La violencia entre cristianos y musulmanes en Nigeria.

La violencia en la zona del Sahel entre cristianos y musulmanes, no es una cuestión nueva, ni una que vaya a acabarse rápidamente. Más de 500 muertos y miles de heridos han resultado de la presente confrontación en la ciudad de Jos, Nigeria y sus alrededores. Esta ciudad ya tuvo en 2008 otros enfrentamientos y en septiembre de 2001 hubo más de 1000 muertos por las mismas causas.

Hoy estos acontecimientos cobran particular relevancia, por la enfermedad que enfrenta el presidente Umarau Yaradua quien lleva ya casi un mes ausente del país, en un tratamiento médico en Arabia Saudita. Se sabe que su estado de salud no es muy bueno y su recuperación ha tomado ya mucho tiempo, haciendo que los actores políticos dentro del país, se alisten para una posible sucesión en el poder. Al respecto, cabe señalar que el sucesor sería el vicepresidente Goodluck Jonathan. El problema aparente es que Umaru es musulmán y Goodluck es un cristiano de la región del Delta del Níger (región con un fuerte movimiento separatista), y este cambio beneficiaría a los cristianos en detrimento de los musulmanes, a quienes les tocaba gobernar este periodo, pues desde el fin de la guerra de Biafra el poder lo han alternado estas dos grandes religiones de presentes en Nigeria.

A lo anterior hay que agregar que ya para 2011 habrá elecciones y que los dos partidos principales el Partido Popular de Nigeria (PPN) y el Partido de los todos los pueblos de Nigeria (PTPN), quieren ganar desde ahora posiciones para la futura contienda electoral, sacando el PPN al PTPN de los distritos que gobierna. También, ya antes Nigeria ha sufrido de estos enfrentamientos y han probado se desastrosos para el país. Por esto el gobierno de Jonathan ha enviado al ejército y la policía al región para detener la matanza e imponer un toque de queda, lo cual ha reducido un tanto las tensiones. Con esto, el vicepresidente ha probado que pude detener la violencia y puede aspirar a la sucesión, a la vez que impide que el conflicto se extienda por el resto del país como ya ha sucedido antes.

A qué obedece este tipo de problemas y ¿por qué los algunos países africanos enfrentan esto?, eso obedece a la herencia colonial. En efecto cuando el colonialismo inglés llegó a Nigeria, encontró en el norte al Islam bien establecido. Allí se encontraban estados bien organizados en forma de sultanatos consolidados después de los movimientos de «purificación» organizados por Usman Dan Fodio. Así ya se encontraban Sokoto, Kano, Katsina, Zaria y algunos otros, estos estados rechazaron el colonialismo británico y el cristianismo, pero terminaron sometiéndose en forma de protectorados al colonialismo inglés. El protectorado les dio la oportunidad de conservar intacto sus estados, siempre y cuando respetaran al gobierno colonial y pagaran el tributo. Dicha forma de gobierno resultó ser barata y cómoda para el colonialismo pues no tuvo que gastar en administradores directos. Los administradores eran los propios sultanes y sus cortes, ellos se encargaban de todo incluida la justicia y solo tenían que aguantar al comisario británico que observaba de cerca la situación.

En el sur de Nigeria, el colonialismo fundó la colonia de Lagos que era administrada directamente desde Londres, y allí el colonialismo si instauró una administración directa. Pero de nueva cuenta las penurias presupuestales hicieron que los gastos de la educación no recayeran sobre el erario colonial, sino que dejaron entrar a las misiones cristianas, que si bien enseñaban a leer y escribir también convertían al cristianismo. Con esto el cristianismo avanzó de sur a norte, en tanto que el Islam trataba de avanzar hacia el sur. Por esto la zona central de Nigeria resulta ser tan conflictiva, pues allí se mezclan la dos religiones, haciendo que cualquier acontecimiento tanto en el norte como en sur de país, sea reproduciendo en el centro como si fuera caja de resonancia. A esa zona se ha trasladado la nueva capital política del país Abuja. Esto que ocurre en Nigeria en buena medida también ocurre en Sudán que está a punto de desmembrarse, y lo mismo en Chad.

Hay que estar atentos a los acontecimientos, y ver si estos choques han quedado silenciados por el momento, o continuaran conforme el destino del presidente Yaradua se define.

Fuente: e-consulta.