Lo leo en una carta al director (A propósito de una juerga ):
Días atrás, y en la mejor franja horaria de una televisión generalista, pillé una tertulia en la que un grupo de presuntos expertos y expertas se carcajeaban a más no poder de la penitencia que la Iglesia, pide, exige o anima a vivir a sus seguidores, especialmente ahora en Cuaresma.
No se lo pierdan. Un sujeto, muy popular por otra parte, decía que ayunar los viernes era ir «contra natura». Se me puso cara de tonto. O bien este panolis no tiene ni repajolera idea de lo que es algo «contra natura» o, desde luego, no tiene ni idea de lo que es el ayuno y la abstinencia. ¿Con qué criterio son invitados estos pollos a la televisión? ¡Pero si es que no saben nada de nada! Todo su aval para asistir a una tertulia -de lo que sea- queda reducido a que son unos golfos, unos malhablados o con un morro que se lo pisan. ¡Ah! y cuanto más ignorantes son, más les invitan. ¿Cómo no se les caerá la cara de vergüenza, no a esos impresentables, sino a los directivos de la cadena que recurren a semejantes engendros?
Así acaba, con muy bien tino:
… me permito hacerles a estos impresentables de la televisión una sugerencia. Veamos si tienen bemolcillos para ponerla en escena.
Cuando llegue el Ramadán, invitan a un grupo numeroso de musulmanes y los colocan en el graderío del estudio. Luego aparecen los contertulios del día pasado, con el mismo presentador al frente, y se corren una juerga parecida con las manifestaciones de la piedad islámica, como por ejemplo la oración cara a la Meca, el ayuno hasta la puesta del sol, el no probar la carne de cerdo, etc, etc. No lo harán, no se preocupen.
Desde luego que no.
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