II. La Situación de Francia
1.- Si Francia insiste en mantenerse aislada será absorbida por el imperio anglosajón, pero dadas las diferencias de tamaño, una fusión es impensable, pasará a ser un satélite, “dejaría de ser ella y se rebajará a ser un simple medio político”. Es decir, perderá su ser y dejará de ser autónoma políticamente. [Autonomía es precisamente capacidad para darse las propias leyes; es decir, soberanía verdadera]
Además, perderá su carácter latino-católico. “Los primeros signos de esta influencia se pueden observar en el aspecto físico y moral de la juventud francesa educada con las películas y novelas del otro lado del canal y del océano”.
2.- Kojève analiza las razones de la decadencia de Francia. Para empezar, la filosofía política del país sigue anclada aun en los modelos elaborados durante la Revolución, es decir, en la nación-estado, la “República, una e indivisible”. Aunque se reconoce la falta de adecuación del modelo a la coyuntura actual, hay una especie de incapacidad psicológica para apuntarse a la nueva ideología imperial.
Para el francés normal, esta guerra tenía solo, ya desde el principio, dos posibilidades: la subordinación a Alemania o a Inglaterra. De hecho, esta guerra levantó “pasiones” en Francia solo en la medida en que se veía como un conflicto entre las dos tendencias “colaboracionistas”. “Pero es quizás precisamente (sic) por eso por lo que el soldado francés no dio todo de sí en 1940, y por lo que, tras la Liberación, el movimiento de Resistencia evoca solo de forma distante los levantamientos populares de otros tiempos”. [Esto explica la rendición a Alemania, el colaboracionismo generalizado y el mito de la Resistencia. No menciona que esta comenzó solo cuando la URSS dio la orden tras ser atacada por Alemania. Hasta entonces “colaboró” hasta la izquierda.]
3.- Desde este punto de vista, el colapso militar y moral de Francia en 1940, como la desazón política actual, es el precio que el país debió pagar para su recuperación y renacimiento. Para ello será necesario proclamar que se ha acabado el período “nacional” de la Historia, que Francia está muerta y enterrada como Nación-Estado. Pero “la nación puede y debe superarse así misma a través de una unión internacional de naciones afiliadas, en la que debe y puede reafirmar su especificidad cultural, social y política entregándose, de una manera pacífica, amistosa, igualitaria y en libre competencia, a la creación del mayor grupo posible de naciones, eliminándose a sí misma como una nación exclusiva y aislada.” [Nótese que eso es precisamente la UE, una “unión internacional de naciones afiliadas”]
Por eso se propone un Imperio Latino “en el que el pueblo francés tendría como objetivo y tarea la preservación de su rango de primus inter pares”.
III. La Idea del Imperio Latino
1.- El período de los estados nacionales ha pasado, pero la idea de una humanidad políticamente unida queda muy lejana. Esta es la época de los Imperios, unidades políticas transnacionales de naciones afiliadas. El parentesco entre naciones no tiene nada que ver con las razas, sino con el lenguaje, la civilización, la mentalidad. Este parentesco espiritual se manifiesta, entre otras cosas, a través de la identidad religiosa. [Misma idea de Civilizaciones de Huntington].
La religión de Francia, Italia y España es católica, incluso dentro del “anticlericalismo”. Kojeve dice que en el caso de Francia, «el observador extranjero queda asombrado al comprobar el grado en el que los “librepensadores” e incluso los protestantes y judíos están imbuidos de una mentalidad católica secularizada». Los idiomas son también muy próximos, por lo que la armonización cultural es fácil. Se comparte también cierto sentido estético de la vida, el concepto de la “buena vida”, del “dolce far niente”…
De hecho, ya existe un cuasi-imperio Latino, el de la Iglesia Católica, cuya existencia pide un imperio, para situarla en igualdad al protestante (anglosajón) y al ortodoxo (URSS). Dentro de ese grupo de las naciones católicas es obvio que Francia debe ejercer el papel de líder, por razones políticas económicas y culturales.
