Tiene una librería en la provincial infame de Seine-Saint-Denis desde hace treinta años. Los problemas empezaron hace cinco. Sus vecinos los «nuevos franceses» le han hecho de todo, literalmente. Incluido violarla. Ha sufrido un total de 21 actos de agresión, intimidación, etc. Ha presentado 12 denuncias. Ninguno de los culpables ha sido nunca identificado. Los periodistas que escriben la prensa que vende tampoco le han prestado mayor atención.
Sigue en la brecha.
El mismo día que los manipuladores a sueldo vuelven a sacar al caso del quinqui y la ecuatoriana. Siempre la misma manipulación. Malditos sean.
Si fuera una inmigrante la agredida/violada ese nº de veces la sacarían en todos los programas de todas las cadenas. Peeero, es europea, no «merece la pena» :-O
Eso se llama resistencia aunque bueno sería tambien responder a esa basura.