No se ha quedado en los 600.000 de la regularización extraordinaria del 2005, en el primer trimestre de este año han sido regularizados 134.000 extranjeros. Si sigue así la tendencia al final habrá otro medio millón más de extranjeros con residencia legal en España y en la UE.
Hasta ahora el mercado de trabajo los está absorviendo -al menos aparentemente-, pero todo tiene su límite y en el caso de España se vea afectada por una crisis económica (que llegará tarde o temprano dados nuestros desequilibios en ahorro y comercio exterior) la situación puede volverse explosiva.
Alemania ya ha advertido de que la política inmigratoria española es la mejor publicidad para las mafias que introducen los extranjeros en España ilegalmente. Falla asimismo la repatriación de ilegales: solo el 6% es expulsado de hecho. España se ha convertido en un "país de fronteras abiertas" incapaz de controlar su territorio. Su gobierno ha perdido todo interés en hacerlo.
Mientras tanto el Ministro Caldera miente sin reparo (entevista en El Mundo, del 5 de junio):
R.- Hacer un paralelismo entre delincuencia e inmigración, como ha hecho Acebes, es una llamada a la xenofobia. Esas opiniones son falsas y quieren generar conflictos.
Pues nada, más leña al fuego, que mola!