y de hecho militar contra los pueblos musulmanes». Así, se condena «unos medios de comunicación en manos de la extrema derecha que han aprovechado execrables actos aislados de desesperación para dañar aún más a los musulmanes», en referencia a los medios españoles.
Y se desliza por la peligrosa senda de las amenazas
El carácter abiertamente hostil e incluso amenazante del comunicado se hace más palpable conforme se suceden las líneas: «Insultos de esta gravedad no pueden quedar impunes, merecen una satisfacción para nuestro sosiego y beneficio».
¿Beneficio? Se le escapó, imagino; pero es muy significativo de lo que piensa esta gente…
El escrito prosigue con incendiarias sentencias del tipo de «nos reservamos cualquier tipo de medida que podamos tomar contra los mediocres intereses de una gente arrogante cuya mayor contribución al desarrollo de la humanidad en estos momentos es inundarla con narcóticos ‘legales’ y con pornografía infantil».
¿De verdad que es esa toda la contribución de Occidente a la humanidad? ¿De verdad que los mahometanos no usan “narcóticos legales”, es decir, analgésicos? ¿De verdad desconoce que su “amado Mensajero” se beneficiaba a una niña de nueve años? Parece ser que sí:
La importancia del «ultraje» se pone de relieve en declaraciones como «la comunidad musulmana mundial ha ejercido una creciente tolerancia incluso hacia los más desvergonzados crímenes y expolios, sin embargo no está dipuesta a aceptar un solo insulto contra nuestro amado Mensajero».
Léelo aquí: Un líder musulmán de Mallorca avisa que las «viñetas no van a quedar impunes». No es este el artículo que leí originalmente, pero también tiene detalles interesantes:
Un motivo de orgullo para él es su hijo mayor, de 18 años. Es hafi de Corán, esto es, se sabe el Corán de memoria. «Yo no le he obligado, porque es imposible obligarle a que lo aprenda».
Con esos conocimientos, estoy seguro de que le irá muy bien en la vida. Por cierto, se trata de un «farmacéutico homeopático»… (no encontré ninguna imagen de mayor tamaño):
He leido el artículo del Mundo y es de frenopático. Esta gente tiene una caradura realmente increible.
islam fuera!