Así agradecen que les hayamos creado su paisito:
La mafia albanokosovar coopera con la turca (segunda mafia más importante en el mundo tras la italiana) en el tráfico de heroína afgana a través de Valencia. Según el artículo publicado hoy en el diario El Mundo por Francisco Martínez, los turcos son quienes procesan el opio y suministran la heroína, mientras que los albanokosovares se encargan de su distribución y de que los “quinquis” “no se reboten”, según un agente español del servicio anti-droga que exige anonimato.
Como podemos ver aquí, aquí, aquí, aquí, y aquí (por poner solo un ejemplo) estás bandas operan en España de manera harto frecuente, recaudando activos para proseguir con el acoso a la población serbia de Kosovo.
De aquí: Desarticulada otra red de tráfico de drogas albanokosovar en España
Kosovo es un «estado» en el que el tráfico de heroína, las mafias y la corrupción están a la orden del día (una de las razones por las que desde ciertas posiciones de poder se apoyó el robo de esa tierra a los serbios), y de allí han salido unos pocos de miles de albaneses a toda Europa, los cuales estamos conociendo bastante bien. Desde traficantes y mafiosos, hasta ex-terroristas del UCK, ahora metidos a ladrones, sicarios y asesinos.
Ante nuestras narices, EEUU y sus países «satélites» han ayudado a construir un narcoestado en Europa. Una tierra robada de forma ilegítima al pueblo serbio. Un puente al tráfico de drogas y las mafias en Europa, y al mismo tiempo, un polvorín de integrismo islámico y terrorismo. El conflicto kosovar no ha terminado, ni mucho menos.