Los sonámbulos; cómo Europa fue a la guerra de 1914 (2): El irredentismo serbio

Los sonámbulos; cómo Europa fue a la guerra de 1914Este es el segundo artículo de la serie Los sonámbulos; cómo Europa fue a la guerra de 1914.

Como se indicaba en la introducción, el tema del libro en el asesinato del Archiduque. La primera parte de este trata de Serbia y su coyuntura política.

En 1903, el rey Alejandro y la reina Draga de Serbia son asesinados por un complot dirigido por un militar apodado Apis (se puede consultar la Wikipedia para más información). El principal personaje de la política serbia en estos años es un tal Pasic, un auténtico paquidermo político que sobrevive a múltiples cambios de régimen.

La principal característica de la política serbia es el irredentismo: los serbios tienen un mapa mental de Serbia que incluye, Albania Macedonia, Volvodina, Bosnia-Herzegovina, y hasta Croacia. Bosnia-Herzegovina era un protectoradodel Imperio Austrohúngaro desde el Congreso de Berlín de 1878.El rey Alejandro mantuvo relaciones amistosas con el Imperio Austrohúngaro.

En el Congreso de Berlín, Rusia consigue que se cree el estado de Bulgaria, desde el que pretende influir sobre los Balcanes. La política rusa estaba volcada en conseguir el estrecho de los Dardanelos, incluida Constantinopla. Con ello tendría salida marítima al mar Mediterráneo. Sin embargo, Inglaterra se oponía a ello por todos sus medios. Los intereses de Serbia chocaban con los de Bulgaria, por lo que el rey Alejandro se aproximó a Viena. Su muerte produce un cambio de rumbo en la política serbia, con acercamiento a Rusia y a Francia.

La recuperación de Bosnia, incluso de Croacia, enfrenta a Belgrado y Austria definitivamente cuando esta anexiona formalmente Bosnia y Herzegovina. Esto desencadena la agitación nacionalista serbia. Rusia nombra como embajador a un tal Hartwig, eslavófilo desforado, y con gran influencia en la política serbia. Aparece la Mano Negra.

En los años 1912 y 1913 tienen lugar las dos guerras balcánicas. En la primera, Bulgaria, Montenegro, Grecia y Serbia atacan al imperio Otomano y se reparten sus territorios europeos, salvo Constantinopla; en la segunda, los vencedores tratan de retocar el reparto. Hay que tener en cuenta que esto sucede un año antes de la PGM, que puede considerarse, como se dijo, una tercera guerra balcánica que se extendió toda Europa.

El segundo capítulo de la primera parte está dedicado al imperio austrohúngaro, un conglomerado de nacionalidades reunidos por los Habsburgo. Se le retrata como decadente, pero lo cierto es que a pesar de su heterogeneidad tuvo un crecimiento económico destacable desde final del s. XIX. La anexión de Bosnia y Herzegovina, lo enfrenta con Serbia y su padrino, Rusia.

En resumen, esta primera parte es bastante instructiva, porque permite conocer las circunstancias de la política serbia, volcada en la reconstrucción de una nación pasada mediante la anexión territorial.

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