El cacao ideológico de Libertad Digital y el spencerismo genetista de Rajoy

Jorge Vilchez pide que el PP sea de derechas, pero no conservador, sino liberal. Claro que Cánovas y Sagasti eran los dos liberales. Liberales proteccionistas…

En otro sitio califican a la derechade autoritaria y antiliberal, nostálgica y de corte elitista, arcaica, extemporánea, colaboracionista… No sé si he puesto todos los adjetivos. En todo caso, no he podido elucidar el mensaje que guarda semejante totum revolutum. ¡Y lo firma el GEES!.

Me temo que los hayan dejado descolocados los desplantes de Rajoy, quien hace 25 años firmaba un elogio de la desigualdad. Es cierto que somos profundamente desiguales. Cualquiera que tenga ojos en la cara y carezca de anteojeras en la sustancia gris sabe que eso una verdad como un templo. Pero Rajoy también defendía la desigualdad con argumentos neodarwinistas y spencerianos, lo que es peligroso además de falso:

Y estos conocimientos que el hombre tenía intuitivamente -era un hecho objetivo que los hijos de «buena estirpe», superaban a los demás- han sido confirmados más adelante por la ciencia: desde que Mendel formulara sus famosas «Leyes» nadie pone ya en tela de juicio que el hombre es esencialmente desigual… El hombre, después, en cierta manera nace predestinado para lo que habrá de ser. La desigualdad natural del hombre viene escrita en el código genético, en donde se halla la raíz de todas las desigualdades humanas.

Pues no. La dotación genética es obviamente importante, pero no estamos predestinados para lo que vamos a ser, la educación contribuye tanto o más al producto final. Aunque, ciertamente, usted no tiene madera de político, y en ese caso cabe decir que quod natura non dat, Salmantica nos praestat.

6 comentarios

  1. Nunca me había detenido a reflexionar en lo ignorante que es este Rajoy. Es que hay que leer con atención su clase de genética mendeliana:

    «Cuando en la fecundación se funde el espermatozoide masculino y el óvulo femenino, cada uno de ellos aporta al huevo fecundado -punto de arranque de un nuevo ser humano- sus veinticuatro cromosomas que posteriormente, cuando se producen las biparticiones celulares, se dividen en forma matemática de suerte que las células hijas reciben exactamente los mismos cromosomas que tenía la madre: por cada par de cromosomas contenido en las células del cuerpo, uno solo pasará a la célula generatriz, el paterno o el materno, de ahí el mayor o menor parecido del hijo al padre o a la madre.»

    Es que yo digo que si uno quiere unirse al coro del neoevolucionismo por lo menos debe tener cierto dominio del tema para no parecer un payaso: para empezar, el ser humano tiene 46 cromosomas, por lo tanto, en cada gameto (masculino o femenino) van 23, no 24 como dice Rajoy. Por lo demás, no sé qué querrá decir con eso de que «se dividen matemáticamente» (es como para decir que no sólo «sabe» de política y biología, sino también de lógica y matemáticas) y lo mejor de todo fue eso de que «por cada par de cromosomas contenido en las células del cuerpo, uno solo pasará a la célula generatriz, el paterno o el materno, de ahí el mayor o menor parecido del hijo al padre o a la madre.» ¡Es que este tipo no puede estar más equivocado! No es por ser pedante: pero no sé que imagen del proceso mitótico tiene en su cabeza. Lo que está en ´nuestros gametos es una distribución azarosa de los cromosomas de NUESTROS padres, y el hijo (es decir, el fruto de la unión de ambos gametos- por extensión nosotros) en reaalidad tenemos en todas nuestras células dos copias de genes para lo mismo (una paterna y otra materna) -por lo tanto no sé como se justifica «el mayor o menor parecido del hijo al padre o a la madre» de esta forma.
    (Sr. Rajoy: para explicar lo del parecido no tiene que saber de «divisiones matemáticas» sino que debe buscar el significado de la palabra «dominancia» y quizás después pueda con «codominancia»… Mendel no sólo escribió para ser tergiversado)
    Creo que un comentario más extenso lo haré en mi blog.

    Otra cosa: a propósito de GEES: ahí hablan de «CIERTA derecha autoritaria y antiliberal, nostálgica y de corte elitista.», y vamos, no se puede negar que existe. Eso no quiere decir que toda la derecha lo sea. (y fíjate que no se aplica lo mismo para la izquierda)

    Bueno, saludos.

  2. A estas alturas debierais daros cuenta de una cosa muy simple: LD no tiene principios ideológicos.

    Simplemente trabajan para un fin, ese fin es poder y dinero.
    La ideología que abanderen en un momento o en otro, dependerá de la conveniencia.

    El liberalismo ( o lo que esta gente entiende por liberalismo), les permiten un margen de maniobra político mucho más amplio que otras posiciones de la derecha. No están encorsetados por valores morales que les impedirían cumplir sus objetivos.

