¿Qué se esconde bajo una mezquita? [REPOSICION]

No es un simple “lugar de culto”, sino también el lugar en el que se toman las decisiones políticas de la comunidad mahometana. Nos lo cuenta Monmar, que reproduce un artículo de Samir Kamil Samir, el jesuita estudioso del Islam que ha abandonado cualquier esperanza al respecto de su reforma:

La mezquita no solo es lugar de oración, sino, y principalmente, lugar donde se discuten, se toman y se imponen las consignas sociales y políticas a los «creyentes» musulmanes, que antes que sentirse miembros de la sociedad del país que les acoge son seguidores de un credo opuesto a los valores de las sociedades occidentales.

Cuando se discute acerca de la posibilidad de construir una mezquita o de conceder terrenos para el mismo fin, es necesario no dar por supuesto el conocimiento del objeto de la discusión.

La mezquita no es una iglesia musulmana, tiene sus funciones y sus normas. Hay una tendencia debida a la ignorancia del otro, a pensar que, en definitiva, el otro es más o menos idéntico a mí, o al menos parecido. En cambio tenemos que reconocer al otro como distinto, si no queremos admitirlo mentalmente. Por lo tanto, para entender lo que es una mezquita, hay que dirigir la mirada al Islam.

En la tradición musulmana, la mezquita (giâmi) es el lugar donde se reune la comunidad (como indica el nombre de giâmi, la raiz gm´ significa reunir) para arreglar todos sus asuntos: cuestiones sociales, culturales, políticas, como también para rezar. Todas las decisiones de la comunidad se toman en la mezquita. Querer limitar la mezquita a «un lugar de oración» es violar la tradición musulmana.

El viernes (yawm al-giumu´ ah) es el día en el que la comunidad se reune (como indica el nombre giumu´ ha). Se reune a mediodía para la oración pública seguida por la kutbah, esto es, por el discurso, que no es un pregón. Este discurso trata las cuestiones de la hora presente: políticas, sociales, morales, etc.. En muchos países musulmanes – por ejemplo en Egipto, el más poblado país musulmán árabe – todas las mezquitas son vigiladas los viernes, y las más importantes, acordonadas por la policía especial. La razón es sencilla: las decisiones políticas salen de la mezquita durante la khutbah del viernes.

En la historia musulmana, casi todas las revoluciones y los levantamientos populares salieron de las mezquitas. La Jihâd, esto es, «la guerra en el camino de Dios», obligación de todo musulmán de defender la comunidad, es proclamada siempre en la mezquita, en la khutbah del viernes.

Es por lo tanto un error, hablando de la mezquita, hablar únicamente de un «lugar de culto». Como también es un error, hablando de la libertad de construir mezquitas, hacerlo en nombre de la libertad religiosa, en tanto que no se trata solamente de un lugar religioso, sino de una realidad polifacética (religiosa, cultural, social, política, etc.).

No se debe olvidar que el lugar dedicado a la oración del viernes es considerado por los musulmanes espacio sagrado que queda para siempre en manos de la comunidad, la cual decide quién tiene la facultad de ser admitido y quién en cambio lo profanaría. Por esta razón no se puede otorgar un terreno, por ejemplo por 50 años, para edificar una mezquita: este terreno jamás podrá ser devuelto.

Existen a menudo en los países musulmanes, en las ciudades, pequeñas «lugares de oración», llamados por lo general musallâ, esto es, lugares de oración. Son como «capillas» con capacidad para unas cincuenta personas ubicadas a menudo en la planta baja de una casa, en lugar de las viviendas.
Estos lugares, más discretos, son generalmente utilizados casi exclusivamente para la oración del mediodía, permitiendo a la gente de la calle o de los edificios cercanos rezar en paz.

Las mezquitas tienen normalmente un minarete desde donde el almuecín llama a la oración.
Estos minaretes tienen una función práctica y son ligeramente más altos de las casas que los rodean. En la historia asumieron a veces una función simbólica, de afirmación de la presencia musulmana, e incluso una función política de afirmación de la superioridad del Islam sobre las demás religiones. Su objetivo primordial es permitir a la voz humana llegar a quien vive cerca.

En este siglo, se añadieron a menudo megáfonos en los minaretes (sobre todo si cerca hay una iglesia o un barrio cristiano), y los almuecines añadieron también otras cosas a la llamada a la oración prolongándola.

Estas innovaciones son contrarias a la tradición musulmana y los países musulmanes rigorosos las condenan, como por ejemplo Arabia Saudí. En otros Estados, como Egipto, el uso del megáfono está limitado únicamente a la llamada (que dura alrededor de dos minutos) y está prohibido para el rezo del amanecer.

Finalmente hay que preguntarse quien financia mezquitas y centros islámicos. No es un secreto para nadie que gran parte de las mezquitas y centros islámicos de Europa son financiados por gobiernos foráneos, en especial por Arabia Saudí, que también impone a sus imanes.

Ahora bien, es archiconocido que en el mundo islámico sunita Arabia Saudí representa la tendencia más rígida, denominada wahhabita. No son éstos imanes los que podrán ayudar a los inmigrantes a integrarse en la sociedad occidental, ni a asumir la modernidad, condiciones necesarias para una convivencia serena con los autóctonos.

Tras haber aclarado el objeto de la discusión, nos permitimos algunos elementos de juicio. Permitir a los musulmanes tener lugares de oración en Occidente se da por supuesto. Sería con mucha probabilidad más conforme al contexto sociológico de los inmigrantes tener musallâs, esto es, «capillas» donde podrían reunirse para rezar. También les saldrían más baratas.

