Fantástico (La frialdad de un «Corpus» muerto y sin alma):
Y este es el triste epílogo del final de fiesta del Plan Pastoral de nuestra Diócesis, Corpus inanimado del cadáver de nuestra Diócesis, a la que le espera otro trienio pastoral si cabe más desencajado que el precedente: leer más la Biblia, más solidaridad en la crisis y acoger (con más catalán, claro está) a los inmigrantes. Inmigrantes que, vistas las cosas, nos saturarán los despachos de Cáritas en las parroquias, transformados en centros de asistencia primaria derivados por un poder civil sin infraestructura asistencial y que nos convierte y trata cada vez más como delegados de «Bienestar Social». Los mismos inmigrantes que en su gran mayoría, y gracias a la cuestión lingüística, irán a leer la palabra de Dios a los centros de culto protestante, donde excepto para comer, se encuentran como en su casa.
Mientras sean solo protestantes me doy con un canto en los dientes.
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