    En esencia son conservadores, pero dejan de lado su ideología cuando lo que esta en juego es el poder y el dinero, su fin último.

    Juan Pablo: Respecto a los conocimientos genéticos de Rajoy, creo que lo que dice es una buena aproximación para un político, teniendo en cuanta lo que se llega a publicar en las secciones científicas de los periódicos.
    Cuando dice «se dividen en forma matemática» solo se refiere a que lo hacen innumerablemente.

  3. No entiendo que se pierda en disquisiciones ideológicas– bizantinas decían hace siglos–
    cuando como pasaba en Constantinopla en 1453,ESTAMOS AMENAZADOS por miles de millones
    de potenciales INVASORES ENEMIGOS, cuando nuestro problema no es cómo organizar el Estado sino CÓMO SOBREVIVIR como EUROPEOS (si tus hijos o herederos han de ser de color cafeconleche ya da igual quien manda: TU espíritu habría desaparecido).
    Bueno.. al grano: he copiado este programa político (no lo he leído todo, pero parece MUY CIENTIFICO):
    Ahí va y me gustyaría conocer un comentario vuestro
    (yo soy más bien LIBERAL en el sentido clásico, pero no agnóstico ni creyente en que la democracia sea una panacea): Este es el programa:

    TEXTO PARA UN PROGRAMA POLITICO

    PROLOGO

    I- ESTADO

    Rechazamos totalmente la teoría y la práctica de que el Estado sea un comerciante, y se comporte como tal; exactamente como un mal
    comerciante, que da pésimos servicios, caros y además pierde siempre
    dinero, que hace pagar a sus súbditos con aumentos y más aumentos de
    impuestos. El Estado ,para nosotros, no debe ser ni un comerciante ni
    una niñera, que se ocupa de sus pobres sujetos, tratándolos como si
    fueran débiles mentales, precribiéndoles qué deben hacer hasta en los
    más mínimos detalles de sus vidas. Es paradójico que en una época en
    que todos presumen de libertad, los hombres no puedan disponer
    libremente ni de su dinero ,pues el Estado se lo puede quitar
    legalmente cuando le plazca; no puedan elegir libremente el médico que
    les cuide cuando estén enfermos, a menos de pagar dos veces (la cuota
    de la Seguridad Social obligatoria y un facultativo de consulta
    libre); no puedan mandar a sus hijos al tipo de escuela que les
    plazca, a menos de pagar ,indirectamente ,dos veces también; no puedan
    expresar libremente determinadas opiniones ciertas, a menos de estar
    homologadas por el Sistema; no puedan evitar un Servicio Militar que,
    en muchos paises ,no es más que una pérdida de tiempo, empleado en
    servir de criados a ignorantes chusqueros.

    El Estado tiene una misión primordial en cada una de sus dos
    vertientes: Interior y Exterior.

    En la Interior, para emplear una expresión muy clara de Spengler, el
    Estado debe velar por mantener en forma ,en el sentido deportivo que
    se da corrientemente a esta expresión, al pueblo; en forma moral y
    física. Para ello debe velar por el mantenimiento de la Justicia y el
    Orden Público, y no inmiscuirse en las vidas de los ciudadanos más que
    cuando es absolutamente imprescindible, y siempre por motivos del Bien
    Común.

    En la Exterior, es misión del Estado la defensa de los intereses de la
    colectividad humana que él representa en el plano internacional.

    II- ESTADO Y MONEDA

    El Estado, sobre todo, debe ser Señor del Dinero. Sólo a él debe
    estarle permitida la emisión y creación del mismo. Si dinero es todo
    aquello que sirve para posibilitar el cambio de bienes y servicios, no
    cabe duda de que al dispensar los créditos son los Bancos quienes de
    hecho ,y a todos los efectos, crean el dinero. Al controlar la emisión
    del dinero los Bancos, la Alta Finanza, que por definición es
    internacional y apátrida, domina la vida económica de las naciones, y
    ya se sabe que dinero es Poder.

    Que no hay pactos con pobres. Que la mano que da queda por encima de
    la que recibe. Que una campaña electoral no se costea con el aire,
    sino con dinero, y que quien o quienes financian unas elecciones
    deciden el resultado final de las mismas, o bien se hacen pagar por
    los vencedores en las urnas ,una vez finalizadas, con servicios o con
    influencia, el dinero que sirvió para financiar aquéllas.

    El Estado sólo puede ser libre si él mismo es soberano de su moneda, y
    la emite cuando las necesidades de la producción y el consumo lo exigen.

    III- FINANCIACION DEL ESTADO

    Al ser el único emisor de moneda la manera de financiar el Estado
    consiste en imprimir los billetes o dar los créditos necesarios para
    pagar a los funcionarios, los materiales y gastos de obras públicas,
    etc. Es cierto que, al aumentar la masa monetaria en circulación, el
    dinero anteriormente existente perderá algo de su valor, pero no es
    menos cierto que todo hay que pagarlo, incluso los servicios estatales.

