El espinoso asunto del aborto y el silencio cómplice de los partidos

Atención:

Hay algo oscuro en todo este asunto que queda incluso más allá de la perversión del asesinato impune de inocentes. Y es que no puede deslindarse el problema del aborto en sí de la incidencia social de este fenómeno, de su incidencia en la demografía de la comunidad. Así, en los países occidentales el aborto, caso extremo de las políticas antinatalistas propias del patológico individualismo liberal, tiene el efecto de limitar primero y disminuir después la tasa de renovación generacional de la población. Una sociedad que no se renueva ni crece sencillamente no es viable ni desde el punto de vista económico ni desde el punto de vista histórico. Esto, obviamente, no implica una consideración puramente economicista del fenómeno del aborto y tampoco implica soslayar la gravísima cuestión moral.

Simplemente se pretende apuntar que el aborto es un tema de enorme calado y no exclusivamente una cuestión de ética individual. La consecuencia primera es que para mantener las «prestaciones sociales» los políticos se ven abocados a renovar a los no-nacidos con inmigrantes que, claro está, por su condición consustancial de precarios carecen de los esos mismos «derechos» que se reivindican. La situación así generada se normaliza y ya no vuelve atrás. La reclamación de esos derechos por parte de sindicatos y partidos de izquierda -totalmente domesticados y al servicio del poder- no puede evitar la precarización progresiva de los trabajadores asociada a una demografía que implosiona cada vez más.

De este escenario deben deducirse dos conclusiones. Primero, que la discusión en torno al aborto está claramente sesgada en un sentido interesado, e interesado al más alto nivel. Segundo, que el bando «progresista» está llevando a cabo una política en torno al aborto en evidente consonancia con los intereses del capital global; una línea que, dicho sea de paso, es la misma que recriminan a los partidos supuestamente conservadores. En este sentido, es preciso subrayar que puede hablarse de políticos concretos comprometidos con las tesis anti-abortistas pero partidos políticos, lo que se dice «partidos políticos», no hay ninguno.

Sí, nuestras élites se cansaron de la prole de las masas proletarias y han decidido sustituirlas por inmigrantes. La derecha solo lamenta que se haga de forma tan grosera, sin maneras, como siempre.

17 comentarios

  1. El aborto no es un asunto espinoso. Yo lo veo claro: es un asesinato, un genocidio y una hipocresía rampante.
    A todos esos intelectualoides, feministas, progres, derecha acomplejada, y demás fauna, que dicen «la mujer tiene derecho sobre su cuerpo», les diré que sí, que tiene mucho derecho sobre su cuerpo. Yo me puedo cortar el pelo o hacer una dieta. Pero un hijo no es mi cuerpo. Está en mi cuerpo pero no es mi cuerpo, es otra vida y no tengo derecho a matarlo.
    El aborto es ASESINATO.
    Para mí no hay paliativos, estoy radicalmente en contra del aborto en todos los casos.

    Ya entramos en el tema de que nuestras étiles prefieren un exterminio de los hijos de los trabajadores europeos para sustituirlos por mano de obra no blanca, que es más barata, más fácil de engañar, menos inteligente y por lo tanto más manipulable.

    Así que ponen el señuelo de «vivir mejor, tener un todoterreno y una casa propia», así que «no se pueden tener ni dos hijos, porque no hay luego para pagarse vacaciones». Y la gente pica ese cebo. Y no se dan cuenta de que es para su perdición.
    En fin.

  2. Si, pero en el tema del aborto existe una gran hipocresía, sobre todo católica.

    Se condena el aborto, pero si una mujer se queda embarazada y decide ser madre soltera es condenada al ostracismo. Yo esto lo ví cuando era niño, fulanita de tal era madre soltera… Era como una carta negativa de presentación.

  3. En efecto, Antón, sobre todos los católicos. En los países protestantes las madres solteras y las adulteras siempre han sido muy bien vistas y acogidas con desbordante caridad cristiana.

    Además, nótese que el aborto se ha legalizado precisamente cuando ha arreciado el rechazo católico hacia las madres solteras, para resolver el problema.

  4. Sí Antón, no niego lo que dices, aunque no me crié en una sociedad católica. Pero hoy día por lo que he visto, al menos la iglesia protestante ayuda a las jóvenes que cometieron el error de quedarse embarazadas solteras. Supongo que la iglesia católica también lo haga. Es que al fin y al cabo no se va a subsanar un error con otro mucho mayor. Porque una cosa es equivocarse y quedarse embarazada a destiempo y otra es el asesinato a sangre fría de tu propio hijo.

    Y aunque la iglesia no haga nada: el aborto es un asesinato y casi siempre la responsabilidad recae en la mujer, y a veces en la familia de ésta.
    No veo yo a los curas lapidando adúlteras por ahí.

  5. “En los países protestantes las madres solteras y las adulteras siempre han sido muy bien vistas y acogidas con desbordante caridad cristiana.”

