Se llama Zeesham Siddiqui, musulmán británico detenido en Pakistán, interrogado y deportado de vuelta a su patria. El Sun (la sedicente «prensa de calidad» no se atreve, no siendo que les llamen xenófobos…) ha encontrado su paradero: Hesto, oeste de Londres. Vive del “estado de bienestar”. Insiste en que quiere ser un mártir. Mientras le llega la oportunidad de cobrara se las 72 vírgenes, los dhimmis británicos lo mantienen.
¡Qué talante, qué tolerancia!
UK: Whining Islamist Who Hates Britain, Subsidised By Tax-Payers’ Money
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