Continúo con la exposición de algunas ideas del artículo de Fjordman Political Correctness — The Revenge of Marxism, que iniciamos en esta anotación.
Tras perder los nazis la SGM, el racismo quedó totalmente desacreditado; sin embargo, aunque los soviéticos perdieron la guerra fría, la ideología del “odio de clases” sigue siendo más popular que nunca. El socialismo, en la forma de marxismo cultural, es aun una ideología muy popular.
El Marxismo cultural surgió en los años 20 del siglo pasado, cuando algunos teóricos consideraron que –al contrario que es la doctrina clásica- no se podrían transformar las relaciones de producción sin sustituir antes la superestructura ideológica. Recibió un gran impulso en los años 60 y 70, y se impuso en los 90, tras la caída del muro de Berlín. Los marxistas siguen creyendo que la democracia de mercado es un orden tan injusto que cualquier otro es preferible, incluso el Califato mahometano.
Al igual que en el marxismo clásico los obreros son la clase buena y explotada y la burguesía la clase opresora, en el marxismo cultural hay “colectivos” buenos (feministas, homosexuales, ecologistas, pacifistas, inmigrantes, negros, mahometanos) y otros malos (blancos, cristianos, heterosexuales…)
Entre los creadores del marxismo cultural están el comunista italiano Gramsci (foto) y Luckacs. Gramsci, ya en los años 20, previó una “larga marcha” a través de todas las instituciones sociales, gobierno, poder judicial, ejército, escuela, medios de comunicación… Para él, mientras los obreros siguieran pensando como cristianos, no podrían responder a la llamada de la revolución. Lukacs era del mismo parecer, en 1923 propuso inducir una suerte de pesimismo Cultural, para aumentar el sentimiento de desesperación y de alienación como prerrequisito necesario para la revolución. Con ello tratan de explicar la falta de entusiasmo revolucionario de los obreros, que deberían haber seguido el ejemplo de la revolución rusa y extenderla a toda Europa.
Se proporcionan además dos enlaces interesantes:
Political Correctness: A Short History of an Ideology, cuyo título no es necesario explicar y “Why There Is A Culture War: Gramsci and Tocqueville in America, que explica que la polémica política actual de los EE. UU. refleja la batalla de dos formas de ver el mundo, la de Gramsci y la de Tocqueville, autor del clásico «La democracia en América». Este libro muestra la difusión de las ideas de Gramsci en la universidad americana. Cita algunos ejemplos que causan consternación:
En una conferencia en al U. de Nebraska se concluía que «Los estudiantes blancos necesitan desesperadamente formación en “conciencia de raza y cultural”. El propósito moral de esa formación es superar las nociones “blancas” de intimidad e individualismo». En la de Columbia «se anima a los novatos a liberarse de las creencias sociales y personales que fomenten la desigualdad».
Frente al lavado de cerebro gramsciano, el toquevillismo resalta las características de Norteamérica que la hacen diferente: patriotismo, religiosidad, espíritu empresarial, individualismo. Se propone que actualmente estos dos puntos de vista se están enfrentando en la mayoría de las instituciones públicas norteamericanas. Es decir, a pesar de la derrota del comunismo clásico, el cultural está poniendo en jaque a Norteamérica. Del desenlace dependerá el futuro del mundo. Norteamérica podría resultar europeizada (incluso eurabizada…), y trasformarse en una nación estatalista, laicista, postpatriótica, obsesionada con los derechos de los “colectivos” (homosexuales, mahometanos, negros, euskaldunes…).
Continuará.
Sobre este tema tuve que dar una conferencia hace unos meses. No puedo más que coincidir contigo. Estos nuevos marxistas ocupan ahora básicamente la cultura, universidad y medios de comunicación, de modo que poco a poco avanzan hacia la construcción de un nuevo orden mundial. De hecho, el análisis de las series de televisión, realitys y demás muestran esa tendencia ‘politicamente correcta’.
Gracias, en realidad lo que he hecho es resumir el artículo de Fjordman. Hay una tercera y última parte.
«…Los marxistas siguen creyendo que la democracia de mercado es un orden tan injusto que cualquier otro es preferible, incluso el Califato mahometano…»
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Esa aseveración deberías argumentarla convenientemente, no basta con soltarla así sin más.
Empieza a demostrarlo… si puedes.
» Tras perder los nazis la SGM, el racismo quedó totalmente desacreditado»
No veo que se pueda escribir algo más falso que esto, tras la Segunda Guerra Mundial quedó desacreditado el nazismo, pero no el racismo que siguió vigente en el mundo, sino ¿qué eran las leyes segregacionistas de USA o el régimen del Apartheid en sudafrica??