El gusto por la subversión y la revolución es la consecuencia de su mesianismo político y secular. Porque rechazaron al verdadero Mesías (en favor del terrorista Barrabás), se han volcado en la trasformación revolucionaria del mundo, pensando que su destino como «raza elegida» está en una u otra forma de utopía secular. La revolución ha reemplazado al Judaísmo en el corazón de los judíos.
Otro de los rasgos necesarios del judaísmo de después de Cristo es el anticristianismo visceral. La esencia del Judaísmo tras Cristo es la negación de Cristo y el odio a su Reino, la Cristofobia velada o declarada. El rechazo de Cristo ha reemplazado a la Tora como esencia de la identidad judía. La «comunidad judía» considera judíos a los judíos ateos, a los budistas, a los propalestinos, a los comunistas, etc. Sin embargo, los judíos mesiánicos (Jews for Jesus) se enfrentan a la hostilidad del resto de los judíos. Basta mostrar aprecio por el Cristo para sentir el rechado de toda la comunidad judía.
Resumo aquí varias reflexiones de una carta al director de la revista Culture Wars, Diciembre 2009.
interesante reflexion..
Hace tiempo que vengo observando incrédulo como los talmudistas son tanto o más peligrosos que los islamistas. Qué duro es despertar a la realidad, la que los medios ocultan.