    Ahora bien: por el sistema actual, en que los recursos del Estado
    provienen de la recaudación de impuestos y la emisión de bonos a
    través de los Bancos, cuando no de créditos directos de los propios
    Bancos nacionales y extranjeros, lo que sucede es que se mata la
    iniciativa privada si se aumentan los impuestos, y en los demás casos
    el Estado (y a través suyo todos los ciudadanos) paga intereses
    usurarios, de manera que sale mucho más caro. El Estado por definición
    se debe autofinanciar. Todo Estado que no se autofinancie no es
    soberano, y deja de ser Estado para pasar a ser una colonia de otro
    poder fáctico ,político o financiero.

    Los impuestos actualmente no sirven más que para pagar el pesado
    armatoste burocrático, inútil y excesivo, y para quitarle libertad al
    pueblo (pues quien poco tiene en el bolsillo poca libertad tiene, por
    mucho que se lo garanticen todas las Constituciones habidas y por haber).

    IV- CRISIS

    Todos hablan de crisis económica, unos por ignorancia, otros por mala
    fe, y la mayoría por inercia mental. Y sin embargo, si hay algo que
    aparezca con meridiana claridad, es que no puede haber ninguna crisis
    económica.

    La crisis es simplemente Financiera.

    Porque si la Economía se compone de tres partes, Producción, Consumo y
    Distribución, el fallo está ,única y exclusivamente, en la última
    parte, la menos ‘económica’ de las partes de la Economía.

    En efecto, si las máquinas progresan a ritmo geométrico y la
    demografía occidental permanece estacionaria, cuando no es retroceso,
    es evidente que la Economía debiera mejorar casi a diario, y los
    precios bajar. Si una comunidad produce más bienes y servicios, en una
    unidad de tiempo, sin aumentar la población ,o aumentando ésta a un
    ritmo netamente inferior a la productividad, bajarán en barrena los
    precios por la simple dinámica de los hechos.

    Sin embargo todos sabemos que no es así. ¿Por qué?. ¿Por qué las
    empresas quiebran a millares en todo Occidente, mientas sólo
    progresan, insultantemente, los Bancos y las entidades de ‘servicios
    financieros’ ? ¿Cómo es posible que este hecho clarísimo no llame la
    atención y provoque la indignación de los más?. Aun sin ahondar en el
    problema, sin necesidad de estudiar siquiera someramente la
    problemática y la operativa de la Finanza, debe aparecer más que claro
    para la inteligencia más mediocre que si la producción alcanza cotas
    inimaginables hace sólo unos años, mientras que la gente sigue desean
    consumir, el defecto actual sólo puede estar en la distribución; es
    decir, la Finanza.

    V- FINANZA Y PODER

    Cuando aludimos a la enfermedad de la Distribución, causante de la
    actual crisis ‘económica’, nos referimos, insistimos, a la Finanza.
    Con ello entramos de lleno en le problema del dinero, ese instrumento
    de cambio de bienes y servicios, del que nadie sabe casi nada.

    En España especialmente, el desconocimiento acerca de la naturaleza
    del dinero es casi increible, incluso entre altos cargos directivos de
    empresas. La creencia general es que se trata de unos trocitos de
    metal o papel con los que se ‘compran’ cosas.

    La realidad es que esos trocitos de papel o metal representan ,en el
    conjunto de un país occidental, apenas un 4% de lo que es el verdadero
    ‘dinero’. En grandes potencias industriales ,como USA, no llega ni
    siquiera al 3%.

    En realidad lo que la gente llama ‘dinero’ no es más que la ‘calderilla’ .

    El resto es una fenomenal sobre estructura de créditos, manejada por
    los Bancos; o mejor ,por el sistema bancario. Una ficción que amenaza
    con llevar al mundo a la bancarrota como ya lo hizo durante la década
    de los 30.

    En toda comunidad humana regida por principios serios y éticos, el
    objetivo de la producción es el consumo y no la rentabilidad del capital.

    La industria, la agricultura, y los servicios deben cubrir la demanda
    real – exclusivamente la real, y no la artificial, generada por un
    exceso de publicidad- y no asegurar beneficios inauditos al actual
    sistema usurario imperante.

    VI- PROPIEDAD PRIVADA

    Creemos en la propiedad privada, y precisamente por ello nos oponemos
    a los dos grandes sistemas de expolio existentes hoy en el mundo, que
    últimamente se ha reducido sólo a uno, y que en realidad siempre fue
    uno: el esclavismo.

