Cuando los conservadores son los verdaderos progresistas

Traduzco resumidamente un artículo del blog portugués Letras com garfos:

La reina de Holanda ha ido a visitar una mezquita de La Haya, para lo que se tuvo que quitar los zapatos (nada que objetar, a mí también me gusta andar descalzo). Además, como habían acordado antes, no dio la mano a los clérigos mahometanos, pues según la ley islámica los hombres solo pueden tocar a sus mujeres.

El Primer Ministro holandés (neoliberal "progresista") alabó "el emjeplo de tolerancia religiosa dado por la reina". El líder de la oposición conservadora manifestó su rechazo de esta actitud de la reina "que con el pretexto de la tolerancia dejó a los pies de los caballos los valores holandeses, entre los que está la igualdad del hombre y de la mujer".

Este es un ejemplo práctico de cómo los socialistas y ciertos liberales son hoy en día lo más reaccionario que existe, mientras que los conservadores son los verdaderos progresistas del s. XXI.

No tengo nada que añadir.

Quando os conservadores são os verdadeiros progressistas

4 comentarios

  1. Los conservadores portadores del sentido común: Un siamés en la Moncloa
    Era un hombre con dos cabezas: durante el día daba dinero para que se manifestaran los homosexuales contra la Familia, en desprecio e insulto a los católicos y contra la visita del Papa y por la noche se disfrazaba de talante y acudía a Valencia a saludar al Papa con todo afecto.
    Por el día: atacaba y desmembraba a la familia; decidía someterse a los terroristas mientras abandonaba a las víctimas (su único mérito ha sido ganar portadas cometiendo bárbaros y sangrientos asesinatos); imponía en todos sitios su religión (el laicismo feroz) sin piedad, con alevosía y preparándolo todo con nocturnidad; llamaba mentirosos a sus adversarios mientras asentaba su plan (= mantenerse en la cresta de la ola bajándose a los católicos ¿o no?) sobre medias verdades y grandes mentiras (como el 11m, el prestige, la guerra de Irak/Irán); seguía una política de dividir (asociación de víctimas del terrorismo, concapa y educadores religiosos, contramanifestaciones, eventos paralelos…)
    Por la noche: hablaba siempre del respeto a los demás; de que los otros mienten, de que todo era familia: no importa cómo quieras, a quien quieras o lo que quieras (con todos los efectos jurídicos: ¿a dónde va eso?); de que hacerse un montilla es normal, de que el todo-pa-mí del famoso Estatut hace una España mejor; de que los criminales no son los que matan niños justo antes de nacer, o personas muy enfermas (eso sí, para que no sufran, como hacía yo con mis lagartijas), o los que se dedican a poner bombas o a pegar tiros en la cabeza (ETA) sino los fumadores o los que van a más de 90 kmts por hora en la ciudad; o los homosexuales que buscan adoptar un pobre niño, después de prometerse amor, delante de una persona puesta por el estado y que, con esa medida, España es más decente. Y que quiere que la tele (su tele, la que él controla) se encargue de cubrir su entrevista con el Papa; que busca por todos los medios aparecer junto al Papa durante su visita a Valencia (España).
    Era un hombre con dos cabezas, pero lo sabía. También lo sabían en su casa y pensaban cómo era posible que llegara a donde había llegado, en contra de todo pronóstico, de toda capacidad, de todo sentido común, de todo proyecto de estado, de toda ley, de toda conciencia. Nunca mais.

  2. Si consiguiéramos despertar a un mayor número de ciudadanos…

    Me siento como en Matrix, donde no somos más que una «pila» de la que se extrae energía (en forma de dinero de nuestros impuestos) y a la que se tiene adormecida para que se deje exprimir.

    Desde hace un tiempo, los ciudadanos no nacemos; se nos cultiva.

    Me dan ganas de correr por la calle agarrando a la gente por las solapas y gritarles a la cara «Libera… tu mente!»

    Wake up Neo!!

    Wake up Neo!

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