2.- En la constitución del imperio, la coordinación económica será primordial. Para empezar, las naciones correspondientes deberán compartir los recursos de las colonias: “la unidad económica del conjunto continuo de posesiones africanas [de los países latinos] debe ser la base real y el principio unificador del Imperio latino”. Hay que tener en cuenta que Libia, Argelia, Tunes y Marruecos son entonces colonias de Italia, Francia y España. Añade Kojève:
«Es incluso posible que en este mundo Afro-Latino unificado pueda ser resuelto alguna vez el problema musulmán (y quizás el problema “colonial” en general). Ya que, desde la Cruzadas, el Islam árabe y el catolicismo latino unieron llegando a algunas síntesis en diversos puntos de oposición (la influencia del pensamiento árabe en el escolasticismo, la penetración del arte árabe en los países latinos, etc.) [No estoy seguro de haber entendido el sentido]. Y no hay razón para pensar que, dentro de un verdadero imperio, esta síntesis de opuestos no pueda verse libre de sus contradicciones, que solo son irreductibles en relación con puros intereses nacionales. Sin embargo, un acuerdo entre la Latinité [francés en el original] y el Islam haría curiosamente inestable la presencia de otras fuerzas imperiales en el Mediterráneo.» [Una vez más, el pacto euro-árabe contra terceros, actualmente contra EE.UU.-Israel]
Por supuesto, la unión económica de las colonias habrá de
«No hace falta decir que, desde el punto de vista económico, será Francia la que pague los gastos de esta propuesta imperial, mientras que Italia y España se alegrarán de tomar los beneficios. Dejando a un lado los recursos minerales de España, se puede decir que esos dos países participarán en la economía imperial mediante su fuerza de trabajo, que pondrán a disposición del Imperio, y por tanto de Francia.»
Como Francia no dispone de suficiente población, instrumentará una política de inmigración que reciba los excedentes de España e Italia. Se llegará así a una población de unos 110 a 130 millones. No tanta como la de los otros imperios, pero suficiente para sus propósitos. [Nótese que los mismos argumentos demográficos son propuestos actualmente para la alianza euro-árabe: necesitamos mano de obra].
3.- La unión económica es una condición sine qua non, pero no la razón de ser el imperio Latino, que es la autonomía política, la soberanía real. Para ello hay que crear una voluntad de autonomía latina. Esta voluntad latina debe manifestarse primero en una política exterior común y en un ejército, “para asegurarse la autonomía en la paz y la paz en la autonomía”. Debe haber un solo ejército para todo el imperio, liderado por Francia y con carácter francés.
El primer objetivo del ejército y cuerpo diplomático del Imperio latino serán “el apoyo a la unidad e integridad de sus dominios coloniales”. Para ello hay que asegurar la contigüidad territorial; las colonias deben estar siempre al alcance de la mano. Y como los “océanos superan la escala del Imperio Latino”, Francia debe renunciar a Indochina, Madagascar, etc. y centrarse en las colonias norteafricanas: “a la vez que abandona los océanos a la rivalidad de los otros dos imperios, el imperio latino debe reservarse derechos exclusivos en el Mediterráneo”. Este mar se puede controlar con una armada y fuerza aérea relativamente modestas. “Esa es la razón por la que un Mediterráneo unido puede y debe ser el principal, si no el único, objetivo de la política exterior de los pueblos latinos unificados”. Tras decir que esa era ya la idea de los fascistas italianos, Kojeve deja traslucir un chovinismo más que ridículo, ditirámbico:
«El aspecto grotesco de estos no fue la idea sino solo la pretensión ridícula de ser capaz de llevarla a cabo con los solos medios de una sola nación aislada, que además no tenía el privilegio de llamarse Francia.»
Además, al formarse un bloque latino, el bloque anglosajón perderá el interés en una Alemania militarmente fuerte [porque ya no sería necesaria para contener a la URRS]. Por el contrario, con una Francia aislada, este bloque necesitará a Alemania. Y aunque Alemania nunca sea ya un enemigo militar para Francia, una Alemania económicamente fuerte que forma parte del bloque anglosajón será fatal para Francia.
Puede ser que no entienda bien la ideología de este señor, pero puestos a «resucitar un Imperio Latino», no sería ROMA la referencia?, y si de lo que se habla es de un imperio Trans-Europeo, creo que la referencia histórica más palmaria es España, no Francia, que se pasó todo el Siglo XX perdiendo guerras e hinchando el pecho encima. Eso de «La Grandeur» sólo se lo tomaban en serio los soldados de Napoleón, Jean Gabin -(en las películas)-, el General De Gaulle, que hizo la Guerra desde Londres, y Jean Marie Le Pen -(al que crucifican en cuanto tienen ocasión).
«La Grandeur de Francia», menuda estafa intelectual.
Así se vio la «grandeur» cuando unos miles de salvajes simiescos empezaron a incendiar a diestro y siniestro dejando paralizado al país gabacho.
¿Qué sucederá cuando sean centenares o miles de terroristas adiestrados para preparar atentados suicidas como en Irak?
No quiero ni imaginármelo.
Y lo mismo va para España donde una banda moribunda llamada ETA tiene en vilo al país.
¿Qué sucederá cuando sean organizaciones terroristas internacionales con financiación ilimatada por los petrodólares y ayudadas por los servicios secretos de las naciones islámicas?
Creo que en ese caso, una reacción del ejército será inevitable.