    El Capitalismo ,con su escalada de impuestos expropiadores y Estados
    entrometedores, y el Comunismo (en sus variedades ‘ligth’ actuales)
    con su actualización del viejo adagio «lo que es común, no es de
    ningún», confluyen ambos ,deliberadamente, en un mismo resultado: la
    privación de la libertad, de la verdadera libertad, es decir, de la
    libertad posible para un hombre viviendo en sociedad organizada.

    Y ello por una razón elemental: porque quien nada tiene no es libre,
    por muchos cuerpos legales, leyes fundamentales, constituciones en
    papel de barba, que se lo garanticen. Quien. nada tiene no es libre, y
    el permanente aumento de los impuestos por un lado, y la
    proletarizació n general por el otro, tienden a crear un nuevo tipo de
    hombre vegetativo, al servicio de la termitera llamada sociedad
    moderna. Nuestra creencia en la propiedad privada se basa en la propia
    naturaleza humana y en el reconocimiento de que sin incentivo
    particular la Economía se hunde. Sólo se sacrificarán por una
    entelequia los ilusos, por la Humanidad los santos ,y sólo aceptan en
    su fuero interno seguir los programas de trabajo mandados
    despóticamente por los hombres, las bestias domesticadas.

    El esclavismo, llámese comunismo o, en sus últimas consecuencias
    impositivas, capitalismo, es para santos o para bestias. Pero no para
    hombres. Y menos para hombres libres. En consecuencia, no reconocemos
    a la propiedad más cortapisas ni límites que los marcados por el Bien
    Común.

    VII- SINDICATOS

    Un estado que es financieramente libre del control que ejercen los
    Bancos en la actualidad sobre el dinero, es económicamente libre. Si
    lo es, en esta edad del gran desarrollo técnico, puede llegar en poco
    tiempo no ya al pleno empleo sino a una edad de abundancia.

    Desde otra vertiente de las cosas, un Estado libre puede imponer una
    Justicia auténtica, un Derecho natural, lo que haría innecesarios los
    Sindicatos tal como se entienden ahora.

    Queramoslo o no los sindicatos han estado siempre politizados y han
    terminado por no ser más que correas de transmisión de partidos
    políticos, que los han utilizado como medio de presión.

    En la misma España, pero en general en todas partes, los sindicatos
    han tolerado, cuando han gobernado los partidos que los sostienen,
    situaciones a las que se opusieron fieramente cuando eran otros
    partidos los que gobernaban. Los hechos son tozudos, y es un hecho que
    los sindicatos modernos no han sido siempre y en todas partes más que
    mercados de trabajo, en los que unos traficantes del sudor de los
    obreros negociaban en su propio interés personal o de partido con las
    empresas, alternando estas negociaciones con los chantages.

    Las empresas chantagean con despidos y restricciones de sueldo, los
    sindicatos con huelgas, y con los eufemísticamente denominados
    ‘piquetes informativos’ , sin los cuales los sindicatos habrían
    desaparecido hace mucho tiempo, y sus burócratas se hubieran visto en
    la triste obligación de trabajar para ganarse su sustento.

    En el Estado que porpugnamos tienen cabida las asociaciones gremiales,
    pues, mal que les pese al centralismo jacobino de la Revolución
    Francesa, los problemas específicos de cada región y ramo difieren de
    los de sus vecinos. Estas asociaciones gremiales y unos ‘tribunales de
    honor’ al estilo de los que existieron antaño entre ciertos
    profesionales (médicos, abogados, etc) deben bastar para dirimir las
    diferencias que en el seno de la industria y el comercio pudieran
    surgir entre las partes.

    En última instancia debería resolver la justicia, aunque la
    desaparición de la usura en la vida económica nacional eliminaría la
    inmensa mayoría de posibles causas de fricción entre los diversos
    estamentos de la producción.

    VIII- ADMINISTRACION PUBLICA

    La Administració n en general debiera revisar todas sus estructuras.
    Estamos convencidos de que más del 50% de los funcionarios podrían
    dedicarse a otros quehaceres, doblándose el sueldo a los que quedasen
    o a quienes les sustituyeran, y la función pública ganaría en eficacia
    y dignidad.

    La ‘vox populi’, a la que tanto se alude en las modernas democracias,
    pero a la que poco caso de hace, identifica los funcionarios públicos
    ,con muy escasas excepciones, como enchufados y vividores, siendo el
    de ‘vagos’ el cualificativo más simpático que se les atribuye. Esto es
    un hecho; es un fenómeno no ya local sino europeo.

    Ministerios, Ayuntamientos, y demás dependencias de la Administració n
    se han convertido en ‘refugia peccatorum’ de todos los incapaces de
    encontrar trabajo en el mundo laboral ‘libre’. Las excepciones ,sin
    duda numerosas, no pueden modificar la ley general, firmemente creida,
    insistimos, por el ‘hombre de la calle’, vote o no.

    Propugnamos ,pues, una reforma administrativa en profundidad, por
    supuesto gradual y respetando ,dentro de lo posible y siempre que lo
    permita el bien común, situaciones consagradas por el uso y el tiempo,
    aunque con tendencia a irlas haciendo desaparecer.

