¿Es difícil ser judío en España?

Sí, si nos atenemos a lo que nos cuenta Martín Varsavsky. Ante semejante afirmación da ganas de decirle que se ponga cómodo, como en casa, vamos. Pero mejor será, si queremos entenderlo, ver las razones que alega.

Lo es por una razón: casi no hay judíos en España. Bueno, no es que no haya judíos en España, sino que somos muy pocos: los miembros de todas las comunidades judías de España no llegan a los 15.000 según las propias instituciones judías (aunque según los cálculos de los embajadores de Israel y de Argentina en España se acercan a 30.000) en un país de 45 millones de habitantes.

Esta razón de la sinrazón que a mi razón se hace es improcedente. Este señor nació en Argentina, si quería encontrar judíos debería haberse ido a donde los haya, por ejemplo Israel o a NY. No me parece razonable irse a Kazajastán y quejarse de que no hay españoles. Más:

Pero en España sí hubo judíos. Hace mucho tiempo. Cuando fuimos expulsados del reino éramos unos 600.000 o el 10% de la población. Pero gracias a esa expulsión (que fue terrible no sólo por lo injusta, sino por lo eficaz), España pasó a tener 1 de cada 10 habitantes judíos en 1492 a 1 cada 3.000, actualmente.

Anda, así que porque los hubo hace mucho tiempo tienen derecho a exigir que los haya de nuevo. ¿Lo aplicamos a los cananeos? Mas. Teniendo en cuenta que España fue el último país europeo que expulsó a los judíos, en algunos casos habría que hablar de repatriación, digo yo. Y no se expulsó a los judíos, sino al judaísmo. La mayor parte se quedaron como cristianos y se mezclaron con el resto. Martín, los españoles hoy todos somos (algo) judíos. Venga:

Siendo tan pocos judíos en este país lo más probable es que la mayoría de mis lectores nunca haya cenado en casa de una familia judía, o conocido en profundidad a un judío. Sin embargo, según ‘El País’ de hoy, el 56% de los estudiantes secundarios españoles dicen que «estaría poco o nada dispuesto» a trabajar con un judío.

Para que quede claro: este horroroso prejuicio que demuestran los estudiantes españoles es también el mismo que sienten por otras minorías. En orden de rechazo de los estudiantes españoles, los gitanos se llevan el «premio» siendo rechazados por el 67% de los escolares. Luego vienen los marroquíes, despreciados por nada más ni nada menos que el 64% de los estudiantes españoles y enseguida después venimos los judíos. El rechazo es menor hacia los Europeos del Este (un 47%), aún menor hacia los africanos (un 45%), tras los que vienen los latinoamericanos y asiáticos (un 43%), y los menos rechazados son los norteamericanos y los comunitarios (28 y 22% respectivamente).

O sea que es rechazo al diferente, no al judío. Con todo, estoy de acuerdo que los resultados son tristes, aunque tengo que decir que no me los creo. Más, ese “rechazo” es perfectamente legal y legítimo, siempre y cuando la persona se comporte civilmente. No se olvide: en una sociedad abierta y plural nadie tiene derecho al cariño, sino solo al trato justo.

¿Pero cuál es la gran diferencia entre todos estos grupos y los judíos? Que el prejuicio antisemita del escolar español medio es un prejuicio basado no en el encuentro con judíos -que, como digo, es estadísticamente improbable- sino por la historia antisemita española desde la Inquisición. Yo me pregunto en qué está basada la judeofobia en este país. ¿Cómo puede ser que haya desprecio por el judío sino se le conoce?

¿? Vaya primero hace una afirmación, que además recurre a un tópico, después se hace la pregunta. Premio. Siguen otras quejas. Y cosas como esta:

Prejuicios como que «matamos a Cristo» ya no se escuchan tanto, pero prejuicios como «todos los judíos son ricos y controlan Wall Street» aún existen.

¿Ya no se escuchan tanto? Yo de hecho no lo he escuchado nunca. Debo andar algo duro de oído.

Uno de los sitios donde más frecuentemente encuentro el antisemitismo es en mi blog. Hasta un colaborador de ‘El Mundo’ me llamó una vez judío especulador. Basta con ‘googlear’ «Varsavsky judío» para ver la cantidad de comentarios antisemitas que hay.

Especulador es una acusación genérica. Prestidigitador empresarial es más apropiada. Tiene razón en que El Mundo es antiisraelí, como casi toda la prensa española.

Sin embargo, yo le recomiendo que en vez de quejas genéricas –aparte de disparatadas- denuncie las malas artes de sus colegas blogueros de El Mundo, como hago yo.

Solo tiene un riesgo, quizás te quiten de la nómina de blogueros de El Mundo. Ya sabes, Martín, el mal que no puedas corregir, padécelo con cristiana resignación, pero el que puedas combatir… ¡adelante, hombre!

Es difícil ser judío en España

* * * * *

ACTUALIZACIÓN: Sobre el creciente antisemitismo en España. Se ha doblado en dos años. Dramático, realmente: ¿Que opinan en Europa sobre los judíos?.

6 comentarios

  1. Unas palabras muy prudentes las tuyas.

    Por qué llama la atención de esa forma este señor, los judíos deberían sentirse libres para declarar su raza o religión, pero sin embargo quieren que sean los diferentes al resto, una élite que poco tiene que ver con la tolerancia o el amor al prójimo. Pero qué es eso de que tengamos que soportar que alguien nos grite al oído que es o no judío, acaso es tan importante para una sociedad democrática tener que escuchar la vida de algunas personas, son unos liantes como este señor.

