Por cosas como esta me han pasado a parecer más improcedentes las visitas a las sinagogas que a las mezquitas (La Iglesia recibe ultimátum judío: ¡O los lefebvrianos o nosotros!):
Di Segni: Si la paz con los lefebvrianos significa renunciar a la apertura del Concilio, la Iglesia deberá decidir: ¡o ellos o nosotros!
Impresionante. Nos exigen que rechacemos a los tradicionalistas quienes han hecho del rechazo de Jesucristo la esencia de su doctrina. Y, lo que es peor, nadie desde el Vaticano les responde.
Leed ahora la comunicación de Zenit, la agencia de prensa del Vaticano: El Papa perfiló en la sinagoga el futuro de la relación judeocristiana. Qué forma tan lamentable de engañarse:
Información de la Santa Sede constata que la presencia del obispo de Roma en ese templo ha servido para dar «un paso ulterior en el camino ‘irrevocable’ de diálogo, fraternidad y amistad entre judíos y la Iglesia emprendido por el Concilio Vaticano II».
…
El Santo Padre, recuerda el portavoz vaticano, explicó cómo «el mundo ha sido creado por Dios y encomendado al cuidado del hombre; las Diez Palabras –el Decálogo– son luz para distinguir el bien del mal, lo verdadero de lo falso, lo justo de lo injusto, en coherencia con el dictado de la recta conciencia de cada persona humana».
Es decir, hay acuerdos en asuntos éticos genéricos, que nadie pone en duda, y en la ideología ecologista. Pues estamos buenos. Simplemente, no se enteran.
Más. Leed la entrevista entera con comentarios: Rabino Di Segni: «los lefebristas o nosotros…» y decidme para que vale tanto esfuerzo y tanto obsequio.
Como dice Monseñor Williamson: Señor ten piedad.
Voy a quitarme el mal sabor de boca con este Tedeum cantado por un japonés:
Perros judíos.
Perros jerarcas católicos.
¿Será este el papa ecumenista de las profecías apocalípticas? ¿Estamos verdaderamente cerca de la Parusía? Oígame usted, señor papa de los masones, usted pretende igualar el cristianismo, religión verdadera del Dios amoroso único y verdadero, con instrumentos del demonio como el judaísmo (dejó de ser el pueblo de Dios para convertirse en el pueblo de belcebú) y el mahometanismo, todo en la línea de la pretendida nueva religión única Nueva Era (new age) del nuevo orden mundial, cosa largamente querida por los enemigos de Cristo. Está usted siendo ese traidor de las profecías, y cada vez estoy haciendo mayor caso de lo que escribe S.Juan cuando dice «¡huid de ella!» refiriéndose a «la gran ramera que viste de púrpura y bermellón y está rodeada de siete colinas», porque cuanto mas conozco y mas veo de vosotros, jerarcas católicos, mas me avergüenzo de esta iglesia católica. ¿Seréis por tanto vosotros esa ramera? No, no creo que sea Jerusalén, y parece que tampoco fue la antigua Roma. Todo apunta a que es la nueva Roma, esa Roma condensada en el Vaticano.
Entre unas cosas y otras cada vez voy menos a misa y los mismos sacerdotes están vaciando las iglesias porque no es que hagan su trabajo sino que trabajan para el enemigo. No han sabido captar la atención de la juventud porque no han querido. No han evangelizado a la peste que nos está invadiendo para destruirnos porque no han querido. No están sabiendo mantener la doctrina cristiana porque no han querido y están perdiendo hasta los mas fervorosos creyentes, y en mi caso ya solo voy a misa a disgusto y solo por acompañar a mi esposa, y acabaré por no ir y que mi esposa, cada vez menos fervorosamente católica, acabe también por no ir a misa. Han llamado al mahometanismo cosas parecidas a «religión hermana» y a sus adeptos «hermanos musulmanes», cometiendo así una gran blasfemia e incurriendo directamente en herejía. Solo conservan a nuestros ancianos que ya solo quieren seguir sus tradiciones y entregarse en paz al Señor en sus últimos momentos. Pretenden también rebajarnos e igualarnos a los mismos que pusieron a Cristo en la cruz, otra blasfemia, otra herejía. No habláis claro y con contundencia cristiana no porque no sepáis o no podáis, sino porque no queréis, porque no sois cristianos. ¡Oh príncipes vaticanos y rey de príncipes vaticanos, yo os acuso de ser pecadores, traidores, blasfemos y herejes! Traidores a Cristo y al pueblo de Cristo, os habéis entregado al príncipe de las tinieblas. ¡Que sea grande la misericordia del Señor con vosotros porque grande ha sido vuestro pecado al volver a poner a Cristo en la Cruz! ¡Seáis malditos y que el Señor se apiade de vuestras satánicas almas! Que Dios se apiade también de mi alma pecadora.
Aguanta y mantén el tipo Antonio.
Hay signos de que el final no puede estar muy lejos.
Virgen de Medjugorje.
http://www.medjugorje.es/
http://www.virgendemedjugorje.org/
http://www.vamosamedjugorje.com.ar/
Y por cierto, el de la foto otro cabrón judío con pedazo de napia.
Sí, responde al estereotipo.
Antonio de Jesús
«cabrón judío» es una redundancia. (Por judío, aquí entiendo el judío talmúdico). Otro ejemplo de redundancia: moro mierda (el moro islamista).
Es importante respetar el libro de estilo del blog.
Sí, es cierto, es redundante, pero conviene usarlo como una especie de etopeya enfática, mas que nada por si alguien todavía no se ha enterado que judío = cabrón.
Otros ejemplos de redundancias:
Zapatero subnormal
Pepiño Blanco cretino
Moratinos papizotas
Leire Pajín boba del culo
Leire Pajín = Poligonera
Compro cerebro con poco o ningún uso para transplante urgente. Pago al contado. Contactar con la Moncloa. Preguntar por José Luis.
Cuidado, Rodríguez no es un lumbreras y además es un sujeto bastante ordinario, pero tampoco es tonto sino al contrario, está demostrando un talento extraordinario para hacer el mal, es decir, está logrando muy talentosamente el cumplimiento de sus satánicos propósitos.
Los que si somos tontos de remate somos los españoles que lo seguimos votando a él y su partido y al otro y a su respectivo partido.
Quizás visto desde ese punto de vista le podríamos quitar algunos méritos al talento satánico de Rodríguez.
Compro cromosomas en buen estado para emparejar con los que tengo. Pago bien. Acepto X e Y. Urgente. ¡Llama ya! ZP.