Bueno, para empezar si me pensará en la unión seria con todo el continente no solo con Francia, aunque, éste es un país que me gusta mucho, no es la Francia que deberia de ser. No quiero que seamos inbuidos por Paris, sino una Europa Federal, es un bonito sueño, aunque solo con un componente religioso catolico potente es viable, actualmente no, sencillamente. Saludos
La latinidad nos acerca a los unos y a los otros. Pero, lo cierto, es que en Francia no tienen ojos más que para Alemania y Gran Bretaña. El francés medio, por buena voluntad que pueda tener hacia España u otros países, no acierta a ver qué nos relaciona. Este hecho solo (que, encima no es el único) hace que los españoles debamos tener la máxima prudencia en nuestros tratos con los franceses, ya que les vemos de una forma muy diferente a como nos ven ellos.
Por eso este Imperio de Kojève al final no pudo prosperar pese a que tuviera su cierto fundamento, y ello porque las circunstancias del momento, las limitaciones de España entonces y otros factores hicieran que lo viable fuera la CEE, con Italia, sin España y añadiendo a Alemania, lo que de verdad les interesa a los franceses, con el añadido lógico del Benelux.
Una extraña obsesión de muchos de nuestros líderes ha venido siendo desde hace años la de aceptar un cierto liderazgo o paternalismo francés sin discusión, ubicándonos nosotros a la sombra de un país que nos supera pero cada vez por menos.
Esa situación debe romperse. Y con Aznar empezó a hacerlo, pero volvimos a caer de bruces y sin beneficio en ella con Zapatero y Moratinos (casado con francesa, por cierto).
Nosotros no podemos asociarnos a Francia. Donde ella es continental nosotros somos periféricos, marítimos, oceánicos (la Armada española sigue siendo importante, la sexta del mundo; y nuestro país es peninsular e insular, si bien es cierto que Francia tiene territorios ultramarinos aunque su peso proporcional es mínimo). Francia aspira a ser líder europeo y a dirigir un conjunto de países hacia la «multipolaridad»; España no aspira a ser el número 1, sino a la multipolaridad europea para que se le reconozca su peso eminente y pueda trabar alianzas con otros países periféricos. No hay beneficio para España de hacer seguidismo de Francia, ya que nunca nos dejará ponernos a su nivel más que si tiene que contar con nosotros dentro del concierto europeo. E ir de la mano de Francia en temas europeos es desconocer nuestros intereses y quedarnos, generalmente, aislados. Francia no es generalmente apreciada.
En Próximo y Medio Oriente, la compañía de Francia solo nos congraciará con yihadistas y sinvergüenzas, más o menos lo que hacemos ahora en el Líbano.
Francia privilegia a Marruecos por encima de quien haga falta. España padece a Marruecos como ningún otro país. El famoso colchón de intereses que quería crear Moratinos no termina ni de hacerse mullido ni de servir de mucho: seguimos teniendo problemas. Francia quiere un Maghreb unificado (implícitamente bajo la Francofonía y con capacidad para manipularlo, ya que ella se convertiría en árbitro entre marroquíes y argelinos, así como entre los demás socios. A nosotros nos interesa contrarrestar a Marruecos y aislarle en su ámbito, y el socio natural es Argelia, muy vinculada socialmente a Francia, pero muy alejada políticamente de París. Y sin olvidar la muy pendiente cuestión saharaui.
Francia se vuelca en Africa y quiere que Europa le siga y dedique más atención a ese continente que a ningún otro. De hecho, se asegura en Bruselas que los demás continentes queden, de hecho, relegados. España, a pesar del reciente interés, se vuelca hacia América; continente que, por cierto, solo nos interesa a nosotros, lo que conviene recordar cuando se habla del puente entre la UE e Iberoamérica…
Francia es irrelevante en Asia. Su compañía allá no nos aporta nada. Y, por cierto, en Vietnam se habla menos francés que español en Filipinas.
Económicamente, tenemos fuertes v´nculos bilaterales, como es lógico. Pero la nuestra es más dinámica, y no debemos inspirarnos en su modelo económico o social.
Científicamente, ni se publica mucha ciencia en francés, ni su idioma tiene la importancia de antaño mientras el nuestro sube, ni tampoco las grandes iniciativas empresarial-corporativistas con ellos nos llevan muy lejos, como ejemplo el Airbus, donde somos socio minoritario, ahora nos querrán cerrar las instalaciones de CASA y ya se ve lo que pasa con el 380.
Conclusión: me parece evidente que hay que huir de cualquier asociación estrecha con Francia, ya que básicamente, nos querrán tener de socio menor, nos implicarán en cuestiones que no son las nuestras con riesgo de perjudicarnos y además reducen nuestra libertad y nuestras posibilidades.