    Ser judío es complicado en España si bombardeas a la población con el egocentrismo propio de estas personas.

    La única solución: La globalización y la asimilación racial.

  2. Bueno, al margen de que todos sabemos cómo se cocinan las «estadísticas» y los «estudios», lo que sí sería de agradecer es que por una vez todos los ingenieros sociales y moralistas progres definieran qué demonios es «rechazo» para ellos. Y ya de paso la celebérrima «xenofobia» (y no digamos el arma de destrucción psicológica del «racismo»).

    Porque ya está bien. Yo mismo vivo y he vivido rodeado de extranjeros, en medio de ellos, festejando con ellos y hasta jugándome el tipo físicamente por defender a un par de ellas. Pero claro, si me preguntan si me parece bien la «inmigración» de 640.000 extranjeros por año y la concesión de la nacionalidad por ius soli o por llevar un año en el país, pues tengo que decir que no. Tengo que decir que NO.

    Y si me preguntan si estoy de acuerdo con la propaganda cultural constante, perfectamente planificada y financiada, que intenta programarnos para que aceleremos el proceso de nuestra dilución vía multiculturalismo y mestizaje, pues tengo que decir que tampoco. Que eso todavía me gusta menos.

    (Sobre todo porque no soy subnormal)

    Lo cual, al margen de lo que haya hecho realmente en la vida me convierte en un apestado destinado a las regiones exteriores. No es que los miserables ingenieros sociales se crean sus propias acusaciones; es que no pueden permitir que nadie levante la voz.

    Si uno sabe de primera mano que ciertas empresas de cierto sector están intentando importar como sea ingenieros y trabajadores especializados para «reventar» (sic) los sueldazos de sus trabajadores españoles (1000 euros en capitales en las que el alquiler más barato vale 650) pues tiene que estar en contra. Si uno conoce que uno de cada cinco críos es hijo de extranjeros y que ese procentaje sube cadaaño, pues tiene que quejarse. No digamos cuando ya has visto media docena de casos de españolas adoctrinadas que de ninguna manera quieren ser madres con otros españoles, pero que si la cosa es ser más cosmopolita y exótica entonces sí, entonces sí están dispuestas.

    De estas cosas no se habla porque es doloroso y humillante. Pero es lo que hay.

    Y claro, a quienes señalan estos hechos los llaman de todo… para que no los señalen (no sea que así revienten el negociazo de algunos). Negociazo ideológico y económico. Pero la realidad sigue ahí aunque no se la quiera mirar. Y la realidad es que en tres o cuatro décadas los españoles autóctonos seremos minoría en nuestra propia tierra.

    Con esto pasa como con los animales salvajes cuando están famélicos y desesperados. Tienen miedo al fuego y las armas, pero el hambre aprieta. Llega un momento en el que tienen más miedo de la muerte por inanición que de las hogueras y los palos. Y entonces saltan dentro del campamento. Si nuestros destructores se creen que las acusaciones de esto y aquello –terrorismo psicológico– van a surtir efecto para siempre es que son más imbéciles de lo que parecía. Que se aplique el cuento don Martín.

  3. ¿Sabes cuantos judíos hay en el mundo?. El día que me lo contaron me quedé sorprendidísimo: menos de 15 millones. En TODO el mundo. Algo así como el 2 por MIL de la población mundial.

    De modo que no es que en España no haya judios, es que no hay judios en NINGUN sitio.

    No me creo que en España hubiera nunca 600.000 judíos. Eso es sencillamente mentira. Lisa y llana.

    Y lo que hace Varsavsky con ese artículo es perpetuar el estereotipo del judío mentiroso, llorón y fullero. Curiosamente resulta ser él el antisemita. Asi de claro.

  4. En todo caso, resulta curioso que un argentino -¿por qué se dice judío este si es argentino, y no practica?- venga a España y se queje de que no hay judíos. Hombre, Argentina tiene la 5ª comunidad judía del mundo,. quédese allí o vaya a Israel, o a NY.

    Pero no, el «emprendedor» tuvo que venir aquí a dejar pufos como el de Jazztell. En Tel Aviv o en NY no hubieran colado, claro.

    Y encima te predican.

    Es que incluso su predicación es un fraude. Que critique el odio antisemita manifiesto de los periodistas de El Mundo. Pero no, eso lo toca con cuidado…

  5. Esa es otra Artamir. Este señor ni es practicante ni racialmente judío. Yo comprendo que un judío practicante quiera tener una comunidad grande, ya que así tendrá un sinagoga bonita, un rabino, ceremonias vistosas…

    Pero en este caso… Que venga que se haga rico, que deje un pufo considerable y que te refriege que eres un racista…

  6. Señor Varsavsky, no llore, dese cuenta que si no hay judios es por que a la gente no le interesa, es mas le digo:
    Al contrario de cualquier pais del mundo con su cultura, su religion y su forma de vivir sin crear conflictos entre sus ciudadanos, vosotros los judios siempre que vais a algun pais teneis la mala costumbre de querer cambiar la forma de pensar a vuestro criterio. Y ESO NO SE HACE.
    ¡¡¡¡¡¡¡¡¡TIO QUE SE OS VE EL PLUMERO!!!!!!!
    Ahora estais intentando que los cristianos y los musulmanes nos matemos entre nosotros,estais engañando a los cristianos diciendoles que sus enemigos son los musulmnes ,con vuestra propaganda, ya que hay 1500 millones de cristianos tontos y 1200 millones de musulmanes tontos en el mundo matandonos por 15 millones de judios listos.

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