Desafío islamista en los Balcanes: «Los Balcanes son la cabeza de puente del yihadismo en Europa».

Ya era hora de que la prensa tradicional hablara del asunto.

«Los Balcanes son la cabeza de puente del yihadismo en Europa». Esta confesión de un mando militar español destinado en Kosovo -que pide el anonimato- revela que la UE sigue teniendo en los Balcanes una asignatura pendiente. Sobre todo ahora que las aguas bajan de nuevo revueltas por Bosnia-Herzegovina, donde no acaba de cuajar la idea de un Estado plurinacional y las partes comienzan a cuestionar el Acuerdo de Paz de Dayton (1995). Tampoco hay que olvidar la patata caliente llamada Kosovo.

La idea de un islam radical fue introducida por las elites religiosas bosnias que estudiaron en la universidad egipcia Al-Azhara en el periodo de entreguerras, cuando fundaron la Organización Musulmanes Jóvenes (1939). Sin embargo a raíz del conflicto bosnio (1992-1995) fue cuando el yihadismo comenzó a asentarse en el Balcán, una tierra donde la religión de Mahoma, llegada con las lanzas del Imperio Otomano, convive con la herencia agnóstica del comunismo, los escotes de las musulmanas en las discotecas de Sarajevo, el consumo de alcohol en los bares de mayoría albanesa en Skopje o los casinos a doquier de Tirana. Hoy es profesada por más de ocho millones de personas en diez países de la región.

Becas en el Golfo Pérsico

Para el yihadismo global -cuyos muyahidines veteranos de la guerra contra la URSS en Afganistán se desplazaron hasta la desconocida Bosnia- ésta ha sido siempre una tierra que «devolver al camino auténtico del islam», tal y como afirmara el saudí Shaykh Abu Abdul Aziz, uno de los lugartenientes de Bin Laden en los Balcanes.

El fenómeno creciente de la radicalización del islam en esta parte de Europa, que aspira a ingresar en el club de la UE, es paralelo al establecimiento de ONGs musulmanas vinculadas al «wahabismo» o visión más estricta del islam. La CIA llegó a considerar que un tercio de las ONG que operaban a finales de los noventa apoyaban el terrorismo. Entre 2001 y 2007 se registraron hasta seis grandes operaciones antiterroristas en Bosnia, según Athena Intelligence.

«Antes era menos usual ver chicas jóvenes vistiendo velo», destaca Goran Spirov, un joven macedonio, estudiante de Medicina, quien cuenta cómo muchos jóvenes musulmanes sin recursos aceptan becas para poder estudiar en universidades establecidas en países del Golfo Pérsico: «Vuelven con ideas más radicales».

Me temo que será cada vez más difícil ocultar que en la ex-Yugoslavia Europa se ha creado un problema que no existía antes.

Desafío islamista en los Balcanes

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