Le partió la cara literalmente: acabó con la nariz rota y sangrando. Sucedió el pasado jueves en el aparcamiento de un supermercado en Marsella. El tiene 30 años, ella 24 y es francesa de nacionalidad. Avisaron a la policía, a la que el argelino mintió diciendo que se había golpeado ella sola la nariz contra un coche.
Sucedió en Marsella, al lado de nosotros, en esa Europa ultramontana que decían es el modelo para España: “España es el problema y Europa la solución”.
Maldito cavernícola…
Espero que la buena señora haga uso de su derecho como francesa y como europea de divorciarse de semajante energúmeno, y de paso llevar el caso como malos tratos ante el juez correspondiente.
En esta noticia lo más grave no es la bestial conducta del «marido» argelino, que fue consecuente con lo más profundo de su idiosincreasia y de su fe, lo
peor es la actitud pasiva y cómplice de las sociedades europeas, quizas porque están desinformadas. ¿Por qué esta noticia no se da en todas las TV de Europa? ¿Qué tienen que decir las
llamadas «feministas»?
Ese mismo talante de contemporizacion o claudicación es el «pacifismo» repentino de algunos curitas progres. Tal es el caso que se da en Cantabria de despojar de su espada a Santiago Matamoros. Lo podeis leer en http://www.tresmontes7.wordpress.com
…y perdonad por la autocita, aunque el post no es mío.