“La Yijad amenaza al Islam”, o por el monte las sardinas

¿Mande? ¿Pero no es uno de los pilares básicos?:

EL terrrorismo yihadista no es una guerra dirigida sólo contra Occidente. Es también una guerra contra el islam (…) es, sobre todo, una amenaza contra la identidad y la dignidad del mundo árabe y musulmán. (…). El fanatismo yihadista sólo ha traído desdicha a los pueblos musulmanes. Los talibán han sido una inmensa desgracia para Afganistán. La mayor de toda su historia de desgracias. En ningún lugar del Corán se dice que las mujeres deban vestir el burka y estar encerradas en casa bajo siete llaves.

 

El atentado de Casablanca fue una matanza de marroquíes y un anuncio de que un fanatismo homicida amenaza al Magreb -mucho más que a Europa- si no reaccionan a tiempo la sociedad marroquí, argelina o tunecina. El islam, como el cristianismo y el judaísmo con los que está íntimamente emparentado, proclama la dignidad del hombre y el respeto a la vida y a la creación de Dios. Y el terror integrista sólo promete una dictadura totalitaria que pisotearía los más elementales fundamentos del islam. Entre las víctimas del 11-M también hubo musulmanes. (…)

 

El terrrorismo yihadista es una amenaza incluso contra el islamismo moderado que ya se estaba adaptando a un marco institucional con posibilidades de creciente democratización, según el modelo de Turquía. (…). No se entiende que no sean las propias organizaciones sociales o religiosas musulmanas las que se movilicen contra el enemigo de todos. Al fin y al cabo, el islam está amenazado por el radicalismo yihadista, pero el islam tiene también todos los medios en su mano para acabar con esa lacra. El islam, mucho más que Occidente, es el que cuenta con los instrumentos para asfixiar el islamismo extremista. La movilización del islam, de sus religiosos, de sus intelectuales, de sus medios de comunicación contra el terror debería ser no sólo una cuestión de dignidad, sino de supervivencia.

 

Occidente está habituado a vivir en crisis que siempre acaban siendo superadas. La amenaza yihadista puede causar mucho dolor, pero no va a acabar con la democracia, ni con la cultura y valores tradicionales occidentales. En cambio, el islamismo extremista ya ha dado pruebas de sobra de su capacidad letal en el seno de sociedades árabes y musulmanas. Ya habrá tiempo para intercambiar reproches y analizar por qué surgieron esos de fanáticos asesinos. Pero la urgencia en estos momentos para el islam debe ser acabar con el terrorismo yihadista por el interés de todos, y el suyo propio en primer lugar.

Lo dice el ABC en su editorial del lunes 12 de marzo de 2007, y ya se sabe que “la información objetiva es fundamental”. Esto es un buen ejemplo de las mentiras eurábicas. ¡Ay, que desastre, la derecha vergonzante!

3 comentarios

  1. Manda narices se ponga como ejemplo a Turquia donde tan solo merced a ferrea dictadura se ha logrado parar un poco las ansias islamistas.

    No es que no se enteren estos del ABC, es que no se quieren enterar.

  2. «No se entiende que no sean las propias organizaciones sociales o religiosas musulmanas las que se movilicen contra el enemigo de todos.»

    No lo entendera Carcalejos y sus editores.

    El resto, lo comprendemos muy bien…

Dejar una contestacion

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.


*