Aquí tenemos otro de esos artículos de escándalo de El Mundo, el periódico progre que lee la derecha vergonzante. Marchando un fisking:
Michele Obama se convierte en blanco electoral de la ultraderecha estadounidense
WASHINGTON.- La oficina de campaña del candidato demócrata a la Presidencia de Estados Unidos, Barack Obama, tuvo que salir el jueves en defensa de su esposa, Michelle, que se ha convertido en blanco de los ataques de distintos grupos conservadores del país.
Nótese la identificación y confusión de conservadores y ultraderechistas, tan común entre los bien pensantes. Esto lleva a los conservadores acomplejados a la desesperación. Yo me he puesto hace tiempo esa confusión por montera. Ante las discusiones sobre si el vaso está medio lleno o medio vacío, la acción apropiada es beberse el agua.
Michelle ha estado en el ángulo de tiro de los conservadores desde que en febrero afirmó, a raíz de la entusiasta respuesta popular a las propuestas de Obama, que era la primera vez en su vida en que se sentía «realmente orgullosa» de su país.
Esos comentarios fueron interpretados como una alusión al hecho de que por primera vez un candidato negro tenía posibilidades reales de alcanzar la Presidencia en un país con un largo pasado racista.
Los asesores de Obama matizaron esas afirmaciones, al señalar que «lo que quiso decir es que se siente muy orgullosa en este momento porque, por primera vez, miles de estadounidenses que no habían participado en la política se están sumando en cifras récord en la construcción de un movimiento de base a favor del cambio».
Imagino que si su marido no alcanza la nominación –ahora la presidencia- esta señora seguirá sin estar orgullosa de su país. Parece ser que no fue capaz de declarar el sentido de sus palabras, han tenido que ser los asesores de Obama. ¿Por qué no se volverán a África?, me pregunto a veces. Me refiero a los negros victimistas, claro.
El pastor de Chicago que casó a los Obama y bautizó a sus dos hijas desató un auténtico revuelo hace unos meses después de que se retransmitiesen segmentos de sus sermones.
En algunos de esos sermones Wright instaba a los afroamericanos a entonar «Dios maldiga América», en lugar del tradicional himno «Dios bendiga América» por lo que él consideraba racismo aún rampante en el país.
Obama se ha distanciado de esos comentarios y ha abandonado la iglesia a la que acudió durante dos décadas, pero su larga vinculación con la congregación se ha convertido en un material perfecto para sus adversarios políticos y en motivo de preocupación de algunos votantes que temen que él pueda ser también un «radical».
Veinte años en darse cuenta. Obama o es sordo o es bobo. O se lo hace, claro está.
Otra cosa. La universidad de Princeton ha guardado bajo siete llaves la tesis doctoral de la mujer de Obama, que pide a los negros norteamericanos que rechacen la asimilación y lanza anatemas contra los que alternan contra los blancos. Dicen que no se hará pública hasta después de las elecciones. Y después quieren cortar las especulaciones y que no surjan rumores. Gracias Montcalm.
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