Eso es una versión algo más humorística de la paradoja descarada “cuanto peor, mejor”. Pero vienen a decir lo mismo. La paradoja presenta una visión pesimista y desesperanzada en primera instancia, pero en el fondo es todo lo contrario. Es el colmo del optimismo irreductible: el optimismo que tiene la seguridad de que después de una catástrofe horrible que se llevará por delante el mundo tal como lo conocemos, resurgirá la verdad, la bondad, y la belleza.
El caso es que por las razones que sean, y no creo que sea por coincidencia, los disturbios están surgiendo a lo largo y ancho del mundo como setas tras la lluvia.
Aquí en España tenemos el caso de la región de Cataluña en estado de rebelión latente o declarada y violenta. La rebelión no puede ser más evidente aunque las puñeteras señorías del Supremo vean solo “ensoñaciones”. Qué linces. Las inminentes elecciones nacionales no despejaran el panorama. Será difícil que la izquierda destructora o la derecha consentidora se alcen con una mayoría que garantice la estabilidad, que en todo caso sería la estabilidad espantable de la destrucción roja o del tancredismo “conservador”. País dividido e ingobernable. Peor (mejor) imposible.
Esta situación de polarización y ingobernabilidad se está generalizando. El rechazo de los resultados de las elecciones será la tónica general; el viejo juego democrático -trileros moviendo la ficha de derecha a izquierda y de izquierda a derecha, de Cánovas a Sagasta) toca a su fin. La cosa va más allá de España, y más allá de Europa, se extiende a todo el mundo.
En Reino Unido, el desenlace final del Brexit siempre pospuesto está menos que claro. No va a contentar a nadie y dividirá aún más al populacho dizque soberano. Otro país ingobernable, así que seguimos brindando.
En tres países distintos separados por largas distancias y sin relación alguna, se han producido disturbios que siguen en el aire. Los de Hong Kong, muy aireados por la tele, empiezan a tener consecuencias en la economía de la ciudad autónoma:
El secretario financiero de Hong Kong dijo que la región está en recesión después de más de cinco meses de protestas antigubernamentales, y dijo que era poco probable que logre un crecimiento económico anual este año.
«El golpe a nuestra economía es integral», dijo Paul Chan en una publicación de blog el domingo, y agregó que las cifras del jueves mostrarían dos trimestres sucesivos de contracción: la definición técnica de una recesión.
“El gobierno anunciará sus estimaciones anticipadas para el tercer trimestre el jueves. Después de ver un crecimiento negativo en el segundo trimestre, la situación continuó en el tercer trimestre, lo que significa que nuestra economía ha entrado en una recesión técnica ”, escribió.
El caso del Líbano no está en nuestra prensa, pero los bancos han estado cerrados una semana en medio de disturbios en protestas por la corrupción:
Los bancos en todo el Líbano han sido cerrados por séptimo día consecutivo , y la asociación bancaria del país dijo que los bancos permanecerán cerrados el viernes por «preocupaciones de seguridad», ya que las protestas masivas contra la corrupción han paralizado varias ciudades, que comenzaron hace una semana.
Y para que no falte ningún continente, Chile está también en pie de guerra: Chile: Aumentan a 18 los muertos en protestas. Dicen que todo empezó por la subida del ticket del autobús. Pues van 18 muertos…
Todo irá in crescendo en 2020, año marcado por las elecciones en EEUU. De nuevo, estamos ante otro país cada vez más polarizado y dividido. Es de sospechar que el perdedor no acepte los resultados. Si ganaran los Demócratas, los norteamericanos “de derechas” no tendrán otro remedio que oponerse a los designios destructivos de ese aglomerado de minorías unidas por su odio al norteamericano blanco tradicional. Si ganaran los Republicanos, se puede garantizar una agitación continua que les impedirá gobernar. Sabremos los resultados en Noviembre, cuando comenzará la gran fiesta. Pero podemos empezar a disfrutarla por adelantado:
La división política partidista y la incivilidad resultante han alcanzado un nivel alto en Estados Unidos, con un 67% que cree que la nación está cada vez mas cerca de la guerra civil, según una nueva encuesta nacional.
“La mayoría de los estadounidenses cree que estamos a dos tercios del camino para estar al borde de la guerra civil. Para mí, ese es muy pesimista”, dijo Mo Elleithee, director ejecutivo del Instituto de Política y Servicio Público de la Universidad de Georgetown.
Y lo que es peor, dijo al anunciar los resultados de la encuesta, es probable que la división política haga que la próxima carrera presidencial de 2020 sea la más desagradable de la historia moderna.
Y ¿la Iglesia de Cristo? Pues metida en el mismo cenagal que el siglo: dividida en izquierda destructiva y conservadurismo sufridor, como cualquier sociedad “democrática” liberal camino del derrumbe. La última es abominación ha sido la práctica abierta aunque ambigua de la idolatría (El ‘cisma’ de la pachamama flotante). Los monseñores están con la daga escondida en la faja y con la espalda (y lo demás abajo) contra la pared al cruzarse (La historia tras la ‘falsificación’ de la carta de Benedicto XVI). No queda duda de que se han realizado rituales idolátricos en el Vaticano, y de que no fue una metedura de pata (gravísima en todo caso) porque se insiste en ello. La barca de Pedro está también a la deriva, como la cultura ex-cristiana de occidente que creara en su día.
Pero, tranquilos: lo mejor de todo esto es que esto no para de empeorar, así que a coger las palomitas y disfrutar del espectáculo. Al menos del comienzo; después será mejor tener cerca el agua bendita.
Los judíos están preparando el advenimiento del Anticristo. Se huele, está cerca.