Es el signo del fin inevitable de una época:
Según un sondeo de opinión realizado por el diario británico "The Guardian" el 25% de los electores británicos no descarta dar el voto al partido de social derechista “British National Party” (BNP).
Por descontado, a pesar de las pretensiones de la intelectualidad progresista, lo hace a costa de la izquierda no de la radicalización de la derecha:
La encuesta realizada por encargo de la “Joseph Rowntree Reform Trust” señala que un amplio sector del electorado se siente tan frustrado con los partidos tradicionales que están pensando hacer patente su protesta contra el sistema votando al BNP. Aunque desde los medios oficiales no se atreven a relacionar el ascenso del BNP con los recientes atentados de Londres, lo cierto es que su líder Nick Griffin, adquirió una creciente popularidad a raíz de sus declaraciones sobre los musulmanes inmigrantes en Gran Bretaña, y de que éste describiera al Islam como “una fe malvada y viciosa que se expandió mediante un puñado de extraños lunáticos hace 1.300 años y está ahora arrasando un país tras otro.” A la vez que denunciaba la contradicción de su aversión a los infieles mientras “su libro sagrado les permite buscar a chicas blancas para tener sexo con ellas.”
Lo cuenta Minuto Digital, que insiste en utilizar el concepto confuso de “derecha social”: FUERTE ASCENSO DE LA DERECHA SOCIAL EN GRAN BRETAÑA.
Cuando en el P$o€ estuvieron valorando si potenciar una organización fantasma para atraer el voto de la ultra-derecha y desangrar así al PP, llegaron a la conclusión de que la ultra-derecha se alimenta de descerebrados y éstos son los votantes clásicos de la izquierda.
Por eso pararon esta estrategia, no fuesen a dejar al P$o€ sin borregos.
Hmmm, verían el ejemplo de Francia… Miterrand quería partir a la derecha dando entrada a Le Pen (cambió la ley lectoral para ello) y ya vemos. En las anteriores presidenciales sacó mas votos que el patético Jospin.