La Revolución Francesa según Pierre Gaxotte. El Antiguo Régimen, un Absolutismo muy relativo

Leí este libro las pasadas navidades. Le tenía ganas, porque había oído hablar de él. De hecho, repiqué ya una reseña en su día: Dos excelentes libros “reaccionarios” ¡Recomendados!. Voy a darle un repaso, como acostumbro.

Capítulo I. El Antiguo Régimen.

Olvidaos todo lo que os contaron del “Absolutismo”: no era absoluto para nada. El poder del rey, la soberanía, estaba limitado por jurisdicciones, exenciones, privilegios y localismos sin cuento. Los verdaderos Absolutismos son el Liberalismo y, no digamos, su hijo natural (ya no hay bastardos según la legislación española) el Comunismo.

p. 17: “En 1688, después de la conquista del Franco-Condado, Luis XIV firmó con los representantes del país una capitulación cuyo primer artículo decía: «Todas las cosas quedarán en el Franco-Condado en el mismo estado en que se hallan actualmente en cuanto a privilegios, franquicias e inmunidades»”.

Pues sí, conquista un país (región en francés, como “país” vasco) para eso.

p. 20: “El límite aduanero pasaba entre Francia y Lorena, no entre Alsacia y el Imperio [germánico]”

Y Lorena y Alsacia eran territorios del rey de Francia.

Capítulo II. Un estado pobre en un país rico.

Oiréis mucho a los liberales insistir en el “estado mínimo” y en denunciar los impuestos excesivos (con razón). Pues bien, antes de la revolución liberal, en los regímenes “absolutistas” los impuestos eran mucho menores que en los liberales.

p. 37: “Los impuestos del antiguo régimen no eran excesivos, eran vejatorios, por aplicarse esencialmente a los ingresos”.

Como dice el autor a continuación, los regímenes impositivos de los estados “democráticos” han vuelto a lo mismo, aumentado.

Capítulo III. La doctrina revolucionaria.

Trata de la propagación de las ideas “ilustradas” en el siglo XVIII. Aquí tenéis un ejemplo, con mitra nada menos.

La liberal Inglaterra y la luterana Alemania hacen los suyo por introducir el virus de la herejía y la revolución. Y la masonería norteamericana:

p. 51: “… llegaba a Paris, en calidad de embajador, Benjamín Franklin…

Aquel hombretón taimado era uno de los principales dignatarios de la masonería norteamericana. No bien llegó a París, se puso al habla con los «hermanos» de Francia, y tomó parte Activa en el trabajo de unificación y depuración de las logias, que tras muchas dificultades, aseguró en ellas el triunfo de los más avanzados y llegó en 1780 a instaurar la supremacía y el control del Gran Oriente, creado en 1773. Su casa de Passi se convirtió en el cuartel general de los agitadores”

Libertad (disciplina masónica), Igualdad (jerarquía con 33 grados) y Fraternidad (sí, fraternidad que no falte).

Capítulo IV. La crisis de autoridad

Se parece tanto a los episodios que trajeron la república a España que da que pensar. Y es que la historia se repite (frase de Marx sobre el golpe de estado de Napoleón, por cierto), la primera vez sucede como tragedia, la segunda como farsa. Una farsa bastante trágica en todo caso.

Lo más patético de todo es la forma en que la aristocracia cobija y da coba a los Voltaires y Rousseaus que la fustigan. La estabilidad política del reinado de Luis XIV hace que la nobleza fantasee con revoluciones.

Otra curiosidad. El Antiguo Régimen practica de hecho una especie de censura inversa en la que los subversivos persiguen y logran hacer callar a quienes apoyan al régimen. De nuevo, vemos el mismo fenómeno actualmente, con la derecha acomplejada acallando a los extremoderechistas. Se presenta el extracto de una carta de D’Alembart en la que este pide que se censure a Freron. Lo hicieron en más de una ocasión:

Fréron in 1746 founded a similar journal of his own, entitled Lettres de la Comtesse de … It was suppressed in 1749, but he immediately replaced it by Lettres sur quelques écrits de ce temps, which, with the exception of a short suspension in 1752, on account of an attack on the character of Voltaire, was continued till 1754, when it was succeeded by the more ambitious Année littéraire. His death at Paris in 1776 is said to have been hastened by the temporary suppression of this journal.

Lamentable.

p. 64: “[Luis XVI] está tan penetrado de Fenelón y de Rouseau que un año después de su advenimiento se afilia a una logia masónica de la corte”.

La Revolución empezó con la convocatoria de los Estados Generales. En España fue aún más patético: todo comenzó con la convocatoria de unas municipales.

Continuará.

3 comentarios

  1. AMDG

    ¿Quieres decir que te has tragado 500 páginas? Estas son las que componen el ejemplar que tengo de ese libro en francés (Livre de Poche).

    Lo empecé un día a leerlo y tengo qué decir de esas primeras páginas que el autor se ha «inspirado» mucho en «Les origines de la France contemporaine» de H. Taine (11 tomos en la edición de 1902 que encontré por un precio irisorio en una librería de viejo de Buenos Aires, unos libritos hermosos), obra mayor de la historia de la Revolución Francesa, al punto que en los pasajes iniciales observados se podría hablar casi de plagio.

    Gaxotte es un historiador, digamos, de derechas.

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