9 comentarios

  1. Sí, coincido contigo, AMDG, en que aún se puede hacer sin violencia. Pero para eso habría que tener voluntad para expulsarlos. Y no veo que la haya ni que la vaya a haber. Somos presos de la corrección política. Y no hablo sólo de ZP; también de la oposición. Creo que se tendrán que poner más feas las cosas para que la «opinión pública» (y no hablo sólo de los medios de comunicación) no se lance a la calle si se empieza a expulsarlos de forma metódica, sistemática.

    Un saludo,

  2. ¿Convertirse? Bufff… Si ya en España (la que otrora fuera la reserva espiritual de occidente) te hacen callar si haces el mínimo guiño a la Iglesia, si ir a misa es casi sinónimo de fascista, si lo correcto es el laicismo es no creer en nada y la impresión general es que nuestra cultura es inferior a la musulmana, ¿cómo vas a pedir a los musulmanes que se conviertan?

    Estamos en una sociedad podrida.

  3. Blanco, primero hay que aplicar la ley, si es insuficiente se cambia la ley. Si aun así resulta insuficiente el estado debe utilizar la violencia, la violencia estatal legítima.

    Y, desde luego, si el Estado renuncia a la aplicación de la ley y a la violencia necesaria para nuestra protección, entonces tendremos que utilizar el llamado «derecho de rebelión».

    Un saludo.

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