Si tenéis tiempo, leed el testimonio de este mejicano que residió varios meses en las Islas Canarias por una de esas curiosas vueltas y revueltas que da la vida.
Vino tras conocer una mujer auténticamente paranoica. Un espécimen de esos que están conduciendo a España y a toda Europa hacia el abismo.
Este es al artículo: Una canaria apañada. Así empieza:
Es increíble las cosas que uno hace para salir del apremio económico. A raíz de la tragedia ocurrida en el hogar, el tema central de mis Hojas susurrantes, me quedé sin profesión u oficio. Por correo electrónico, el año pasado, una mujer de Gran Canaria llamada Teresa me propuso que me casara para obtener permiso de trabajo en España. Aunque posteriormente no se hizo lo del matrimonio, y aunque jamás hubo el menor roce romántico entre nosotros, ni mucho menos, Tere inició unos trámites para que, con el tiempo, obtuviera permiso de trabajo en su país. Dado que, según creí a primera instancia, era una ayuda altruista yo acepté para librarme de esperar la herencia familiar, y poder por fin publicar mis Hojas susurrantes sobre mi familia.
(…)
Como en mi cándida ingenuidad y buena fe yo siempre hablo de mis proyectos y lecturas, cometí el error de decirle a Tere que me había involucrado en el movimiento anti-yihadí; esto es, en el movimiento de la blogósfera preocupado por la islamización de Occidente.
Oh error… En los meses en que viví en su departamento sin poderme salir por falta de trabajo y por ende de dinero, Tere me acosó con telefonazos, mails y, cuando visitaba Canaria (ella trabaja en Madrid), incluso personalmente.
Así fue el encuentro con la chica:
Cuando llegué a España después de un cansado viaje desde México, Teresa me recibió con el comentario de que ella se había sentido extasiada, e hizo una cara de éxtasis precisamente, al ver cómo caían las Torres Gemelas durante los atentados del 11 de septiembre de 2001. Tere dio a entender que era casi un orgasmo existencial para ella el ver así caer a “¡El poder…!” según la frase que usó.
La patología de esta mujer estriba en el hecho de que no tiene la más remota idea de quién está enfrente (yo me siento más norteamericano que mexicano). Al igual que toda la gente que rabiosamente odia a Occidente y en especial a los Estados Unidos, Tere es un espécimen típico de resentimientos abismales contra sus padres; resentimientos no procesados, y trasladados, a figuras sustitutivas—en este caso los Estados Unidos—a los que la sociedad permite descargar los dos minutos de odio. Tere no se percató que con su extática declaración no sólo se me cayó su figura apenas llegaba yo a Europa, sino que por haber dicho eso se convirtió automáticamente en una enemiga.
La primera impresión fue demoledora. La continuación estuvo a la altura de las circunstancias:
Mientras más pienso en sus taras ideológicas, más me percato de que, a pesar de que como ella yo fui maltratado de chico, ella no guardó en su corazón un apego positivo con el medio, cultura o familia. Tere misma corroboró esta interpretación cuando fue de Madrid a Las Palmas, al departamento donde yo vivía solo, para visitar a su familia. Afortunadamente, sin que Tere se percatara llegué a anotar verbatim lo que me decía. A finales de agosto me dijo:
“Yo lo veo como algo negativo siempre [a la familia]… Que no haya ninguna”.
Es decir: Tere quiere que se extingan todas las familias del mundo. También capturé esta otra gema:
“Yo abomino de la familia. Creo que la familia siempre daña.” [énfasis de Tere]
(…)
El 12 de julio de 2009 Tere me hizo unas confesiones por teléfono que corroboraron de maravilla el análisis que había hecho de ella. Tere me dijo:
“A mí me da igual que la sociedad se hunda”.
Esta es una gran clave para entender a esta mujer. Hay varios críticos que dicen, especialmente en el mundo anglosajón, que el móvil de los izquierdistas no es un magnánimo liberalismo que busca el bien de todos, sino la destrucción de las sociedades en las que viven.
Esto es crucial, para entender la decadencia de nuestras sociedades:
La decadente familia de Tere
Teresa no es hija única. Tiene dos hermanos: Jorge y José. En la isla conocí a uno de ellos, y Tere me hablaba mucho del bebé del otro. De los tres hermanos, apenas a sus cuarentas uno de ellos había procreado: un solo bebé en tiempos de mi visita. Según Tere, sólo hasta que su padre murió su hermano decidió reproducirse. Su renuencia a tener hijos había sido una venganza por los maltratos que le habían infligido de chico: no quería darle nieto alguno a su (ahora difunto) padre.