    Es fundamental que pronto sea una realidad el que el ciudadano que
    deba acudir a una oficina pública para realizar cualquier consulta sea
    recibido con urbanidad, por un señor educado y eficiente, y que deberá
    la conservación de su puesto precisamente a esa eficiencia y a esa
    educación.

    Nada fomenta más la inoperancia ,la ineficacia y el desorden que la
    seguridad de saberse en posesión de un cargo vitalicio.

    A la Administració n pública hay que atraer a los mejores ciudadanos,
    con buenos sueldos , pero también sujetándolos a códigos internos que
    sancionen duramente el cohecho y la negligencia, dejando bien claro
    que su cargo es revocable como el de cualquier otro ciudadano que
    trabaja en el sector público.

    En una palabra, proteger al funcionario del soborno y de las presiones
    internas o externas, pero no de la ineficacia sin consecuencias.

    Sobre esta base de una Administració n pública renovada en sus
    estructuras deberá trabajar el estado con soltura. El pueblo aprecia
    sobre todo la claridad de lenguaje y actitudes. Sólo así se logrará
    que se deje de considerar al Estado -cualquier Estado- como un enemigo.

    IX- JUSTICIA

    El estado, hemos dicho, deberá luchar contra la Injusticia y el
    desorden. La frase ,a menudo mal citada y casi siempre mal
    comprendida, de Goethe, de que ‘es preferible una injusticia a un
    desorden’, quería significar que si hay una injusticia siempre se
    podrá corregir, pero si reina el desorden no habrá manera de evitar la
    injusticia, que se perpetuará en el caos.

    Actualmente -y éste es un hecho lamentable pero innegable- la Justicia
    atraviesa una crisis que no es más que el reflejo de todas las otras
    crisis que aparecen en todas las actividades y estamentos humanos.

    Una reciente encuesta, llevada a cabo en España, ha patentizado de
    manera incontrovertible, la escasa o nula credibilidad que tienen los
    españoles ,de todas las clases y categorías sociales, en la Justicia
    que se imparte en este país.

    Sería necio echarle la culpa a los magistrados ,a los legisladores o a
    los políticos, aunque es evidente que todos tienen parte de culpa. La
    culpa es, primordialmente, de las caducas estructuras imperantes. La
    Justicia que se hace es epidérmica, es formalista y desesperantemente
    lenta.

    El Estado ha de velar por que hayan pocas leyes ,pero que sean justas
    ,necesarias y que se apliquen.

    Debe velar por que se cumplan y, cuando los ciudadanos se ven forzados
    por las circunstancias a dirimir sus diferencias ante los Tribunales,
    los funcionarios ,desde el juez hasta el último ujier, trabajen
    ,piensen todo lo que quieran, pero decidan en unos plazos razonables.

    Mientras no se consiga que el ciudadano recobre confianza en la
    Justicia, un país no funcionará correctamente. Y aquí un inciso: el
    respeto que merece la Justicia debe basarse en la actuación correcta y
    ajustada a Derecho de sus encargados, no en atuendos y vestiduras
    exóticas, togas, mazos, y expresiones del siglo XVII. La Justicia debe
    ser rápida, seria, recta, no aparente.

    X- DELINCUENCIA Y ORDEN PUBLICO

    Un Estado libre de la presión de la Alta Finanza ,y que goce ,al
    proceder a la reforma administrativa en profundidad que propugnamos,
    de la confianza del pueblo, y de una soltura de movimientos que le
    permita actuar con rapidez, tiene todas las posibilidades de ganar la
    batalla contra la delincuencia.

    Está muy bien afirmar que la delincuencia debe desaparecer eliminando
    las causas que la fomentan, pero no es menos cierto que el primer paso
    a dar es eliminar la delincuencia ya existente en la actualidad.

    En la lucha contra la delincuencia y el vicio propugnamos una acción
    decidida y ,sobre todo, acorde con el orden natural de las cosas, que
    exige todos los miramientos para con las víctimas, y sólo después de
    haber hecho todo lo posible por éstas, empezar a ocuparse de manera
    justa y razonable del delincuente, tratándolo como lo que es, un ser
    asocial o antisocial, contra el que se deben adoptar medidas, si no de
    venganza, si de defensa, justas y necesarias. En este sentido hay que
    proceder con moderación. Somos -no cabe duda- moderados, por lo menos
    en relación a las actitudes que adoptan algunos o algunas que se
    sienten concernidos ante determinadas situaciones. Así por ejemplo,
    allí donde las feministas exigen ‘contra violación ,castración’,
    nosotros proponemos ‘contra violación, esterilizació n’. En efecto, no
    queremos venganzas, sino justicia, reparación y eficacia.

