Ante la crisis económica: Reagrupamiento y socorros mutuos

Me ha parecido muy interesante este artículo de Enrique de Diego (Reagrupamiento y socorros mutuos), con el que estoy de acuerdo. Las clases medias tienen que superar el trago cuyos primeros sorbos están siendo tan amargos y hacer frente a la situación. Se han equivocado, han vivido alocadamente, por encima de sus posibilidades, se han endeudado hasta las cejas y se han ido de las manos de Dios. Esto último no lo dice De Diego, pero es la causa última de todo.

Leedlo, yo le voy a  hacer un par de comentarios a algunas cosas que dice.

También tienen los nuevos pobres, que han incrementado la política demencial del Gobierno y el modelo insostenible que padecemos, coches, aunque pueden utilizarlos menos, y viviendas, aunque muchas veces no están ya en condiciones de hacer frente al pago de las mensualidades de sus hipotecas o de sus alquileres.

Aquí hay un punto de autoengaño. No es la politica del gobierno, ni el modelo, es la irresponsabilidad individual: gastar más de lo que se gana, endeudarse alocadamente para irse de vacaciones en vez de criar una familia.

Muchos de esos nuevos pobres están entrando en la espiral de la pobreza a la que son abocados por el colapso del mercado, la pérdida del empleo y también por la subida despiadada de tarifas, tasas, impuestos y multas.

Los nuevos pobres, miembros de las clases medias, viven esa pobreza de una manera vergonzante y de ello se prevale el sistema para ralentizar la rebelión, pero también para irles atrapando en un silencio en el que en ocasiones se autoflagelan.

No han sido codiciosos, no son culpables de lo que les está sucediendo, sino que son víctimas de un marco que lleva siendo mucho tiempo hostil, cruel y coactivo, pero que, simple y terriblemente, ha llegado a sus últimas contradicciones, está exacerbando los efectos perversos de la expoliación.

De nuevo. Son culpables de su endeudamento y de votar a la llamada «derecha moderada».

Esos nuevos pobres no tienen cabida en el discurso oficial de los medios de comunicación, dedicados a la mentira y el entretenimiento. Y esa persistente manipulación genera una incomunicación que intensifica la humillación de las víctimas, genera complejos de culpa, incentiva las suicidas estrategias de evasión, metiendo la cabeza bajo el ala como el avestruz, de modo que las gentes no se transmiten unos a otros los problemas, ni la situación angustiosa en la que se encuentran, ni adoptan decisiones con la urgencia que la aceleración del desastre social exige.

Esos nuevos pobres se han entretenido con las andanzas de las rameras y buscavidas de la tele como los que más. No nos engañemos.

Ante una crisis tan profunda, en la que hay que luchar por la supervivencia, el último reducto de eficacia es la familia, el ámbito de ayuda y socorros mutuos y también de comunicación.

Muchas supervivencias dependen de proceder a reagrupamientos familiares, que no se hubieran entendido en otras épocas, pero que ahora pueden ser imprescindibles. Las familias amplias, no sólo el núcleo familiar básico, pueden racionalizar gastos, sosteniendo a los que se encuentren en una posición más débil o frágil. Mas también es preciso dejarse ayudar.

Sí. Ha funcionado en España hasta ahora; el problema es que las familias endeudadas y entrampadas hasta las cejas. Y, lo que es peor, no se han preocupado en sacar a delante a la nueva generación.

12 comentarios

  1. Bueno, ya estoy aquí de vuelta de las vacaciones navideñas.

    Al tema:
    Completamente de acuerdo contigo AMDG.
    Conozco a gente de mi mismo nivel adquisitivo que las está pasando muy pero muy mal.
    Sin embargo yo no…….
    ¿Cual es el secreto?:
    Nunca he comprado nada a plazos (salvo la casa obviamente).
    ¿Que quiero algo? Pues a ahorrar hasta que tenga el dinero.
    Y sobre todo no intentar vivir por encima de mis posibilidades.

  2. Saludos amigos.

    Estoy muy de acuerdo en que los propios ciudadanos somos también culpables de todo lo que está pasando, no solo de «la crisis», porque hemos mordido el anzuelo como estúpidos besugos, y sobre todo, alejándonos de la nuestra Fe.

    También estoy de acuerdo con muchas cosas que dice el personajes este, Enrique de Diego, uno lo ve en los debates de Intereconomía y si no supiera mas (como la inmensa mayoría) se llega a identificar mucho con él.

