Aquí la tenéis (Rusia: Cómo cuentan sus historias los pasajeros del “Nevsky Express” en las redes sociales). Trata del folclore tuitero y no contiene ni una referencia al crimen:
Las autoridades rusas continúan la investigación sobre el accidente del tren “Nevsky Express” sucedido entre Moscú y San Petersburgo el viernes en la noche. Según las autoridades, la tragedia donde perdieron la vida al menos 30 pasajeros, fue un ataque terrorista. El accidente plantea un buen número de preguntas; muchos se preguntan que pasó durante las primeras horas después de sucedido y porqué hubo tanta demora para comenzar a reportarlo.
Puesto que la tragedia sucedió lejos de un área poblada importante, los reporteros demoraron varias horas en llegar al lugar; sólo en ese momento aparecieron por todas partes las primeras fotos y videos. ¿Qué sucedió con las redes sociales que informaron sobre el accidente aéreo en Perm (ing) en septiembre del 2008?
Accidente, tragedia… “ataque” por atentado (posiblemente una mala traducción directa del inglés). Repugnante. La prevención del aborto les parece un asunto mucho más grave a esa exquisita cuadrilla pagada de sí misma.
Cuando dieron la noticia siguieron el mismo procedimiento: Rusia: Al menos 25 muertos en descarrilamiento del ‘Expreso del Neva’.
ACTUALIZACIÓN: Lo mismo sucede en el periodismo de esto que aún se llama España: Retener por secuestrar, ejecutar por asesinar («Ejecuciones» periodísticas):
¡El grupo que retiene a los españoles ejecutó en junio a un británico!
Cuando paguen el rescate (paguemos…) nos vendrán contando el trato respetuoso que les dieron los señores terroristas.
Sí, repugnante en realidad. Y no faltaron medios que atribuyeron el atentado a la «lutraderecha nazi». Pero repugnante de verdad.
El post traducido se refiere única y exclusivamente a la información y/o reacción de algunos de los afectados por el accidente inmediatamente después del descarrilamiento. Sólo y mas tarde se supo no era un accidente.
Eso es precisamente lo que denuncio. Se hace ruido con la anécdota y se mira hacia otro lado respecto de lo importante.