    El delincuente ,en vez de estar inactivo en prisiones como las
    actuales, en las que no hacen más que ampliar estudios de delincuencia
    en su trato diario con otros colegas, trabajará por cuenta de la
    sociedad, ganándose un sueldo que le será abonado en cuenta particular
    hasta saldar su deuda. Esta deuda se compondrá de la multa que imponga
    el juez -que será ,en la nueva legislación que propugnamos, cuantiosa-
    más los gastos del juicio, más los inherentes a su propia manuntención
    y alojamiento. Ya está bien de que, encima de los perjuicios
    ocasionados a la sociedad por los maleantes, haya que pagar por
    mantener el pesado armatoste de la actual ‘Justicia’ y del increible
    ‘sistema penitenciario’ implantado en occidente para solaz de los
    caballeros delincuentes.

    En una sociedad natural, justa y razonables, las prisiones deben
    autofinanciarse. y deben autofinanciarse mediante el único patrón
    financiero que reconocemos, el patrón trabajo. No reconocemos otro
    medio de ‘recuperación social’ -como dicen los sociologos marxistas-
    que el generado por el trabajo. Sólo así el delincuente podrá decir
    que ha pagado su deuda con la sociedad. Por supuesto ,además
    rechazamos de plano la estúpida legislación impuesta en todo occidente
    por penalistas y sociólogos masoquistas, por la que se contempla lo
    que se denomina ‘reducción de pena por buena conducta’; quien ha
    delinquido debe pagar y se presupone que quien paga debe hacerlo bien,
    para saldar su deuda. Si no paga bien, si la conducta no es buena,
    aumenta su deuda. En una palabra: en vez de reducción de pena por
    buena conducta propugnamos que se parta de la base de la obligación de
    esa buena conducta y la agravación de la pena por mala conducta.

    En la lucha contra la delincuencia, sin embargo, no caben moderaciones
    cuando el atacado es, no ya un individuo, sino toda la comunidad e
    incluso las futuras generaciones. Por consiguiente, los traficantes de
    droga, los proxenetas, los grandes estafadores, los dirigentes del
    crimen organizado, todos aquellos que ataquen directamente a la
    comunidad y en general los que cometan delitos graves
    ,convenientemente y claramente tipificados, serán considerados
    irreductibles enemigos de la sociedad y tratados como tales,
    llegándose incluso a aplicar la última pena.

    En una palabra: somos partidarios de una ley que proteja a los
    ciudadanos dignos contra los indignos, que haga pagar las culpas, que
    actue con serenidad y moderación, pero sin negligencia ni falsas
    demagógicas compasiones. Reservamos la compasión exclusivamente para
    las víctimas.

    XI- REINSERCION SOCIAL

    Actualmente, la reinserción social del delincuente es casi imposible.
    Nadie quiere -y es natural- a expresidiarios trabajando para él o
    junto a él. Pero con el sistema que propugnamos el delincuente paga de
    verdad su culpa y será poco propenso a reincidir, lo que facilitará su
    retorno a la sociedad.

    Un programa de obras públicas ambicioso llevado a cabo naturalmente
    por el estado, es el medio principal de justificar la emisión de
    moneda por el Estado (y no a través de créditos bancarios como sucede
    ahora) de manera que se precise mano de obra que permita la
    reinserción inicial.

    XII- CULTURA

    Consideramos que no basta que el Estado imponga el orden, sino que
    ,además, debe crear las condiciones de vida óptimas para que tal orden
    -y la Justicia, sin la cual aquél es odioso- sea una resultante
    natural. Debe pues, el Estado, fomentar activamente todas las
    actividades culturales y artísticas, estableciendo un claro distingo
    entre lo que es Arte ,o lo que como tal se ha considerado durante
    cincuenta siglos, y las mamarrachadas impuestas como ‘arte’ por los
    marchantes desaprensivos.

    También debe fomentar el deporte, a partir de la escuela, de manera
    que la gimnasia sea una asignatura más, pero en serio, así como
    también debería serlo la educación cívica.

    El Estado debe imponer ,no ya la alfabetizació n general, sino el
    acceso a la Cultura.

    No imponer la Cultura –imposible -, sino posibilitar su acceso a todos
    los ciudadanos. Esto no conllevaría ningún gasto. Todo lo que gastan
    los modernos estados en hacerse el autobombo a través de los llamados
    ‘medios de comunicación social’, y en especial la televisión, bastaría
    y sobraría para financiar una labor de cultural dirigida al pueblo.
    Adrede huimos de la expresión ‘cultura popular’, porque no es eso lo
    que queremos decir. No pretendemos una estandarizació n de la cultura
    poniéndola al nivel del llamado ‘pueblo’, es decir, al nivel más bajo
    que se encuentre entre la población, sino que lo que queremos es hacer
    la cultura asequible a los que deseen acercarse a ella.