    No se si en esto que dices hay ironía, pero te puedo decir que es verdad, aunque en lo de las adúlteras no estoy de acuerdo. En los países protestantes (hay muchos tipos de protestantes) en general se respeta mas el hecho de que una mujer haya decidido ser madre. En España se respeta mas a una mujer que tiene posición económica y no tiene hijos que una mujer trabajadora que, pudiendo abortar, decide no hacerlo y sacar a su hijo adelante; y por ello la sociedad no solo no la apoya sino que además hace que sea señalada con el dedo

  6. Con auténtica ironía, Anton. Más:

    > En los países protestantes (hay muchos tipos de protestantes) en general se respeta mas el hecho de que una mujer haya decidido ser madre. En España se respeta mas a una mujer que tiene posición económica y no tiene hijos que una mujer trabajadora que, pudiendo abortar, decide no hacerlo y sacar a su hijo adelante; y por ello la sociedad no solo no la apoya sino que además hace que sea señalada con el dedo

    ¿? ¿Y esto por ser una sociedad católica o por haber dejado de serlo?.

    ¡Por Dios! ¡Y por la Virgen María! Sobre todo por ella 🙂

  7. Además queridos míos: vayamos al grano.
    La realidad es que si bien en épocas pasadas podía verse mejor o peor que una mujer tuviese hijos fuera del matrimonio, eso no ponía en peligro la sociedad de modo alguno.
    Veamos: dejando aparte que el aborto es un asesinato, supongamos que una mujer quedó embarazada hace 50 años en Murcia. Fué a un sitio lejano y se hizo un aborto. Luego esa mujer andando el tiempo se casó y tuvo seis o siete hijos.
    Así que globalmente el patrimonio genético español y europeo no se puso en peligro.
    Pero hoy día, que se premia el aborto con sonrisas complacientes y con palabras de apoyo, y se denigra a la mujer que tiene tres o cuatro hijos (no hablemos de más) con palabras como «coneja irresponsable», sí que la extinción de la raza está mucho más cerca.

  8. AMDG:
    Me parece bien tu punto de vista, sin embargo, yo he vivido en EEUU y te puedo decir que allí existen muchas mas asociaciones que aquí dedicadas a ayudar a mujeres que deciden tener hijos ellas solas.

    No se vosotros, pero en mi opinión una mujer que con 18 años decide tener su hijo, y lo intenta sacar adelante con todas sus fuerzas merece todo mi respeto. yo, desde luego, no me considero mejor que ella.

    «¿? ¿Y esto por ser una sociedad católica o por haber dejado de serlo?. »

    No lo sé. pero en mi opinión esto es mas difícil de asumir en un pueblo que en una ciudad. Y la ciudad en general es mas laica.

  9. Pero si reconozco que en el pasado hubo una gran intolerancia; por ejemplo en las primeras comunidades que se asentaron en América incluso llegó a practicarse la costumbre de obligar a llevar a las mujeres un distintivo para humillarlas. Yo hablo de lo que es la situación hoy en día.

  10. > existen muchas mas asociaciones que aquí dedicadas a ayudar a mujeres que deciden tener hijos ellas solas.

    Habría que distinguir entre ayudar a mujeres que deciden seguir adelante con su embarazo aunque sean solteras (bien) o asociaciones que promueven las familias monoparentales (mal).

    En España también hay: http://www.redmadre.es/

  11. A las mujeres que se quedan embarazadas hay que ayudarlas, hacerles ver que la perspectiva de un aborto es peor en todos los casos que un futuro con su hijo.
    Claro que no hay que promover las familias monoparentales como hacen los poderes públicos de forma obscena (y las «familias» de lesbianas y gays).
    Hace falta volver a los valores ancestrales de la familia y el matrimonio como sostén del país y de su identidad. Y hablo del matrimonio verdadero y único, no de las aberraciones progres decadentes de los últimos tiempos.

    Si los jóvenes tuvieran una moral bien desarrollada y responsable, no habría tantos embarazos en chicas de 15 y 16 años.
    Y volviendo al tema: si una chica de 15 años se queda embarazada, hay que apoyarla para que tenga a su hijo.
    Que no se arregla un pecado con otro mucho mayor.

  12. Yo no se de que carajo estais hablando, mi bisabuela tuvo 3 hijas cada una de su padre, y si bien es verdad que la vida tenia sus complicaciones ecomonicas, jamas escuche a mi abuela decir que nadie la tratara peor que a nadie por ese hecho(si que recordaba que algunos la insultaban por temas politicos). Yo vivo en un pueblo pequeño y estas cosas jamas se reprocharon aunque solo fuera por que en la postguerra era rara la familia en la no habia una hija, una sobrina, o una tia que fuera madre soltera.

  13. Volviendo al tema, me acordé de este precioso refrán español: El que tenga hijo varón no llamen a nadie ladrón, la que tenga hija de cuna no llame puta ninguna.

    Eso de la discriminación de las madres solteras por los católicos, me parece cuento. Habría que distinguir además la época, hasta bien entrado el XIX, la protesta fue tremendamente hipócrita y puritana. La bastardía era una cosa bastante tolerada en las sociedades católicas hasta que aceptaron el «espíritu del capitalismo».

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