Holanda y los musulmanes o “Cría cuervos…”

Holanda tiene una población de unos 15 millones de habitantes, incluidos  un millón de musulmanes, cerca del 7%. La población está literalmente muerta de miedo:

(…) la muerte de Van Gogh parece haber perturbado a los holandeses aún más, debido a su alarmante proximidad y desconcertante crueldad. En un sondeo realizado poco después del asesinato, el 47% dijo ser menos tolerante hacia los musulmanes que antes. La noticia de que el asesino formaba parte de una célula más amplia de militantes radicales ha intensificado la ansiedad general. “Parece que se trata tan sólo de una cuestión de tiempo para que un gran ataque tenga lugar en nuestro país”, dice un estudiante de Ámsterdam, donde se produjo el asesinato.

Eowyn comentaba que el silencio se está apoderando del país con una mas antigua tradición de libertad de expresión, sin embargo también se han alzado unas voces que  no se oyen en nuestro país:

El ministro de Economía, Gerrit Zalm, le declaró la “guerra” al fundamentalismo islámico el día que Van Gogh fue asesinado. El ministro del Interior, Remkes, dijo: “sólo la represión puede ayudar contra los peores canallas”. Geert Wilders, el segundo de los fuertemente custodiados parlamentarios, aboga por medidas administrativas: una política para detener terroristas sospechosos sin necesidad de un juicio. “Esa gente debe ser eliminada de nuestras calles y la barrera de una prueba no puede ser un obstáculo”, dice. “El gobierno debe ser capaz de actuar antes y rendir cuentas después”.

Ojo a la última parte, apunta a la supresión de las garantías legales a que estamos habituados en Occidente. Y de las palabras, a los hechos:

Varios imanes han sido expulsados del país y muchos otros tendrán que participar en el curso de “naturalización” recompensado con una copia de la constitución holandesa y una bandera nacional. Quizás un regalo más apropiado sería una bicicleta; el día que los imanes pedaleen hacia el trabajo quizás lo harán también los parlamentarios.

Insuficientes con todo. Esto es lo que hace flata: Fin de la inmigración musulmana, repatriación de ilegales, revocación de las ciudadanías concedidas… y deportación si es necesario. Son ellos quienes tienen que sentir el miedo en vez de nosotros.

Lee el artículo entero: Holanda y el Islam cara a cara.

1 comentario

  1. Ya que se toca el tema de la inmigración, acabo de ver la muy denostada «Syriana», y me he quedado con dos cosas muy claritas, enmedio de un argumento confuso:
    a) Si hemos de considerar ciertas las condiciones de vida reflejadas en el film, la situación de los emigrantes en los emiratos es muy dura: nada de reagrupamiento familiar, viven hacinados en barracones, despido sin explicaciones y expulsión inmediata del país al perder el trabajo… no existen los simpapeles… vigilancia continua… y eso que son sus hermanos. De hecho, el pakistaní roza accidentalmente con un balón a un árabe y teme meterse en un grave lío… demoledora la escena de la fila y la brutalidad policial con un hombre que no sabe árabe… igualito que en Occidente, por eso nos ponen a caldo y somos culpables de esto y aquello.
    b) El pakistaní acude a la escuela islámica al principio por las comidas; aparece árabe comprensivo que le trata de tú a tú; lo introduce en el grupo, lo rodean de amor mientras le ilustran sobre la maldad occidental… pero es Hansel al que están engordando: será utilizado como terrorista suicida, un «trabajito» que sus amiguetes, a pesar del honor que conlleva, lo dejan para él…
    Imprescindible verla, pero no por los motivos que publicita su director.

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