    XIII- EDUCACION

    La enseñanza debiera organizarse ,según nuestro concepto, partiendo de
    la base de que en una primera etapa a los niños hay que educarlos, hay
    que formarles, mucho más que enseñarles, lo que quedará para una
    segunda etapa. Siendo la tercera la de entrar en los centros
    especializados de artes y oficios o la Universidad.

    En pocas palabras, y con el riesgo de esquematizar tal vez en demasía,
    nosotros diríamos que la escuela es para formar el carácter y preparar
    la entrada en la enseñanza superior, donde se aprende una profesión o
    una carrera. Nada hay más deprimente e inútil que la actual enseñanza
    ,con los resultados que son de prever: al salir de la escuela y llegar
    a la Universidad para estudiar, por ejemplo Derecho o Medicina, el
    niño recuerda vagamente las leyes del péndulo y el nombre de media
    docena de reyes, pero no sabe comportarse como una persona decente.

    No patrocinamos una enseñanza para formar practicones, sino para
    formar ciudadanos conscientes y honrados.

    XIV- FUERZAS ARMADAS

    En nuestro concepto del estado, las FFAA tienen una función muy clara
    y delimitada que cumplir: defender por la fuerza los intereses del
    pueblo cuando se lo ordene el Gobierno legítimo de éste.

    Las Fuerzas Armadas están pues al servicio del pueblo. De hecho ,como
    bien se dice, son ‘el pueblo en armas’, con unos profesionales fijos,
    los militares de carrera, que han elegido libremente una profesión
    todo lo honrosa que se quiera, pero renumerada, lo que convierte en
    gratuitas todas las alusiones al ‘honor militar’ como algo especial.
    Que existe el honor militar es indiscutible, como también que existe
    el ‘honor de bombero’ o el ‘honor de camionero’. En nuestra concepción
    del Estado el honor se le supone a todos los ciudadanos hasta que
    prueban lo contrario, y por ello no merece ese ‘honor’ una recompensa
    especial. Lo que merece sanción es el deshonor comprobado y demostrado.

    Ahora bien, lo que nos parece incongruente es que un sistema de
    gobierno que se define a sí mismo como democrático se permita
    sancionar a militares por emitir opiniones políticas, cuando ello les
    está permitido a todos los demás ciudadanos. Ningún Gobierno del mundo
    puede, sin contradecirse a sí mismo, y por ende perder credibilidad,
    sancionar a ciudadanos -aunque vistan de uniforme- por ejercitar un
    derecho constitucional – más aun, natural- reconocido por sus propias
    leyes.

    En nuestro concepto el Ejército debe modificar sus estructuras en el
    sentido de que se precisa su modernización, mediante sueldos
    adecuados, que atraigan a los mejores elementos de la población, en
    vez de seguir el sistema burocrático del escalafón.

    En una palabra, los militares deben ser algo más que funcionarios
    vestidos de caqui. Pero no deben ser un mundo aparte.

    Todos debemos tener la obligación de participar en la defensa nacional
    si es necesario, pero mientras no lo sea lo más útil es que ésta sea
    una ocupación de profesionales bien preparados.

    XV- EJERCITO Y PODER

    Rechazamos de plano toda tentación golpista, que si bien es concebible
    en cualquier república bananera, no lo es en un país de la Vieja
    Europa actual. Sólo en un caso extremo, de eventual traición
    comprobada, o de permitir un caos generalizado, se justifica una
    rápida e interina intervención militar.

    XVI- RELIGION

    En el ámbito religioso , propugnamos una total libertad de cultos, con
    la única excepción de aquellas religiones que contengan dogmas o
    enseñanzas manifiestamente anti-sociales.

    Al Estado le será completamente indiferente que los ciudadanos vayan a
    misa o a la escuela dominical o a cualquier otro tipo de servicio
    religioso, que no coman carne los viernes o comulguen por Pascua
    florida, pero pondrá fuera de la ley como delincuentes a los ministros
    de religiones que enseñen a sus adeptos que es lícito prestar con
    usura a los no adeptos, o que no deben tomar las armas en defensa de
    su país en caso de guerra.

    Por lo demás las relaciones del Estado con las diversas religiones se
    regulará mediante tratados claros e inteligibles, basados en un
    mandamiento de Cristo: «a Dios lo que es de Dios, y al Cesar lo que es
    del Cesar».

    XVII- NACION

    Entendemos por Europa a la comunidad de los pueblos blancos.
    Ideológicamente hablando, pues, toda idea geográfica de Europa como
    comunidad de algunos pueblos blancos asentados en un territorio
    concreto, o toda idea restrictiva con respecto a algún pueblo blanco
    en concreto, es contraria a nuestra idea de Europa como comunidad racial.

    Consideramos a Europa como una futura confederación armónica de
    pueblos autogobernados, y no como una nueva forma rígida de
    uniformidad imperial.

