Munición para la batalla 3: «Aristóteles y el islam», ¿salvó el islam nuestras raíces griegas?

Las recientes medidas políticas en Francia en relación a la prohibición del Burka (que ya tienen antecedentes en ciudades belgas e italianas) no eliminarán la pregunta que, muchos se hicieron tras el 11-S: “¿Por qué nos odian?”. ¿Por qué la población oriental de religión musulmana que se incrementa exponencialmente en Europa no se integra y asimila nuestras raíces culturales y religiosas? Hay quien se ha remontado –acertadamente- hasta Herodoto, el primer historiador del mundo que descubrió, en el siglo V a. J.C. la raíz de ése conflicto. Para él, los asiáticos consideraban Europa un lugar inconciliablemente ajeno, “y, desde entonces, siempre tuvieron por enemigos a los griegos”.

Muchos suponían que la globalización había traído –como dijo Francis Fukuyama- “el fin de la historia”. Pero aquel Oriente que había sido comunista, cuando cayó el Muro en 1.989, volvió a ser lo que había sido antes: islámico. No en vano Osama Bin Laden en 1.996 advirtió “Los pueblos del Islam siempre han sufrido agresiones, iniquidad e injusticias impuestas sobre ellos por la alianza entre sionistas y cruzados.”

Por ese motivo, y no otro, cuenta Tom Holland cómo, tras el derrumbe de las Torres Gemelas, un amigo suyo Profesor de Historia cambió radicalmente el énfasis que existía en los programas de estudios por la II GM y la figura de Hitler, para pasar a hablar a sus alumnos de una lejana batalla ocurrida hace miles de años, pero crucial en el sentido de la libertad de Occidente: las Termópilas. Ese profesor de Historia había entendido mucho mejor que Sarkozy o que otros pequeños políticos europeos el sentido de la pedagogía histórica.

Por eso se explica ahora el enorme revuelo que ha causado en Francia una obra tan densa como interesante: “Aristóteles y el Islam: Las raíces griegas de la Europa Cristiana” escrita por Sylvain Gouguenheim. Este profesor de Historia Medieval en la Ecole Normale Superiore de Lyon ha provocado una agria polémica y toda una tormenta cultural en Francia. Ha sido acusado de islamofobia y de alimentar el “Choque de Civilizaciones”. Y todo por negar algo aceptado por el mundo de lo políticamente correcto: que el saber griego entró en Europa gracias a los árabes cuando vivíamos ésa “época oscura” que sobrevino tras la caída el Imperio Romano.

Lejos de aceptar ese lugar común, Gouguenheim afirma que fue la Abadía de Mont Saint-Michael en particular la que preservó los contactos con el saber griego, siendo un activo centro de traducción de textos, especialmente los de Aristóteles. Europa siempre preservó sus contactos con el mundo griego. Al mismo tiempo descubrimos que, al otro lado del Mediterráneo, la helenización del mundo islámico, más limitada de lo que se cree, se debió sobre todo a los árabes cristianos. Así, parece ser que la helenización de la Europa cristiana fue ante todo fruto de la voluntad de los propios europeos. Si el término «raíces» tiene algún sentido en el caso de las civilizaciones, las raíces del mundo europeo son, por tanto, griegas, y no lo son las del mundo islámico.

Todo ello es de crucial importancia en un momento histórico en que los políticos europeos han negado y ocultado toda referencia a las raíces cristianas de Europa en los llamados “textos de la Constitución Europea”. Siendo esto simultáneo a la aparición de trabajos intelectuales que hablan de “las verdaderas raíces de Europa” y señalan los ocho siglos de presencia fundadora del Islam en el continente. Según Zeinab Abdel Aziz, profesora de Civilización francesa en la Universidad Al-Azhar de El Cairo “Fueron los pensadores árabes los que permitieron que Europa conociera el racionalismo”. O la no menos polémica aportación de un especialista en el mundo turco-mongol, J.P. Roux que expresaba: “Europa no sería lo que es si no hubiera conocido el Islam. El Islam pertence a su patrimonio.”

Sylvain Gouguenheim, en la misma clarividencia que el profesor de Historia que cita Tom Holland (autor de obras tan conocidas ya como “Rubicón” o “Fuego Persa”) coloca la cuestión en su epicentro. En la verdad cultural como fundamento de una acción política.

Europa es griega, romana y cristiana. Otra cosa afirmada a esa es preparar el camino a una Europa islamizada. Por ese motivo la obra de Sylvain Gouguenheim ha de ser comentada y difundida.

Fuente: Semanario Atlántico.

Anexo: Editorial Gredos.

2 comentarios

  1. Los árabes cristianos fueron quienes lavaron la cara del Islam durante muchos siglos , el Islam lo arruina y lo persigue todo , Aristóteles fué tambien perseguido por el Islam , el problema es que circulan muchas mentiras del Islam y siempre se saca a relucir el mito de las tres culturas , en realidad sólo hubo armonía en Alandalus donde dominaba el cristianismo , donde dominaba el Islam lo que hubo fué persecución y muerte , como acostumbra el Islam en todas partes.

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