Llamadas al asesinato y la masacre en el Corán

Una selección con las llamadas al asesinato y la masacre en el Corán, especialmente dedicada a islamófilos y demás pánfilos:

[Corán 2:191] «Matadlos donde quiera que los encontréis y expulsadlos de donde os hayan expulsado. La oposición (a vuestra creencia) es más grave que matar”. Oponerse al Islam es causa suficiente para que los musulmanes desencadenen una masacre. Los musulmanes tienen la obligación de recuperar el territorio perdido de donde fueron expulsados, por ejemplo España.

[Corán 2:193] «Luchad contra ellos hasta que no haya más oposición y la Adoración debida sea sólo para Alá. Pero si cesan, que no haya entonces hostilidad excepto contra los injustos”. Es decir, los musulmanes tienen la obligación de conquistar las tierras de los infieles.

[Corán 4:89-91] “Quisieran que renegaseis como ellos han renegado y que fueseis iguales. No los toméis como amigos aliados hasta que no hayan emigrado en el camino de Alá. Y si se desentienden, atrapadlos y matadlos donde quiera que los encontréis y no toméis aliado ni auxiliar de entre ellos. A excepción de aquéllos que se unan a una gente con la que tengáis algún pacto o vengan a vosotros con el pecho encogido por tener que combatir contra vosotros o contra su gente.”

Esta es la “tolerancia” que ofrece el Islam: sometimiento y servidumbre. Alá concedió el mundo a los musulmanes, los demás debemos servirles.

[Corán 9:5] “Y cuando hayan pasado los meses inviolables, matad a los asociadores donde quiera que los halléis. Capturadlos, sitiadlos y tendedles toda clase de emboscadas; pero si se retractan, establecen el salat y entregan el zakat, dejad que sigan su camino. Verdaderamente Alá es Perdonador y Compasivo”.

Atención a la advertencia de la traducción del Complejo Rey Fahd: “Esta es la aleya conocida con el nombre de «ayatus-saif» (aleya de la espada) que abroga todas las disposiciones anteriores concernientes a las relaciones con los no musulmanes”. Vemos que presenta otros rasgos típicos de la “tolerancia” musulmana: muerte o sometimiento y discriminación.

[Corán 5:33] “El pago para los que hagan la guerra a Alá y a Su Mensajero y se dediquen a corromper en la tierra, será la muerte o la crucifixión o que se les corte la mano y el pie contrario o que se les expulse del país. Esto es para ellos una humillación en esta vida, pero en la Última tendrán un inmenso castigo.”

[Corán 2:216] “Se os ha prescrito combatir [a los que se niegan a creer], aunque os sea odioso, pero puede que os disguste algo que sea un bien para vosotros y que améis algo que es un mal. Alá sabe y vosotros no sabéis.” Esta revelación la tuvo Mahoma cuando los musulmanes de Medina se mostraban poco dispuestos a asaltar las caravanas de los comerciantes de la Meca. Alá está exigiendo aquí la agresión y el pillaje.

[Corán 8:17] “Y no los matasteis vosotros, Alá los mató. Ni tirabas tú cuando tirabas sino que era Alá quien tiraba”. Esta es una absolución por adelantado para quien mata “en nombre de Alá”. El musulmán nunca tiene sentimientos de culpa tras las matanzas de infieles.

[Corán 33:60-61] «Si los hipócritas, los que tienen una enfermedad en el corazón, los tendenciosos de Medina, no dejan su actitud; te daremos poder sobre ellos y luego, no serán vecinos tuyos en ella por mucho tiempo. Malditos, donde quiera que se dé con ellos serán capturados y matados enérgicamente». Se refiere a los malos musulmanes, y es la disculpa clásica para atacar a los musulmanes no árabes. Al final, ni siquiera la conversión al Islam sirve de garantía. Es el caso del actual genocidio de Darfur, mediante el que los musulmanes árabes del norte están eliminado sistemáticamente a los musulmanes negros.

[Corán 47:4] “Y cuando tengáis un encuentro con los que se niegan a creer, golpeadlos en la nuca; y una vez los hayáis dejado fuera de combate, apretad las ligaduras y luego, liberadlos con benevolencia o pedid un rescate. Así hasta que la guerra deponga sus cargas. Así es, y si Alá quisiera se defendería de ellos, pero lo hace para poneros a prueba unos con otros. Y los que combaten en el camino de Alá, Él no dejará que sus obras se pierdan”. Aquí vemos a Alá dando instrucciones precisas de táctica militar.

Nótese que no son descripciones de sucesos pasados, sino instrucciones dadas por Alá al Profeta válidas en todo lugar y tiemplo. ¿Hacen falta más pruebas?

1 comentario

  1. Creo que ya basta de la violencia musulmana. Si la policia no hace nada debido a las leyes filo-islamicas de Europa, entonces se desatará una violencia callejera de europeos contra moros, y fijate tuha´saber si los europeos no somos brutales….. dos guerras encarmizadas muestran nuestra crueldad. Despues que los musulmanes no se quejen de lo que les espera En el séptimo coloquio (διάλεξις, controversia), editado por el profesor Khoury, el emperador toca el tema de la yihad, la guerra santa. Seguramente el emperador sabía que en la sura 2, 256 está escrito: «Ninguna constricción en las cosas de fe». Según dice una parte de los expertos, es probablemente una de las suras del período inicial, en el que Mahoma mismo aún no tenía poder y estaba amenazado. Pero, naturalmente, el emperador conocía también las disposiciones, desarrolladas sucesivamente y fijadas en el Corán, acerca de la guerra santa. Sin detenerse en detalles, como la diferencia de trato entre los que poseen el «Libro» y los «incrédulos», con una brusquedad que nos sorprende, brusquedad que para nosotros resulta inaceptable, se dirige a su interlocutor llanamente con la pregunta central sobre la relación entre religión y violencia en general, diciendo: «Muéstrame también lo que Mahoma ha traído de nuevo, y encontrarás solamente cosas malas e inhumanas, como su disposición de difundir por medio de la espada la fe que predicaba».[3] El emperador, después de pronunciarse de un modo tan duro, explica luego minuciosamente las razones por las cuales la difusión de la fe mediante la violencia es algo insensato. La violencia está en contraste con la naturaleza de Dios y la naturaleza del alma. «Dios no se complace con la sangre —dice—; no actuar según la razón (συν λόγω) es contrario a la naturaleza de Dios. La fe es fruto del alma, no del cuerpo. Por tanto, quien quiere llevar a otra persona a la fe necesita la capacidad de hablar bien y de razonar correctamente, y no recurrir a la violencia ni a las amenazas… Para convencer a un alma racional no hay que recurrir al propio brazo ni a instrumentos contundentes ni a ningún otro medio con el que se pueda amenazar de muerte a una persona».

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  1. A guerra pode ser evitada se neutralizarmos a besta « Para tomar consciência do terror do Islão

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