    Sólo en aquellas cuestiones que conciernan a la supervivencia del
    pueblo europeo en su conjunto debe existir una unidad centralizada
    (por ejemplo, defensa, relaciones exteriores, demografía,
    planificación macroeconómica, etc).

    Esta confederación europea debe empezar realizándose en pueblos
    cercanos geográfica y culturalmente. En este sentido la unidad de la
    Europa geográfica actual no es sino un primer paso previo e ineludible
    a la posterior integración de todos los demás pueblos blancos (USA,
    Argentina, Australia, etc).

    Estas razones geopolíticas hacen fundamental, ya desde ahora, una
    unidad defensiva europea. Debe evitarse cualquier atomización en
    microestados políticos de Europa, que debilitan su unidad ,en especial
    en las actuales circunstancias de lucha por la supervivencia de
    nuestra forma racial.

    Estamos totalmente en contra de todo tipo de asociaciones de carácter
    militar o económico dirigidas por al Finanza Internacional. El Mercado
    Común o la OTAN, no son sino la antítesis del ideal europeo y jamás
    podrán constituir la base de nuestra unidad.

    La sustitución de las fronteras actuales por una unión de étnias
    autónomas pasa por el previo entendimiento de las ‘patrias’ actuales,
    por la difuminación del nacionalismo cerril y por una concienciació n
    popular de la realidad de los pueblos que componen Europa.

    Por tanto, en esta primera etapa respetamos la situación actual de las
    ‘patrias históricas’, intentando imponer poco a poco los conceptos
    étnicos, apoyando las autonomías, fundamentalmente en aspectos
    culturales, administrativos y educativos.

    Hoy en día ya se dan casos de identificaciones permanentes entre
    nacionalidad étnica y nacionalidad histórica en algunas zonas.

    El respeto a las demás comunidades raciales es uno de nuestros
    principios básicos. Cualquier necesidad o exigencia para con estas
    comunidades (materias primas, alimentación, energía, etc) debe ser
    tratada mediante negociación y respetando los derechos inherentes de
    todo ser humano independientemente de su raza.

    Sólo en aquellos casos en que la supervivencia de nuestra comunidad
    racial se vea realmente amenazada por posturas arbitrarias o
    intransigentes estaría legitimado el uso de la fuerza.

    XVIII- BANDERAS E IDIOMAS

    Apoyamos y fomentamos en uso de las banderas étnicas de cada pueblo,
    así como el mantenimiento, uso y difusión a todos los niveles de los
    idiomas populares. Por razones de índole práctica este reconocimiento
    deberá simultanearse con el establecimiento de idiomas básicos para
    las relaciones intereuropeas, así como de una bandera confederal, y
    políticamente representativa de nuestra unidad racial. Ambos no deben
    ser impuestos por la fuerza sino aceptados por todos los pueblos
    europeos como símbolo de su unidad.

    XIX- SEPARATISMO

    Consideramos separatismo precisamente la falta de voluntad o apoyo
    entre pueblos europeos, representados por aquellos movimientos que
    invocan el odio, el desprecio o el rencor contra otros pueblos
    europeos. Así pues nos manifestamos radicalmente contrarios a los
    movimientos chauvinistas, sean del color que sean, que defiendan el
    pequeño nacionalismo decimonónico, ya trasnochado.

    No pueden considerarse separatismo los deseos de autogobierno de los
    pueblos europeos, sino el odio, rencor o falta de ayuda entre ellos.

    XX- GOBIERNO

    Nuestro Gobierno será jerárquico, tomando como modelo la jerarquía
    existente en la Naturaleza. un Gobierno formado por los mejores, los
    que más destaquen en sus actividades diversas, por elección directa de
    sus agrupaciones y cámaras profesionales o vocacionales, lo que
    llevará a la dirección del país a los más capacitados.

    La lucha por el poder se llevará a cabo por las formas que indique la
    Ley. Así en el caso de España por el logro de una mayoría
    parlamentaria. Accederemos a la lucha política como un grupo más, si
    bien consideramos que los partidos son una creación artificial de los
    poderes reales que se esconden detrás.

    XXI- CIUDADANIA

    Consideramos que ciudadano de pleno derecho de nuestra Nación sólo
    podrá serlo el individuo que pertenezca a cualquiera de los pueblos
    que conforman Europa. No aceptamos por ello en cargos de influencia
    social (TV, prensa, etc) o política (Gobierno, Administració n Pública)
    a miembros de otra comunidad, cualquiera que sea.

    El individuo no europeo se hallará en nuestra Nación en categoría de
    residente, no pudiendo gozar en ningún momento de los derechos
    inherentes a la ciudadanía.

  4. Luis, ya que quieres mi opinión te la doy: espero que los que hayan escrito esto no lleguen ni siquiera a optar a una concejalía. Este programa es temerariamente incoherente, confuso e ignorante.

    Espero que sea una broma.

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