    Ahora bien, me gustaría que me dierais vuestra opinión del personaje como ese envidioso masón que ha escrito insultos tremendos contra Peones Negros, Luis del Pino y todo aquel que se salga de la versión oficial del 11M.

    Adelanto mi opinión: EdD trabaja codo con codo con los enemigos de Cristo y de España y lo hace mediante el recurso del sofisma, engañándonos, confundiéndonos, haciéndonos creer que es de los nuestros y por tanto si el señor dice que los peones negros son gentuza y lo del 11M es cosa de los moritos y «vale ya» entonces es porque será así. Y efectivamente, muchos hay que pican.

    Lo de las clases medias, para mí no es mas que un recurso y premisa sofista.

    En fin, ¿que me decís al respecto?

    PD. Por cierto, ¿puedo incluir HTML en los comentarios? Alguna prueba he hecho y no ha resultado.

    • Antonio de Jesus,

      Te voy a dar mi opinión sobre temas del 11M: ni puta idea, ni lo quiero saber.

      Me explico, como mucho exigiría que se dieran las condiciones politicas, legales y judiciales para que se aclare ese lio en los tribunales. Pero mas que eso no quiero saber nada. Porque lo nuestro es el islam, y todo lo demás son discusiones de si son galgos o podencos.

      Entiendo que no debemos meternos en esos líos, no nos llevan mas que a divisiones entre unos y otros, no vamos a ganar nada con ello, son politiqueos que a nadie beneficia.

      Y con esas cosas el tiempo pasa, y siguen llegando inmigrantes musulmanes y se siguen aprobando leyes favorables a ellos, y sigue la descristianizacion de la sociedad… y los políticos tirándose los trastos a la cabeza para conseguir su cuota de poder.

      No necesitamos ese tema para nada.

      • Siento no estar de acuerdo.

        Aquí todo está relacionado y todo tiene que ver, ambos fenómenos vienen del mismo sitio y de lo que se trata es analizar y actuar en función de los resultados de esos análisis.

        Porque si nos quedamos solo en lo malos que son los moros (que lo son) y no vamos mas allá entonces «apaga y vámonos».

        Ya lo he explicado en algunos de mis (aun pocos) comentarios: el verdadero enemigo está en casa, lleva nuestra sangre, nuestro color de piel y es el hijo de nuestro vecino, y para mas señas lo votamos una y otra vez (no me importa cual de los partidos sea). Ese es el que nos traído el problema. Ese es el que está compinchado con otros (para mí el contubernio judeomasónico, los políticos españoles en este caso solo son unos imbéciles esclavizados) para traernos este y otros problema por multitud de fanáticas y nauseabundas razones (neofeudalismo y Nuevo Orden Mundial, esclavitud financiera al judío y realización de la utopía luciferina de la sinagoga de Satanás).

        El voto todavía sigue siendo un método de lucha, no lo olvidemos, y no renunciemos a ello. Y la política, también, tampoco lo olvidemos. Y estoy obviando todos los demás métodos de lucha que mas o menos se pueden resumir en concienciazión (ya se que es un feo palabro porque suena a suziata) y movilización. Me parece que no estamos ni para tirar cohetes ni para cortarnos los brazos.

        Recordemos que el moro está aquí porque lo hemos permitido, y lo hemos permitido con nuestro voto. Si no empezamos por ahí, mal vamos.

        En cuanto al tema de esta entrada yo lo que estoy haciendo es cuestionar la integridad y la credibilidad del sujeto en cuestión y aun sigo esperando mas opiniones, a no ser que prefiramos definitivamente meter la cabeza en la tierra o taparnos los ojos (y de paso, las narices también).

        Los que hicieron el 11M son los mismos que nos trajeron al moro y no podemos despreciar las conexiones que nos llevan a tener mayor conocimiento e información para así poder tomar mejores decisiones y dar pasos mas firmes.

        Insisto, el mayor enemigo no es el moro en sí, sino el que nos lo ha traído, que en definitivas cuentas responde por nombre y apellidos al sinvergüenza que aparece en las papeletas de voto. Por ahí empieza la cosa y luego va complicándose hacia arriba y haciéndose mas difusa y oculta. Por tanto empecemos por ahí.

    • Jeje. Estaba probando los códigos Html. Con strong y em funcionaba, pero con b y i no. No se borraba el estilo, solo que no se aplicaba. Ahora, esos comentarios de Antonio de Jesús, deben verse correctamente, y no sólo los nuevos.

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  1. Ante la crisis econ
  2. NO es moralina conservadora, Sr. de Diego | La Yijad en Eurabia

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