Os escojo unos fragmentos de un interesante artículo en inglés sobre la fuerza del cristianismo en Nigeria:
… it’s clear that Christians measure their progress in comparison to Islam, which migrated across the Sahara in the Middle Ages and set deep roots in what is now northern Nigeria.
«Islam had been here for over 1,000 years,» said Onaiyekan. «Christianity came here in the last 100 years. Now Islam and Christians are about equal» – 66 million and 53 million, as estimated by the CIA.
El mantra de «la religión que más crece» es bastante falso. Una curiosidad:
In villages where Muslims attempt to enforce sharia law, the church finds allies among women, as well as drinkers of homemade beer. Big business for many village traders, the brew is outlawed by Islam but tolerated by Catholics.
«The ban on alcohol was like a blessing in disguise,» said the Rev. Malachy Flanagan, the vicariate secretary.
Los tabús alimenticios son irracionales. No digamos estarse todo el día sin beber agua en un clima desértico o tropical. Otro detalle, el atraso económico del Islam, la indolencia de sus seguidores:
The economic advantages of being Catholic are plain to Samuel Mayaki, 25, a farmer who converted from his parents’ African religion after seeing the success of the Ibo traders.
«Knowing how to read and write,» he said, «will bring us out of darkness.»
One of the missionaries’ bigger projects is a venture that has built more than 200 wells in the parched villages.
Léelo entero: Nigeria offers a portrait of steady Catholic growth in Africa
Lo de la atracción del Cristianismo para mujeres y bebedores es fantástico. Recuerda aquello del «más cristianos hizo el jamón que la Santa Inquisición».
Lo cierto es que el Islam ha encontrado un tope objetivo a su expansión a las culturas que valoran al cerdo, por ejemplo, o al alcohol.
En Asia y el Pacífico, por ejemplo, el Islam está «empantanado» en islas como Célebes, Borneo o Nueva Guinea por el cerdo (entre otras razones).
Más serio es el argumento de la educación. Yo no se qué sería el Islam de Al-Andalus, que tanto celebran. Pero hoy no puedes ir por ningún lugar del mundo donde haya cristianos y musulmanes sin comprobar lo «bien» que aparentan los cristianos y lo «mal» que aparentan los musulmanes: en higiene, vestimenta, aspecto, niveles de educación y renta, etc. Esto no le hace gracia a muchos musulmanes, pero los que viven esta situación lo saben de sobra.
De todos modos, en los países compartidos por ambos en Africa hoy todavía mucho que cortar. Y Occidente debiera volcarse con los cristianos africanos para ayudarles a ganar esta guerra ideológica y por el futuro de sus países.
No sabía el refrán del jamón, pero es muy bueno…
Lo del cerdo, que ni ellos saben porqué está prohibido, es una de las pocas cosas «razonables» de ese engrendro inspirado por la esquizofrenia. En 1er. lugar, en la época del «profeta» las posibilidades de que el cerdo llegara con triquinosis eran más que posibilidades, eran casi una certeza. La solución a ello, sería criar los cerdos ellos mismos, pero, en un sistema desértico, con el que debían lidiar, criar cerdos era economico-ecologicamente suicida. Un cerdo consume más agua, entre la que bebe y la que consume su alimento de la que una familia media consumiría en un año. La solución? prohibirlo! (a quién me recuerda??). La cosa caló en la conciencia colectiva y allí se quedó, aún despues de que ya no fueran precisas tantas economías.¿Porqué sigue prohibido hoy en día?, porque los cristianos hicieron de «comer cerdo», sobre todo en la España de la Reconquista, una referencia identitaria «anti-islámica», y así seguimos, aunque en Occidente no es obligatorio, claro.