Y, volviendo a Kojève, si encima sueña con los vínculos entre Catolicismo e Islam entonces ya vamos apañados. Lo dirá por la ignominiosa alianza de Francisco I con el Turco contra Su Majestad Católica… O por el ataque de enanismo político que le dio a De Gaulle tras lo de Argelia que le motivó a lanzar a su país a pastelear con los árabes, creyendo eso sí que Francia los iba a tutelar y beneficiarse. Esta es la tragedia y el origen de Eurabia, la soberbia francesa que le impedía ver con quién se juntaba y quién terminaría dominando a quién.
SE, te estás adelantando a los próximos artículos 🙂
En efecto, el cambio de De Gaulle en los años 60 fue muy curioso.
Yo me pregunto al margen. Como construíremos ese imperio latino con una población musulmana que en 20 ños será mayoría?
Que cada uno busque las soluciones mas pacíficas ydemocraticas si las encuentra yo le estaré agradecido.
Desde luego estas son ideas trasnochadas y alejadas del sentir general de la poblacion. Estas ideas de «latinidad» «catolicismo» son de finales del siglo XIX.
Ahora no hay diferencias entre catolicos y protestantes, latinos y germanicos, ..etc, somos todos eurpeos!
España cuando ha estado subordinada a Francia le ha ido muy mal…
Francia es potencia mundial, nuclear y espacial por sí sola. Es un pais que tiene mucho en común con todos los paises de la europa occidental, partiendo con su base celta(galos)= con el Reino Unido e irlanda(britanos , galeses,etc),Italia (galia cisalpina), España(celtiberos), Alemania,Hol,Bel, Suiza(galos).
Romanización , que hubo en todos los paises nombrados, en distinto grado
Germanización, que hubo en todos los paises nombrados, en distinto grado
No hay que olvidar que Francia , asi como todos los paises de la Europa occidental es producto de la unión y fusión de pueblos
El nombre francia proviene del pueblo germano de los francos, quienes a pesar de ser germanos, muchs se latinizaron y trataron de resusitar el antigo imperio romano en conjunto con los estados papales.
vascos, normandos, germanos, latinos, catalanes, etc… son parte de esta union de pueblos que se llama Francia, al igual que España , Alemania y otros es producto de union de pueblos.
el idioma inglés, es un buen ejemplo de fusión del francés antiguo hablado por normandos(vikingos – franceses) y una base germana con elementos celtas.
yo creo los descendientes en parte de españoles y de otros europeos occidentales debemos saber que «latinos» somos de habla y que debemos saber de nuestros distintos origenes, y no tener mas prejuicios sobre culturas y pueblos a los cuales pertenece nuestra civilización.
Creo que debemos dejar la idea de imperio ya que es dañina y pensar en la unión federada y justa, dandole relevancia a todas las regiones y no solo al muchas veces toxico centralismo de las capitales.
Vaya cacao que tienes muchacho.
Pensamiento etnicista muy al gusto de los secesionistas españoles. ¿Así que la idea de imperio es «dañina» y el centralismo tóxico?, y ¿el etnicismo pueblerino no?.
Y Francia una gran potencia por si sola, incluso espacial. Lávate los dientes mamarracho.
Primero AMDG, no hay para que ser insolente ni discriminador , decir muchacho o mamarracho en el sentido q lo dijiste es despectivo y poco educado.
Segundo, parece que el intolerante no soy yo, sino tu, que hablas de etnicismo en un tema cultural, del cual me referí a pueblos y no razas.Por lo demas todo depende del sentido.
Tercero, a lo mejor en vez de criticar tanto, propone algo tú.
Cuarto, soy una persona que he sido muy tolerante y he cambiado para ser mejor, no me cierro a ideas nuevas.
Quinto , soy chileno descendiente de europeos de toda europa occidental(Francia, España(castellanos y vascos) , Alemania, etc..No se mucho de españoles secesionistas
Sexto, fijate el daño que han causado los imperios,El español en america, el frances e ingles en africa y otras partes. Aunque sobre el pasado ya no hay mucho que hacer pero si por la tolerancia para el mundo actual.
El centralismo es dañino(contaminacion de muchos tipos),vivo en una ciudad como Santiago que concentra a tanta gente que la mayoria esta afectada por la neurosis, yo tambien en algunos casos.
El centralismo de Santiago , Paris u otras capitales tb es intolerante a la gente de regiones.
Septimo, me referí a potencia , sin una intencion etnicista sino mas bien cultural.
Por sobre el pueblo esta la familia, pero lo ideal(para mi) seria que todos los pueblos fueran como una gran familia, sin el individualismo actual, el hombre es un animal social y racional, etc..no vive solo.
Con que te identificas AMDG?