Estas Navidades pude ver en el Metro de Madrid varios carteles de este tenor:
Otro afirmaba -es decír, ponía en cuestión- que ningún cristiano es racista, o pega a la parienta, o defrauda a haciendasomostodos. Los publica un revista cristiana progre.
Me ha parecido repugnante. Los católicos tradicionales, cuando se querían mortificar, se ponían un cilicio discretamente. Estos hipócritas -doblemente hipócritas, porque además denuncian la hipocresía de los otros- tienen la piel demasiado fina para eso, así que prefieren tirar el dinero pagando un anuncio (en Navidad, cuando la publicidad es más cara) que denuncia a los otros.
«Te doy gracias señor, porque no soy como ese cristiano…»

Yo diría que más que Cristianos son Pepiñardos.
Amén.
Me pregunto de donde saca la pasta esta gente para tanta campaña publicitaria, porque de las suscripciones casi que como que no.