Europa según Timothy Garton Ash

Aunque aquí, en estas europas plurales, sigamos dedicando el tiempo a juegos florales (XXX era ratificada la malograda y mal llamada constitución europea” por Estonia, los analistas políticos de más fino olfato advierten que este constructo europeo no va a llegar a despegar.

Acabo de leer el artículo Crisis in Europe, de un tal Bruce Bawer, desconocido para mí. El artículo trata sobre todo de distintos libros sobre la amenaza que para Europa implica la inmigración mahometana. Fortuyn, Fallaci, Lewis, Spencer, Ibn Warraq, Bat Ye’or… son los principales autores citados. No voy a repetir sus argumentos, ya que tratamos de ellos todos los días. La última parte del artículo (IV) trata sin embargo de “Free World”, el libro de un distinguido profesor de Oxford, Timothy Garton Ash:

he is at the heart of the European academic elite—and his book’s main value, it turns out, is that it is an absolutely perfect example of today’s European-elite mentality in all its arrogance, self-delusion, and folly. As such, it is worth looking at in some detail.

 

Se apariencia me hace pensar en Tariq Ramadan

La principal tesis del libro es que el gran reto actual de Europa es superar la oposición entre los Euroatlanticistas y los Eurogaullistas. Es decir, entre los que quieren una Europa aliada a los EE. UU. y los que la quieren enfrentada. La crítica que el autor del artículo hace a esta tesis es que olvida las dos principales amenazas: la existencia de una minoría musulmana no integrada y más agresiva cada día que pasa y la vulnerabilidad de Europa al terrorismo islámico.

En realidad Garton Ash no solo olvida estos problemas, sino que los niega. Estas son las críticas que se hacen al libro:

En vez de acusar a esas minorías que rechazan integrarse (porque pretenden imponerse sobre el resto), se critica a quienes denuncian o se sienten preocupados por esa radicalización de los musulmanes. Esta es la famosa acusación de “causar crispación”; los malcontentos de siempre, ya se sabe.

Se acusa a las clases populares, por lo mismo: “votantes nativos de las clases menos pudientes resentidos por el rápido cambio de su forma tradicional de vida que echan la culpa a los inmigrantes del aumento de la criminalidad y de la pérdida de puestos de trabajo”. Nótese que llegado el caso a la progresía no le tiembla el pulso a la hora de abandonar a sus votantes tradicionales. Ellos, en justa respuesta, les abandonan también por la derecha radical.

Se acusa a los europeos de no hacer todo lo posible porque los musulmanes se sientan “en casa”. Esto es muy grave, sabiendo, como se sabe, que la única forma de que se sientan en casa es otorgándoles privilegios, algo inaceptable en sociedades igualitarias. Pero claro, llegado el caso, los progres no tienen empacho en pedir algo tan contradictorio como la “igualdad asimétrica”.

Tiene un desliz interesante. Después de dedicar 196 páginas a esa división entre europánfilos y atlantistas, en la 197, Garton Ash advierte del problema del Islam en Europa, que podría llevarnos a una espiral de decadencia. Detenerla “será la tarea más urgente de la política doméstica europea durante la próxima década. Podría que fuera ya tarde”. Esta afirmación está en abierta contradicción con el resto del libro.

Garton Ash, aunque pretende superar la oposición atlantistas europeístas, echa su cuarto a espadas a favor de los últimos. Desconfía además de los estados nacionales y del patriotismo nacional, pero se deshace en elogios hacia la Unión Europea y cree que es necesario un patriotismo europeo, incluyendo la parafernalia asociada: “banderas, símbolos, y un himno europeo que podamos cantar”.

Otra contradicción semejante es que pide una Unión Europea liderada por Alemania Francia y Gran Bretaña, cosa nada compatible con unos presupuestos democráticos. Pero obviamente, los presupuestos democráticos han sido olvidados hace tiempo por las elites europeas, que desoyen incluso critican las quejas de quienes sufren las consecuencias de su política inmigratoria promusulmana.

Este es el artículo completo: Crisis in Europe

2 comentarios

  1. Alucino con esta gente, tiene una cantidad de pajaros en la cabeza que da miedo, además pensar que sin la religión ni una moral común se va a construir una Europa unidad, que no estamos unidos por nada, porque solo por democracia, economia y otras cosas no es suficiente.
    Además eso de que los musulmanes se sienten en casa, bueno, construyendo todas las mezquitas y se deberia de saber que el iman es un guia, y cualquiera puede rezar en el islam, y no es necesario una mezquita. Pero claro, la teologia, no hay que saber, aunque nos pueda venir bien.
    Estos libros y estos autores marcan la tendencia occidental, porque el problema no solo esta en Europa, sino en EEUU, Australia o Canada.

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