El hermano que conocí era aún peor para la sobrevivencia de nuestra etnia. Al igual que Tere, tenía cero hijos. También conocí a su guapa esposa, una mujer güera y esbelta por cierto. Como muchos otros europeos, incluso en sus cuarentas esta pareja se niega y reniega a reproducirse.
Si Europa va a morir es precisamente por gente como la familia de Teresa. De hecho, esa familia es un paradigma perfecto para entender no sólo la decadencia de España, sino la decadencia de Europa en general. Es más que obvio que—la verdad que tanto enfurecía a Tere—si la Unión Europea deja de tener niños, se diluirán paulatinamente hasta su desaparición. Los advenedizos de etnias tercermundistas que emigran allá tienen proyectos muy distintos de nación. ¿No sería una máxima ironía que los moros reconquistaran España?
La decadencia de Europa se muestra en una comida que tuve con Tere, su hermano no reproductivo, y la anciana madre de ambos en un restaurante de Las Palmas. Este hermano tiene un buen puesto en el banco y vive en una zona privilegiada de la isla (no donde vivía yo, en la zona de La Feria: que al no contar con automóvil me parecía muy alejada de mi querida playa). Con toda naturalidad, este banquero me informó que, como hobby, se dedicaba a viajar por todo el mundo; contándome sus aventuras en diversos países, incluyendo de África. Desde los primeros días en la isla me enteré que unos amigos de Tere hacían exactamente lo mismo: en lugar de usar el dinero de sus muy bien pagadas profesiones para los hijos, tenían absolutamente cero descendientes, y en su lugar se dedicaban a viajes internacionales o a placeres inanes que no los comprometieran, en lo más mínimo, con el futuro de nuestra civilización.
La islamofilia anticatólica no podía faltar en el retrato de esta despreciable fin de raza que intento suicidarse:
El 6 de agosto de 2009 Teresa reveló sus verdaderos colores. Se le salió que le gusta la invasión mora en España para restarle fuerza a Roma. Que hace unas décadas las mujeres casadas no podían salir de España sin permiso del marido; que las mujeres no alcanzaban mayoría sino hasta los veintiún años; y que estaban a los cuarenta o cincuenta años tan traumatizadas como las moras que les practican la extirpación del clítoris: algo patentemente falso, como se colige en una entrada de mi blog. Además, Tere dijo “¡Divide y vencerás!” (a Roma).
Finalmente, Chechar ha podido poner agua de por medio entre la suicida paranoica y él. Le deseamos la mejor suerte.
la tipica progre de izquierdas,que se pinta las manos de blanco y grita QUEREMOS SABER.gentuza a eliminar por Occidente o por el islam.
De que el propio Islam las eliminará puedes estar seguro , pero este «progresismo» hacia el abismo no se origina solo , hay poderes detrás deseosos de acelerarlo , no es casualidad que se invite a las chicas de 16 años a abortar sin permiso de los padres , se haga publicidad de la anticoncepción y se persigan las fobias de modo selectivo atacando siempre a las poblaciones nativas europeas. El caso de las «madres-abuelas» con hijo único se dá desgraciadamente con muchísima frecuencia y de la cristianofobia ya mejor ni hablar , estamos rodeados de traidores y descerebrados que no saben valorar lo que tienen y que se creen que cuando los musulmanes sean más que nosotros todo seguirá igual. En este mismo blog tambien tenemos a uno de esos que defiende a los palestinos , que defiende a los musulmanes en definitiva.
Tengo amigos que piensan cosas similares y todos votan al PSOE o a IU. Lo que no entiendo es porqué no emigran a esos países de «tolerancia» y «pujanza económica» que son los países musulmanes.
Siempre es agradable saber que los propios escritos son leídos más allá de la relativa oscuridad del blog personal. Los pasajes de arriba son una introducción al tema de por qué los multiculturalistas de izquierda odian tanto a su cultura.
