Hemos tratado frecuentemente de este partido. Se trata del partido que ganó las últimas elecciones suizas tras una campaña electoral en que ha sido acusado de “racista” por proponer la expulsión de los delincuentes extranjeros, y de islamófobo por promover un referéndum sobre la prohibición de la construcción de minaretes.
Aquí se ha acusado a este partido de nazi, nada menos. Y aquí le critican por no repudiar la visita a Suiza del rey saudita, quien había dejado caer una propuesta según la cual Suiza produciría el material nuclear que pudieran necesitar países como Irán o la propia Arabia. En el Brussels Journal nos cuentan otra historia de este partido conservador, advirtiendo que la mitad de lo que se dice de ellos es mentira, y que la otra mitad no concuerda con la realidad.
Para empezar, es un partido conservador, de agricultores, artesanos y pequeños empresarios, partidario de la neutralidad armada de Suiza y euroescéptico. El actual presidente del partido es un tal Blocher, un empresario hecho así mismo (fundador de una compañía química) y gran comunicador al que los partidos tradicionales acusan de “crear crispación”. Veamos en qué consiste esa crispación.
El gobierno de suiza consta de siete carteras, que se han repartido tradicionalmente los cuatro partidos más votados. Esto crea un clima de consenso en el que la “moderación” y el trapicheo son continuos. Al final la gente acaba dejando de interesarse en política, porque es obvio que se trata de “los mismos perros con distintos collares”. El SVP/UDC quiere acabar con esto, lo que le ha convertido de un partido de “campesinos y tenderos” en un partido popular. El partido de la clase media-baja, frente a los partidos de izquierdas, llenos de clase media-alta, funcionarios, profesores, y gentes de la “industria de la cultura”.
El resultado está a la vista: Este partido alcanzó el 29% de los votos y 62 escaños de los 200 del parlamento en las pasadas elecciones, la más alta cifra que ha alcanzado ningñun partido desde 1919.
How to Achieve Extremist Status
PS: También cuentan el extraño caso de los disturbios provocados por la izquierda en una fiesta de este partido en Berna.
Dejar una contestacion