No es frecuente encontrar en la prensa Eurabia una desautorización tan acertada de esos regímenes que la prensa dhimmí –la nuestra- insiste en llamar “moderados”. En muchas ocasiones hemos denunciado aquí la pluma venenosa de los corresponsales en el extranjero de nuestra prensa y la forma en que resudan esa ideología progre y pro-musulmana cuya toxicidad aletarga para matar ( Corresponsales en el extranjero, La “cobertura” del Islam pone de acuerdo a El Mundo, El País y el ABC, Irak, ¿tres años en el horror? por ejemplo). Por eso es grato llamar la atención sobre las voces distintas, tan poco frecuentes que parecen haberse colado de rondón tras el descuido del editor de guardia.
En este caso se trata del artículo de Manual Martorell en El Mundo, “Turquía, Irán y la Alianza de Zapatero” (de pago), cuyo antetítulo “EL 'DIALOGO ENTRE CIVILIZACIONES', EN ENTREDICHO” peca de timorato, pues lo que se escribe no es un interdicto, sino una refutación en toda regla.
Estas son las acusaciones a los dos principales valedores del diálogo, Tayyip Erdogan, copresidente de la Alianza non sancta junto con Zapatero, y Muhamad Jatami, ex presidente iraní.
Por eso causa perplejidad, cuando no indignación, que la Alianza de Civilizaciones haya guardado silencio ante los graves acontecimientos registrados el pasado mes en Turquía, ya que afectan de lleno a su objetivo central: la coexistencia de pueblos y culturas. Nos referimos a la brutal represión desencadenada en todo el país contra manifestaciones que pedían, paradójicamente, el fin de una violencia, que dura ya 20 años, motivada por las reivindicaciones culturales y políticas del pueblo kurdo. En sólo una semana perdieron la vida, por disparos de la policía, una docena de personas, tres de ellas niños.
En total oposición a la filosofía de la Alianza, Tayyip Erdogan justificó tal represión diciendo que la policía seguirá actuando de la misma forma aunque en las manifestaciones haya niños y mujeres, para, después, añadir una advertencia que más bien parecía una amenaza: «¡Que después no se quejen los padres!». Estas declaraciones y los hechos que las acompañan recuerdan las épocas más tenebrosas de la represión contra la minoría kurda en los años 90. Si la situación no fuera tan seria, si el kurdo no fuera el principal problema político y cultural de este país, si Turquía no fuera tan importante para la estabilidad de Oriente Próximo, parecería sólo una broma de mal gusto que, tras estas palabras, Zapatero siguiera presidiendo la Alianza de la mano de Erdogan.
Hmm, si llega a decir eso Aznar cuando los socialistas de Zapatero incendiaban las sedes del PP y atacaban a sus militantes… Más:
Desde hace cinco meses están bloqueados en la Aduana de Estambul 2.000 manuales escolares editados gentilmente por el Ayuntamiento de Santiago de Compostela para que los niños kurdos puedan estudiar en su idioma. ¿El delito?: estar escritos en esta lengua.
Y más:
Igual de escandalosos son los halagos que en el entorno del Gobierno de Erdogan, incluida su propia esposa, ha cosechado Valle de lobos, una película maniquea contra la invasión de Irak, en la que una especie de Rambo se adentra en el Kurdistán iraquí para vengar la humillación sufrida por un grupo de agentes turcos a manos de soldados norteamericanos. La cinta divide el mundo entre buenos y malos; los buenos son los turcos y los musulmanes; los malos, los estadounidenses, los kurdos, los judíos y los cristianos. La historia se sitúa en el norte de Irak a un judío que se dedica a extraer órganos de las víctimas de los marines para venderlos en Estados Unidos. Por el contrario, los servicios especiales turcos, conocidos por su brutal trato a los detenidos y responsables de una cadena interminable de asesinatos, son presentados casi como los salvadores de la Humanidad.
De esta película que ya habíamos hablado aquí.
Emine Erdogan
En cuanto a Jatami:
Encumbrado como paladín de la tolerancia primero por el PP y después por el PSOE, sigue apoyando un régimen totalitario mientras corren ríos de sangre por pueblos y ciudades de Irán y se cuelga de grúas hasta que dejan de existir a decenas de militantes demócratas. También es escandaloso que el ex mandatario, supuestamente reformista, pusiera condiciones durante su visita oficial a España. Es lógico que Jatami obligara a respetar las normas culturales del integrismo, como prohibir el consumo de alcohol o dar la mano a las mujeres en recepciones diplomáticas celebradas en Irán, pero tiene poco que ver con el respeto a otras culturas que forzara a sus anfitriones a hacer lo mismo cuando visitaba Europa.
No, no me parece a mí un buen ejemplo de diálogo, aunque cuente con el aval de esa derecha medrosa y acomplejada.
Manía de advertir con el índice armado, oyes
Al fondo las banderas de la Repúblia Islámica y la ex-Monarquía Católica.
Todo esto no contradice el contenido de la Alianza de Civilizaciones, porque su único contenido es el del Corán, y ya dice éste que «la guerra es engaño».
Hay muchas cosas aprovechables en El Mundo -de papel-, sobre todo las que caen bajo el control más directo de la dirección. La sección de internacional suele ser de lo peor, pero esto no parece iniciativa de su encargado.