Cierto: la entrada completa de este artículo es larga. Aquellos que no deseen leerla toda como podrían familiarizarse con lo que digo a partir de “¡Teresa fue a dar al manicomio!” Pero lo que debo señalar, como lo he hecho varias veces en blogs en inglés, es que hasta la fecha el movimiento anti-yihad aún no cuenta con un examen de psicología profunda que explique el por qué del auto-odio en tanto occidental que desea ver hundida su cultura, por parafrasear a Tere. Yo creo que tiene que ver con una transferencia patológica hacia la propia cultura, símbolo del poder, como en la novela de Orwell 1984, donde a los civiles se les permitían sus Dos Minutos de Odio siempre y cuando el odio no fuera dirigido hacia el Estado totalitario, sino hacia un chivo expiatorio: una figura sustitutiva.
En la entrada completa de mi blog explico mejor este complicado asunto. Y será aún más claro cuando el resto de mi libro The Return of Quetzalcoatl sea publicado en Gates of Vienna.
http://cordeliaforlear.blogspot.com/2010/02/american-indian-view-on-immigration.html
«An American Indian View on Immigration»
America today is making the same mistake we Indians made nearly four centuries ago. America is letting in too many foreigners.
All Americans will suffer. But Indians will suffer most of all.
I’m not talking about competition for jobs, land, housing, energy, water and other finite resources—though these are all important. I’m talking about something deeper. The demographic destruction of Anglo-America will bring the final catastrophe on our people.
What catastrophe? The catastrophe of waking up one day and realizing that white people no longer control this country.
We Indians—especially the more warlike tribes such as my people the Comanches—recognize a kindred spirit in the White Anglo-Saxon Protestant. He is like us in more ways than he knows.
espero que antes de eso se produzca una guerra nuclear y que no se beneficie nadie de este suicidio
De todas formas en la edad media existia LA SANTA INQUISICION. Ahora deberiamos entender la gran funcion que hizo si no el suicidio hubiera comenzado antes. Ellos eran los vigilantes de la civilizacion occidental.
siempre quedaran los chinos ellos sabran poner orden
Cierto: en estos tiempos hay que revalorar cosas como la expulsión de Moros en el siglo XV gracias al Tribunal de la Fe.
Por cierto, en mi posteado de arriba sobra un «como» en la frase:
«Aquellos que no deseen leerla toda como podrían familiarizarse…»
Por valorar valoro las mismas Cruzadas , fué un grave error histórico que el Papa Juan Pablo II pidiese perdón a los moros por ellas , les ha dado la razón cuando la razón de defendernos era nuestra , sin la Cruzadas no existiría Occidente.
Conozco gente que encaja a la perfección con la española y sus hermanos. Si están casados no tienen hijos y se dedican a satisfacer sus caprichitos, por supuesto son de extrema izquierda, y luchan contra su propia cultura a la que odian a muerte.
En realidad creo que odian a todo el mundo.
Cruzado, cambiate el pseudónimo, por favor, o ponle un «apellido», ya tenemos otro cruzado por aquí.
Yo cuando veo esto solo pienso que por suerte esto no va a aguantar mucho y que el islam no va a vencer, pero las cosas van a cambiar, eso es evidente.
Es vomitivo.
Increíblemente trágico.
Mirándolo por otro lado, podríamos alegrarnos de que esta gentuza no tenga descendencia a la que poder transmitir su enfermedad, a otra generación. Y eso sería así sin lugar a dudas de no ser por que los principales (y únicos) focos de educación de los jóvenes ya se encargan de crear ineptos como estos.
El sistema «deseducativo» donde no se conocen las palabras merito o esfuerzo y sin lugar a dudas la televisión, que ejerce tal castración mental que aun me sorprende que los adolescentes de hoy día sepan leer o hablar.
Cierto , ahora aspiran a ser «famosos» , así es como se destruye una civilización.
El primer paso en la disidencia política es (1) regala tu televisión, o (2) desconecta la antena y úsala sólo para ver películas de arte el fin de semana.
No está de más recordar a esos progretas de medio pelo que las Cruzadas fueron unas guerras defensivas frente al empuje de los árabes, que en algunas de sus correrías remontaron el Danubio y llegaron hasta Viena. También estoy de acuerdo con el comentarista que dice que fue un error que Juan Pablo II «pidiese perdón» por las Cruzadas. Había que defenderse, y a ver si no podíamos (podemos) hacerlo cuando nos atacaban (atacan).