La mezquita, en tanto que centro socio-político-cultural musulmán, no puede entrar en la categoría de lugares de culto. Necesita ser examinada como tal. A la pública administración compete estudiar cómo ejercer un cierto control sobre tales centros, vista la función política que asumieron en la tradición islámica.

No se entiende en cambio, en base a cual razón una administración local tendría que regalar el terreno o una parte de la construcción. La oposición que se manifiesta un poco por toda Europa a la edificación de mezquitas puede estar originada por sentimientos de xenofobia, pero con más probabilidad procede del temor que se trate de un acto político de afirmación de una identidad distinta bajo todos los aspectos, demasiado ajena a la cultura y civilización occidental.

Si un centro musulmán sirviera para ayudar a los emigrados a integrarse en la sociedad europea, promoviendo cursos y otros servicios, habría que alentarlo, pues se trataría de construir juntos, emigrados y autóctonos, una sociedad común y solidaria. Cabría promocionarse (también materialmente) la constitución de grupos o asociaciones mixtos, constituidos por emigrados (no solamente musulmanes) y autóctonos, para fortalecer la integración de aquéllos en las sociedades europeas y la apertura hacia los inmigrantes.

Teniendo en cuenta la tradición musulmana de no distinguir religión, tradiciones, cultura, vida social y política, es importante que los responsables se informen bien para poner en práctica estas distinciones y estén muy atentos a no alentar la politicización (bajo cualquier forma) de los grupos de emigrados (sean o no sean musulmanes).

¿Qué se esconde bajo una mezquita?

6 comentarios

  1. Muy interesante y tambien muy actual el tema, sobretodo aqui en Berlin, esto es la rehostia! Un político del partido socialista alemán (SPD) quiere construir una mezquita justo al lado del Dom de Berlin en el Schlosspark! lugar histórico y símbolo de nuestra cultura, además uno de los pocos monumentos que han sobrevivido la destrucción y las ruinas de la segunda guerra mundial, ahora tendrá que sobrevivir una tercera guerra mundial que se avecina gracias a los moros.

    Contruir allí al lado del Dom una mezquita es peor que volver a dejar a Berlin en ruinas, yo preferiría que se haya destruido en la guerra a tener que ver una imagen tan atroz como esa. Sería una imagen que simboliza la destrucción de nuestra historia y cultura y el arrodillamiento continuo y automático ante esos seres primitivos y sanguinarios que son los musulmanes, la imagen es como una repetición de la destrucción que trajo el nazismo a Alemania y a Europa, el mismo contexto pero con nuevos matices.

    La construcción de una mezquita no solo estropea la vista, el simbolismo cultural de occidente y la estética de una ciudad tan interesante y única que es Berlin, tambien conlleva que un barrio que está formado mayormente por empresarios, políticos, turistas, artistas y artesanos y donde casi no hay musulmanes que lo habiten (si se los ve es que tambien son turistas), a partir de la construcción de esa mezquita se llenaría de aliens con pañuelos de todos los tipos y modelos y de barbudos con cara de Mohamed Atta. Lo mismo ha ocurrido en otros barrios donde antes solo se los veía en determinados lugares y en los donners, que no eran para barrios típico de ellos donde te sientes en plenos mercadillo de Iran.

    El político es moro, su nombre es Badr Mohammed, aún nos queda el consuelo de que la idea no fue de un alemán de verdad, pero no nos podemos alegrar tan pronto por ello, este pais es un pais de muchas sorpresas.. Por qué ha vuelto a ganar este partido de moros que solo trajo más invasión mora a Berlin y Alemania? la única explicación lógica que le encuentro es que los miles de moros con derecho a voto lo han ido a votar para poder seguir invadiendo tan facilmente.

    Asi como van las cosas yo veo muy posible que se llegue a aprobar la construcción de una mezquita en este lugar o en algún otro lugar histórico, por ejemplo en el lugar del Palacio de la República que está siendo demolido y está muy cerca del Dom, la demolición de este edifico de la DDR le está costando millones de euros a la ciudad por eso no me extrañaría que si los moros ofrecen una buena suma por el terreno que quedará libre se lo vendan, el señor dinero es el que más manda..

    Algunas frases traducidas de la noticia:

    Badr Mohammed ve su proposicón como un símbolo de la integración: «nosotros los musulmanes tenemos que salir del patio trasero»

    Colegas de partido de Badr lo ven con escepticismo «No tiene por qué ser precisamente en el Schlosspark, pero en sí encuentro correcto que el islam se abra y esté presente» dice el director del partido, Christian Gaebler.

    Aprobación recibió el político del SPD por parte de Seyi Ali Toprak, imam de una mezquita de Kreuzberg: » una nueva mezquita en el corazón de Berlin es un signo positivo para 210 000 musulamnes que viven aqui»

    http://www.bz-berlin.de/aktuell/berlin/060929/moschee.html

  2. Solo nos falta en Europa ese horrible llamado a oración desde los minaretes y la gente haciendo postraciones en las calles y seguro que si no te sumas se consideran ofendidos y tienen derecho a acuchillarte.

  3. Creo que habrá que impedir por todos los medios la construcción de mezquitas en Europa.
    De pronto los edificios se derrumban y no pueden terminarse ni en 100 anios.
    En Granada ya que tienen una maravillosa mezquita nueva podrían derrumbar la Alahmbra total ya para que la quieren si tienen el original funcionando.

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  1. Deutsche Welle, otro lavado de cara al Islam: ” Gracias a estas torres, los creyentes pueden oír mejor la llamada al rezo y, debido a eso, la altura de las mismas es importante. Hoy en día, los almuédanos se ayudan de altavoces” | La Yijad
  2. Piden declarar Cervera “libre de mezquitas” | La Yijad en Eurabia

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